COMERCIO: En busca de un mercado más equitativo para el banano

La primera reunión entre todos los actores del mercado del banano no logró estrechar el abismo que existe entre los productores de la fruta y las poderosas transnacionales, pero al menos sirvió para dar los primeros pasos con miras a negociar un futuro más equitativo.

"En la industria del banano, este es un progreso muy importante", advirtió el representante de la Red de Acción Europea para el Banano (Euroban), John Daly. "En algunos casos acordamos que estamos en desacuerdo, y decidimos seguir conversando".

La Conferencia Internacional sobre el Banano que se realizó esta semana en Bruselas reunió por primera vez a trabajadores y productores del fruto, organizaciones sindicales, organizaciones no gubernamentales (ONG) y, por cierto, a las transnacionales que dominan un poderoso mercado.

La reunión puso especial atención a la situación de países de América Latina por denuncias de explotación de los trabajadores de bananeras, y del Caribe, por condiciones de mercado que amenazan la supervivencia de productores más pequeños.

"Sólo los tontos podían esperar un acuerdo como resultado de esta conferencia", dijo Daly.

Pero Euroban y otras organizaciones sí lograron la aprobación de una "carta" sobre el mercado del banano, que contempla incluir cláusulas sociales y ambientales en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), junto con iniciativas de intercambio equilibrado, acuerdos laborales y códigos de conducta.

El acuerdo es estudiado por los gobiernos de algunas naciones productoras de importancia, como Costa Rica y Ecuador, e incluso las transnacionales destacaron en forma positiva parte de su contenido.

"La carta contiene algunas propuestas concretas, muchas de las cuales son aplicables a la organización Del Monte", comentó el director ejecutivo de la británica Del Monte Fresh Produce, Peter Miller.

Sin embargo, Miller aseguró a IPS que otras propuestas, como aquellas que se refieren al control de los mercados y la fijación de precios, "están fuera del alcance de las empresas bananeras".

"Nosotros ya estamos cumpliendo con algunas partes de esta carta, pero hay otras propuestas que serán muy difíciles de aplicar pues dependen del mercado, mientras otras caen dentro del accionar de la OMC", añadió el director de Del Monte.

Pero no todos están de acuerdo. El secretario general del Sindicato Internacional de Trabajadores de la Agricultura y la Alimentación, Ron Oswald, dijo que las transnacionales bananeras no pueden limitarse a responder que "nosotros sólo compramos" sin establecer las reglas.

"Estas empresas tienen ganancias, son responsables", dijo Oswald.

"Nos preocupa la actitud de explotación que tienen las transnacionales bananeras, en especial en América Latina", añadió la parlamentaria europea Glenys Kinnock.

Las transnacionales también fueron denunciadas por el representante de la Coordinadora del Sindicato Latinoamericano de Trabajadores Bananeros, Erman Zepeda, quien advirtió que estas empresas "explotan a los trabajadores y destruyen el ambiente sin considerar las consecuencias sociales para nuestra región".

La Conferencia realizada en Bruselas también revisó las condiciones del mercado, en especial las consecuencias de un dictamen de la OMC contra un protocolo de la Unión Europea (UE) sobre el banano, argumentando que éste violaba principios de libre comercio.

La OMC actuó ante denuncias de Ecuador, Guatemala, Estados Unidos, Honduras y México, que denunciaron el protocolo por favorecer a los países de Africa, Caribe y el Pacífico (ACP) en el marco del acuerdo de Lomé IV, suscripto por la UE con 71 países de esas regiones, vigente hasta el año 2000.

La Unión Europea propuso como alternativa al dictamen de la OMC un sistema de cuotas en el mercado del banano y la entrega de ayuda por 350 millones de dólares para apoyar a los países productores en un período de transición de 10 años.

La parlamentaria Kinnock alertó que si se establecen cuotas deberá velarse por su distribución equitativa entre países y regiones, o de lo contrario la tajada más grande será para las naciones con inmensas plantaciones.

Los partidarios del protocolo bananero de la UE aseguran que su objetivo es proteger a pequeños productores, en especial en el Caribe, que no pueden competir en precios ni en cantidades con las plantaciones industrializadas manejadas por empresas de Estados Unidos en América Central.

"Estamos solicitando a la Comisión de la UE que mantenga un régimen de cuotas durante algún tiempo, con el objeto de proteger a estos productores", dijo Kinnock en una rueda de prensa.

El representante de la Asociación de Agricultores de las Islas de Barlovento, Elias John, advirtió que en ese territorio ya se comenzaron a sentir los efectos de la decisión de la OMC.

"Grandes corporaciones multinacionales están operando en algunos países africanos, con suficiente poder para inundar el mercado con bananas a precios más bajos", comentó John a IPS. Para contrarrestar esa realidad "necesitamos una cuota específica".

John dijo que la tercera parte de la fuerza de trabajo de las islas de Barlovento depende del banano, que ocupa 70 por ciento de la superficie cultivable. "En dos años podríamos quedar fuera del mercado", añadió John, quien espera que la UE haga algo para evitar el colapso.

Kinnock insistió en que la propuesta estudiada por la Comisión de la UE no tendrá los resultados esperados a menos que se especifique la cuota correspondiente a cada zona del mundo. Si no es así, "creo que seremos testigos de graves amenazas a la estabilidad social y económica en las islas del Caribe".

Oswald estuvo de acuerdo, y predijo que si la propuesta de la UE no es más específica, las grandes empresas estadounidenses que operan en Africa Occidental van a desplazar a los pequeños productores del mercado del banano. (FIN/IPS/tra-en/ns/rj/lc-ml/if/98

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