El ejército de Guatemala desmintió a la estadounidense Jennifer Harbury, viuda de un guerrillero guatemalteco, quien denunció la participación de militares en el asesinato del obispo Juan Gerardi.
La teniente coronel Edith Vargas, del Departamento de Información y Divulgación del ejército, calificó de "irresponsables" las declaraciones de Harbury, ampliamente conocida en Guatemala por su campaña de denuncia del asesinato de su esposo, el guerrillero Efraín Bámaca.
Harbury identificó el jueves en Washington a 24 militares guatemalecos que, según aseguró, están implicados en la muerte de Gerardi, el 26 de abril. Agregó que los culpables mantienen relaciones de coordinación con servicios de inteligencia de Estados Unidos.
En conferencia de prensa, citó a un testigo "cuya vida está en peligro extremo" para afirmar que los asesinos de Gerardi "pertenecen a las Fuerzas Armadas de Guatemala y que forman el escuadrón de la muerte conocido como Jaguar Justiciero".
"Alguien dentro de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos) o de nuestra comunidad de Defensa sabe quién es el asesino. Les hago un llamado para que, con la experiencia de los errores del pasado, ayuden a que se sepa la verdad", dijo Harbury.
Entre los militares acusados por Harbury se cuentan el coronel Edgar Bustamante, el teniente coronel Trujillo Salguero, el mayor González Pérez, el mayor Echeverría Merlo y el mayor Hugo Flores Arana.
También mencionó al teniente coronel Oliva Carrera, al mayor Napoleón Rojas, al teniente coronel José Vicente Paiz, y al mayor Carlos Cárdenas Sagastume.
Vargas replicó que Harbury no apoyó su denuncia en pruebas y que resulta "repulsivo" que la estadounidense realizara afirmaciones tan graves sin fundamento.
Por su parte, el presidente Alvaro Arzú consideró "lamentable" la intervención de Harbury. "Cualquiera puede hacer y decir lo que quiera, con ánimo de dañar o de beneficiarse, porque así es la democracia", comentó el mandatario ante la prensa.
"Los guatemaltecos no se merecen que les falte el respeto y menos (que lo haga) una extranjera", agregó.
Mynor Melgar, abogado de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHA), dijo que, a la vista de las investigaciones realizadas por esa entidad, "no se descarta la participación del Jaguar Justiciero en el asesinato del obispo".
Melgar anunció que la ODHA pedirá al Ministerio Público que investigue las denuncias de Harbury y al Ministerio de la Defensa que ponga a disposición de la justicia a los militares señalados.
El abogado también dijo que solicitará a Harbury todos los elementos y la información que posea.
El diputado Byron Barrientos, del derechista Frente Republicano Guatemalteco, que está encabezado por el ex dictador militar Efrain Ríos Montt, afirmó que Harbury ha perdido credibilidad "porque persigue fines económicos".
"Ella ha querido hacer dinero a costa del sufrimiento del pueblo guatemalteco", dijo Barrientos, en alusión al conflicto armado resuelto a fines de 1996.
"De la lista que menciona, algunos (militares) están de baja, y no es que esté defendiendo al ejército, pero llama la atención que aparece el nombre de un militar que falleció hace cuatro años", observó Barrientos, refiriéndose a Carlos Cárdenas Sagastume, asesinado en 1994.
Gerardi fue asesinado 48 horas después de presentar el informe "Guatemala: Nunca Más", resultado de una investigación sobre las violaciones a los derechos humanos durante el conflicto interno y en el que se acusaba al ejército de 80 por ciento de los casos detallados.
El asesinato fue calificado de "político" por las organizaciones de derechos humanos.
Harbury sostiene que el desaparecido guerrillero Bámaca fue apresado, torturado y asesinado por el ejército. (FIN/IPS/cz/ff/hd/98