SERBIA: Milosevic listo para otra guerra por Kosovo

Todas las señales sugieren que la máquina de guerra del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, o lo que queda de ella, está lista para una nueva aventura en la sureña provincia de Kosovo, donde la mayoría albanesa exige la devolución de su autonomía.

Como en Croacia y Bosnia-Herzegovina, la crisis cobró fuerza a comienzos de la primavera y tiende a estallar en verano. La policía especial de Milosevic está en la provincia de Kosovo, de mayoría albanesa, y ya masacró a decenas de civiles. El ejército yugoslavo también entró en acción.

Miles de personas huyeron de sus hogares y numerosos periodistas extranjeros llegaron a Pristina en jeeps blindados y con chalecos antibalas. Como comentó un analista local, "se puede sentir el olor a guerra en el aire".

Más importante aún, la guerra podría favorecer los intereses del presidente de la República Federal de Yugoslavia, integrada por Serbia y Montenegro.

Si Milosevic negociara ahora, no perdería formalmente el control de Kosovo, pero cualquier solución inevitablemente devolvería cierto poder al 90 por ciento de población de origen albanés, cuya autonomía abolió hace nueve años.

Para un político que construyó su carrera echando leña al conflicto de Kosovo -y que perdió otras tres guerras en el camino- , esa podría ser una derrota intolerable.

Además, la reciente violencia de Kosovo constituyó de cierta forma un éxito político para Milosevic en Serbia, ya que le permitió movilizar apoyo público y poner en línea a políticos "extraviados".

Una guerra corta también ayudaría a Milosevic a disciplinar a Montenegro y a los serbios bosnios en la entidad serbia de Bosnia.

En ambos lugares, nuevos líderes explotaron el apoyo internacional para intentar liberarse de Milosevic, pero todos ellos funcionan sobre la base de mayorías escasas y vulnerables.

Con pocas excepciones, los políticos serbios apoyan la política de Milosevic sobre Kosovo, mientras algunos van más allá y promueven abiertamente la expulsión de los albaneses de la provincia.

La elección del ultranacionalista Vojislav Seselj como viceprimer ministro (también líder de un grupo paramilitar que participó de la limpieza étnica en Croacia y Bosnia) y el llamado a un referéndum sobre la mediación internacional en Kosovo indican la disposición de Milosevic a jugar juegos patrióticos y fomentar el extremismo.

Aunque deberán pasar años para que surja el entusiasmo por la guerra que había a comienzos de los 90, un rápido conflicto televisado en la sagrada tierra de Kosovo podría excitar a toda la nación serbia y permitir que Milosevic lance otra caza de "traidores".

El objetivo de la guerra sería la partición de Kosovo, una idea que no es nueva. El escritor nacionalista serbio Dobrica Cosic la propuso hace una década.

Más recientemente, en 1996, Aleksandar Despic, presidente de la influyente Academia Serbia de Artes y Ciencias, resucitó el concepto.

Despic sugirió que las minas de carbón de Kosovo fueran entregadas a Serbia y que se reubicara a cientos de miles de albaneses residentes en esas áreas económicas clave. Su plan fue considerado como una "prueba de la temperatura" orquestada por el gobierno.

Mientras, la confianza de los albaneses de Kosovo aumenta. Ellos considerarían cualquier solución negociada dentro de la actual estructura constitucional de Yugoslavia como una mera etapa en el camino hacia la independencia.

Milosevic lo sabe, y su negativa a negociar podría ser un intento de provocar una guerra por la partición de la provincia, que es lo mejor a lo que él y Serbia pueden aspirar con realismo en el largo plazo.

Mientras, la creciente presión internacional desencadenada por la masacre de Drenica, donde hasta 80 hombres, mujeres y niños de origen albanés fueron asesinados en marzo, podría convencerlo de que es mejor apresurarse a iniciar la guerra antes de que le impongan nuevas sanciones. —— (*) Este artículo llega a IPS por medio del Instituto para el Periodismo en Transición (IJT), de Praga, que publica la revista Transitions. (FIN/IPS/tl/rj/ml/ip/98

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