Al firmar un acuerdo de libre comercio con Perú, Chile completó el abanico de convenios bilaterales con los cinco países de la Comunidad Andina, de la cual se excluyó en 1975, bajo la dictadura del general Augusto Pinochet.
El acuerdo, que entrará en vigor el 1 de julio, se suma a los ya suscritos por Chile con Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, países que conforman con Perú la Comunidad Andina, creada en 1969 con el nombre de Pacto Andino.
Juan Gabriel Valdés, director general de Relaciones Económicas de la cancillería chilena, afirmó el miércoles que el convenio con Perú es el más importante suscrito por el país en América Latina tras el tratado con el Mercado Común del Sur (Mercosur) de 1996.
Las conversaciones, que culminaron el martes en Lima, establecen que 2.600 productos, que representan alrededor de 35 por ciento de las ventas de Chile a Perú, dejarán de pagar arancel desde el momento en que el acuerdo entre en vigencia.
Los dos países esperan duplicar su comercio en el plazo de dos años, gracias a este convenio que hacia el 2003 permitirá que 50 por ciento de las exportaciones chilenas al Perú ingresen liberadas de derechos aduaneros a ese país.
Según cifras del Banco Central, en 1997 el intercambio de los dos países ascendió a 466,3 millones de dólares, en una relación favorable a Chile, cuyas exportaciones a Perú llegaron a 347,8 millones, en tanto importó sólo 118,5 millones de dólares.
Perú es el décimo sexto socio comercial de Chile en el mundo, en términos del monto del intercambio, y el cuarto en América Latina, luego de Argentina, Brasil y México.
Las relaciones económicas chileno-peruanas no sólo se fundamentan en el comercio, sino que tienen también como uno de sus componentes esenciales los flujos de inversión entre estos dos países limítrofes del cono sur latinoamericano.
Las empresas chilenas fueron las mayores inversionistas de América Latina en 1997, con un total de colocaciones en el exterior de 3.038 millones de dólares, equivalentes a 46,7 por ciento del total de la región.
Las inversiones externas chilenas se concentraron en los países vecinos, con 40,4 por ciento en Argentina y 10 por ciento (304 millones de dólares) en Perú, según informó el lunes la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Las privatizaciones de empresas eléctricas y de los servicios de previsión social y salud son los atractivos en Perú para los capitales chilenos, que también están incursionando en la industria alimenticia y los supermercados.
Valdés subrayó que el primer objetivo del acuerdo con Perú "es establecer en el más breve espacio posible un espacio económico ampliado, intensificando en esta forma las relaciones económicas y comerciales".
El acuerdo, además, promueve la complementación y la cooperación económicas, propiciando las inversiones entre los dos países, añadió el diplomático chileno.
En términos generales, los dos países se comprometen a liberar su intercambio en fases graduales según los tipos de productos, con listas de liberación con plazos a cinco, diez y 15 años, más una lista de desgravación más lenta a 18 años.
Con este acuerdo, Chile dio un paso más en su estrategia que privilegia los acuerdos comerciales bilaterales por sobre su adscripción plena a bloques subregionales de integración económica.
En 1996, este país se asoció al Mercosur con un tratado de libre comercio y otros acuerdos de integración vial, política, económica y laboral, pero se mantuvo al margen de la unión aduanera que conforman Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Desde el restablecimiento de la democracia en 1990, Chile firmó acuerdos bilaterales en el continente con México, Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Venezuela y Canadá.
Durante la II Cumbre de las Américas, celebrada en Santiago el 18 y 19 de abril, se suscribió un tratado de segunda generación con México y un compromiso para un acuerdo de libre comercio con los cuatro países del Mercado Común Centroamericano.
En 1969, bajo el gobierno del presidente Eduardo Frei Montalva, padre del actual mandatario Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Chile suscribió con Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú el Acuerdo de Cartagena, que dio nacimiento al Pacto Andino.
Este acuerdo de integración subregional se amplió posteriormente con el ingreso de Venezuela, pero Chile comenzó a distanciarse de él desde el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 que derrocó al presidente socialista Salvador Allende.
El régimen dictatorial de Pinochet (1973-90) expidió normas para la atracción de capitales externos en abierta contradicción con el régimen común de tratamiento a la inversión extranjera adoptado por el Pacto Andino.
En 1975, Chile se retiró de la hoy llamada Comunidad Andina, con la cual termina sólo ahora de recomponer institucionalmente vínculos comerciales a través de acuerdo con Perú. (FIN/IPS/ggr/ml/if/98