/BOLETIN-AMBIENTE/ PANAMA: Descontaminación de bases de EEUU sigue en la nebulosa

La descontaminación de las bases militares que Estados Unidos debe devolver a Panamá el 31 de diciembre de 1999 aún es motivo de controversia e incertidumbre cuando solo faltan 20 meses para esa fecha.

Dos altos militares estadounidenses señalaron que su país está dispuesto a cumplir con el compromiso que contrajo con Panamá en los tratados de 1977 para la descontaminación de bases militares, pero que eso se hará "en cuanto sea viable".

Los funcionarios no definieron nada sobre algunos sitios fuera del perímetro de la antigua zona del canal de Panamá que también habrían sufrido una grave contaminación con químicos y municiones desde la segunda guerra mundial.

Se estima que por lo menos un tercio de las 15.129 hectáreas de tierras destinadas a polígonos de tiro en las bases militares que posee Estados Unidos en el área del canal están contaminadas con municiones sin explotar, productos químicos y metales.

Sumados a los campos de tiro de Nuevo Emperador, Balboa Oeste y Piña, sobre el Pacífico, otros sitios, como la isla de San José, también con costas en ese océano Pacífico, habrían sido escenario de pruebas con armas químicas en la década del 40.

La antigua base militar estadounidense de Río Hato, 115 kilómetros al oeste de la capital, Chivo Chivo y Cerro Tigre, en la provincia de Panamá, y la antigua base aérea de France Field, en la caribeña provincia de Colón, también habrian sido usadas por Estados Unidos para experimentar y depositar armas químicas.

Los coroneles Michael DeBow, del ejército, y David Jeffrey, de la fuerza aérea estadounidense, eludieron confirmar esos datos durante una reciente reunión con periodistas en Panamá, pero indicaron que "si hay alguna preocupación específica se puede explorar".

Sin embargo, tanto ellos como otros voceros del ejército de su país han advertido que Washington no cuenta con la tecnología para asegurar un ciento por ciento de descontaminación de los polígonos de tiro y los perímetros de sus actuales bases canaleras.

El ex presidente de Panamá Jorge Illueca dijo a IPS que Estados Unidos "intenta eludir el compromiso" de entregar las bases militares y los polígonos de tiro libres de contaminación el 31 de diciembre de 1999.

El propósito de Washington es ahorrarse los 10.000 millones de dólares que cuesta la descontaminación y destinar ese dinero a un fondo creado por el Departamento (ministerio) de Defensa estadounidense para la renovación del armamento del ejército, la marina y la fuerza áerea de Estados Unidos, agregó Illueca.

El ex mandatario precisó que incluso la propuesta para crear el Centro Multilateral Antidrogas (CMA) en una de las bases que deje Estados Unidos el 31 de diciembre de 1999 "está orientado en esa misma dirección".

Illueca explicó que en el borrador de acuerdo para la constitución del CMA elaborado por Washington y Panamá, Estados Unidos introdujo una cláusula para que los contaminados polígonos sean asignados a ese organismo con el fin de entrenar a policías latinoamericanos en la lucha contra el narcotráfico.

A su juicio, "la jugada" de Estados Unidos es postergar varios años el trabajo de descontaminación, y, si fuera posible, "transferir a Panamá y otros países de la región" que se sumen al CMA el costo de la limpieza.

El experto estadounidense Rick Stauber, que durante 10 años realizó estudios en las bases y polígonos de tiro del área del canal para el Departamento de Defensa (Pentágono), confirmó al diario Panamá-América que allí existen peligrosos agentes contaminantes.

Stauber denunció en marzo de 1977 que Estados Unidos realizó en el polígono de Piña disparos antitanque con municiones cargadas con uranio agotado, las cuales fueron almacenadas luego en el lugar sin el conocimiento de las autoridades panameñas.

El experto dijo en esa ocasión que la información reunida era tan delicada que "muchos datos fueron descaradamente omitidos" en el informe final divulgado por el Pentágono.

En una entrevista telefónica con Panamá-América, Stauber reiteró su denuncia y agregó que reunió evidencias de que en la isla de San José se hicieron pruebas con varios agentes químicos o se depositaron esos productos en la década del 40.

En esa época se hicieron pruebas con la sustancia VX, "un fosfato orgánico venenoso con efectos sobre el sistema nervioso", dijo.

Ese compuesto se probó en varios sitios de Panamá que Stauber desconoce, a través de minas que luego de los experimentos fueron almacenadas en un recinto del Tropical Test Site de Cerro Tigre.

En Río Hato fue almacenado el llamado "Blood Agent", el cual, según Stauber, actúa sobre las enzimas y bloquea la entrada de oxígeno a la sangre y produce muerte por asfixia.

El "Blister Agent", que produce lesiones generalizadas en la piel, y el conocido "gas mostaza" también fueron probados y almacenados en varios puntos del territorio de este país, entre ellos France Field, de acuerdo con la versión de Stauber.

Otra parte de esos compuestos químicos fueron arrojado al mar en las costas del Caribe, mientras que en lugares como la reserva ecológica de Isla Iguana, ubicada en la costa del Pacífico de la central región de Azuero, aún se encuentran bombas sin explotar arrojadas en la década del 40 por aviones estadounidenses.

El ex funcionario del Pentágono advirtió que todos esos agentes químicos y armas, como las municiones cargados con uranio agotado, son altamente peligrosas para los humanos y que sus efectos son muy persistentes.

Sin embargo, Estados Unidos no ha revelado hasta ahora cuáles son los sitios fuera de las bases del área canalera usados para pruebas o almacenamiento de armas químicas, y cuál es el actual grado de peligrosidad de estos dispositivos. (FIN/IPS/sh/mj/ip en/98

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