La Organización Internacional del Trabajo (OIT) promueve la sindicalización de las trabajadoras de las zonas francas industriales en América Central, mediante un proyecto financiado por Holanda que se firmó hoy en esta capital.
El representante de la OIT para América Central, Ian Chambers, y el embajador de Holanda, Henricus Gajantaan, suscribieron un convenio mediante el cual el país europeo proveerá dos millones de dólares en tres años para este fin.
"Esperamos consecuencias revolucionarias de este proyecto, porque creemos que va a incidir en el cumplimiento del derecho de los trabajadores del sector privado a la libre sindicalización", dijo a IPS Chambers.
En América Central, el derecho sindical en el sector privado está severamente limitado, pese a que los países de la región son firmantes de convenios internacionales en materia laboral.
En Costa Rica, por ejemplo, organismos humanitarios denunciaron que un trabajador puede ser despedido por sólo expresar su intención de crear un sindicato.
Chambers manifestó que el proyecto busca ayudar a organizarse a las trabajadoras de las zonas francas industriales para que pueden definir sus prioridades y tener peso en la negociación con sus patronos, a través de talleres de capacitación.
El representante de la OIT recordó que en 1996 los ministros de Trabajo de los países centroamericanos consideraron inaceptable atentar contra la libertad de las ciudadanas y que la industria de zonas francas no tiene extraterritorialidad ni regímenes de excepción en cuanto a sus deberes laborales.
Esta es la primera premisa en la que se basará la protección a las obreras maquiladoras.
"Una primera etapa es lograr poner en práctica ese reconocimiento de que las leyes laborales y los derechos humanos se aplican a todos los ciudadanos y ciudadanas sin excepción", dijo Chambers, quien añadió que las mismas organizaciones de mujeres deberán identificar problemas particulares.
El proyecto contempla un fondo para la investigación de peligros, no sólo de despidos, sino también de riesgos del trabajo. "No sólo queremos que tengan seguridad de derechos laborales, sino también seguridad física y económica", aseguró.
En América Central, desde Guatemala hasta Costa Rica, la industria de zonas francas representa 250.000 puestos de trabajo, 90 por ciento de los cuales está ocupado por mujeres. Esto representa entre 25 y 30 por ciento del empleo industrial formal.
Chambers indicó que hay grandes diferencias en cuanto a derechos laborales y económicos entre los cinco países.
En Costa Rica, aseguró, se encuentran muchas manifestaciones de maquila con trabajos de buena calidad, buen salario y oportunidades de formación. "El criterio que se emplea no es el de bajo costo sino el de disponibilidad de mano de obra calificada", afirmó.
En cambio, en Guatemala, Honduras y Nicaragua hay problemas de abuso y salarios muy bajos.
El representante de la OIT afirmó que esperan contar con cierta colaboración del empresariado para lograr la organización de estas trabajadoras.
"Es importante que logre establecerse una relación de colaboración entre empresarios, gobierno y trabajadores para favorecer la concertación y el diálogo social", afirmó. (FIN/IPS/mso/ag/lb-hd/98