China apoyó la creación de la Corte Penal Internacional (CPI), en negociación en esta capital, aunque a la vez bloqueó la realización de una conferencia de prensa de defensores de los derechos de la infancia.
La delegación china ordenó el martes pasado el desalojo de los participantes en una conferencia de prensa de la organización Terre des Homes sobre niños y niñas víctimas de guerras, forzándolos a hacer su presentación a favor de huérfanos chinos en un vestíbulo del edificio donde se realizan las negociaciones.
En la conferencia se proponían participar además familiares de niños asesinados por el terrorismo en Argelia y desaparecidos en Argentina, quienes de todos modos llevaron adelante un diálogo con los periodistas.
Mientras, el enviado chino Wang Guanya dijo que "el tribunal no debe convertirse en una herramienta de luchas políticas o en un medio de interferir en otros países".
La CPI "no debe comprometer el principal papel de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), y su Consejo de Seguridad en particular, de salvaguardar la paz y la seguridad mundiales".
Para evitar juicios parciales, alegó Wang, la Corte debe reflejar una "actitud cauta" en la cual se respeten la soberanía y la seguridad nacional, y los principios legales de cada país.
En una causa común con Estados Unidos, China propone una Corte que requiera permiso de los estados involucrados o del Consejo de Seguridad de 15 miembros, o posiblemente ambos, antes de que pueda juzgar casos.
Activistas de los derechos humanos sostienen que estos puntos de vista hundirían el estatuto de la CPI si son aplicados.
Wang alegó que, en lugar de forzar una votación sobre temas como el control del Consejo de Seguridad, el estatuto "debe ser aprobado por consenso", y para asegurar su pasaje, la Corte debe permitir una "flexibilidad máxima" para definir su jurisdicción.
Iróncamente, a la vez que Wang hablaba sobre la necesidad de democracia en las reuniones de la CPI, iniciadas el lunes y que se prolongarán cinco semanas, China aseguró que los portavoces de Terre des Homes no pudieran presentar su caso para la protección de los derechos de los niños en la conferencia.
Marina Rini, portavoz de Terre des hommes, dijo que Beijing solicitó que no se realizara la conferencia de prensa tras saber que Zhang Shu-Yun, quien encabeza la Asociación de Bienestar de Huérfanos Chinos en Londres, hablaría sobre el tratamiento dado a los niños huérfanos en China.
Zhang dijo a IPS que está habituada a que se le impida hablar. "Siempre es así. Pero están perdiendo imagen. No estamos en China. Aquí debemos tener libertad de expresión".
Con anterioridad, Zhang atrajo la ira de Beijing por llamar la atención sobre lo que denuncia como el abandono de niños en orfanatos chinos.
Zhang, quien trabajó como médica durante cinco años en esas instituciones, dijo que padres adoptivos pagan unos 5.000 dólares por las niñas y niños sanos, pero los enfermos o discapacitados son abandonados, y el personal recibe instrucciones para no alimentarlos ni darles medicinas.
La demanda de Zhang podría ser demasiado específica para ser discutida durante una conferencia para producir un tratado, dijo Susan Markham, portavoz de la ONU. "Esta es una conferencia negociadora, no para discutir temas".
Además, dijo Markham, más de un país se opuso a la conferencia de Terre des Hommes, la cual fue cancelada por falta de auspicios de la Coalición de ONG para una Corte Penal Internacional o de países individuales.
"No realizamos conferencias de prensa individuales para ONG (organizaciones no gubernamentales) individuales", indicó.
Según Rini, la Coalición no brindó respaldo a la conferencia de prensa por temor a que se retiraran sus derechos en la conferencia de la CPI si apoyaba a Terre des Hommes. Varios países, entre ellos Italia y Senegal, también negaron sus auspicios. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/lp/hd ip/98