Cuba y Canadá liquidaron una disputa que se remonta a 1961, al lograr un acuerdo de principios sobre la expropiación al inicio del gobierno de Fidel Castro de cinco compañías de seguro del país norteamericano.
El acuerdo fue anunciado luego de la primera reunión entre Castro y el primer ministro de Canadá, Jean Chrétien, quien visitó la isla entre el domingo y el martes pasado.
"Estoy feliz de que nuestros dos países hayan sido capaces de resolver esta disputa", dijo Chrétien que evaluó este paso como favorable para las relaciones comerciales y de inversión entre los dos países.
El resto de las reclamaciones canadienses sobre propiedades nacionalizadas fueron resueltas por un acuerdo bilateral firmado en 1981 que, sin embargo, dejó fuera las demandas de las compañías aseguradoras que tenían sucursales en Cuba.
Las negociaciones para el acuerdo, que se mantuvieron en total reserva en el país caribeño, se iniciaron en 1995 tras un acuerdo entre el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, y el ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, Lloyd Axworthy.
La oficina del primer ministro de Canadá informó que, según el acuerdo la compañía Confederation Life, actualmente en liquidación, transferirá sus bienes y obligaciones en Cuba al gobierno a cambio de una compensación de nueve millones de dólares.
El gobierno cubano se comprometió a no tomar más acciones respecto de los bienes de otras cuatro compañías, para cuyas demandas debe encontrarse una solución en el futuro.
Las compañías que eligieron no sumarse a la última ronda de negociaciones, efectuada en marzo de 1996 y septiembre de 1997, son la Sun Life Inssurance, Crown Life Insurrence, Manulife Financial y Imperial Life Assurance.
El acuerdo estuvo acompañado del inicio de negociaciones para la firma de un convenio para la protección y la promoción mutua de inversiones, que incluirá el tratamiento de nación más favorecida.
También se firmaron un acuerdo de coproducción audiovisual y dos memorandum de entendimiento para la colaboración en los sistemas de salud pública, ciencias médicas, deporte, educación física y recreación.
Canadá es el mayor inversionista extranjero en Cuba y el segundo socio comercial de Cuba, con un intercambio superior a 500 millones de dólares el año pasado.
El gobierno canadiense fue el primero que en una declaración conjunta con los países del Caribe rechazó, en marzo de 1996, la ley estadounidense Helms-Burton, que pretende aplicar sanciones a empresarios de terceros países.
"Yo quiero el fin del embargo, pero también quiero ver señales de ambas partes, y eso fue lo que le dije al presidente (cubano)", dijo Chrétien en un contacto informal con la prensa en La Habana.
En la Cumbre de las Américas celebrada los días 18 y 19 de abril en Santiago, el primer ministro canadiense fue consultado sobre si durante su visita a Cuba plantearía a Castro la necesidad de una apertura democrática en la isla, a lo que respondió con un lacónico "si".
Chrétien destacó al mismo tiempo las relaciones amistosas entre Estados Unidos y Canadá, y su coincidencia en que el tema de los derechos humanos debía ser uno de los puntos claves de esta visita.
Las conversaciones se iniciaron con el tema del respeto de los derechos humanos y la presentación de un reclamo para que se considere el caso de cuatro disidentes presos desde julio del año pasado, dijo Chrétien, el primer jefe de gobierno canadiense que visita Cuba desde el viaje de Pierre Trudeau en 1976. (FIN/IPS/da/ag/ip-if/98