SOMALIA: ONU pide 24 millones de dólares para refugiados

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) pidió hoy 24 millones de dólares para financiar la repatriación y reubicación este año de más de 400.000 exiliados de Somalia dispersos por Africa y Medio Oriente.

Los refugiados huyeron de la guerra civil que se desató en Somalia en 1991 y se encuentran en Etiopía, que recibió a 240.000 somalíes hasta el 1 de enero, y Kenia, con 134.000. Grupos más pequeños se encuentran en Djibouti, Libia y Yemen.

"El programa de repatriación se encuentra en una etapa crucial. Miles de refugiados somalíes decidieron volver a su patria, en su mayoría a la zona noroeste del país, y tenemos que ofrecer esa oportunidad a muchos más", dijo el director regional de ACNUR, Albert-Alain Peters.

ACNUR informó a IPS que las autoridades de Hargeisa, la ciudad más importante del noroeste de Somalia, acordaron recibir un total de 100.000 repatriados entre 1997 y 1998.

Para que estas personas tengan la posibilidad de recomenzar sus vidas en Somalia, ACNUR ampliará sus programas de reintegración, que en 1997 se concentraron en las zonas de Hargeisa y Boroma, a otros lugares del noroeste.

El noroeste de Somalia es la provincia de Somalilandia, autoproclamada república independiente en 1991, poco después de que el presidente Siad Barre fuera derrocado por la insurgencia.

Somalilandia, que no ha sido reconocida por otros estados ni la Organización de las Naciones Unidas (ONU), comprende la zona que solía ser Somalilandia Británica, antes de su unión a Somalilandia Francesa e Italiana para formar la república independiente de Somalia en 1960.

La provincia rebelde sufrió menos que el sur por la guerra civil que se desató tras la expulsión de Barre.

ACNUR informó que su operación de repatriación trasladó el año pasado más de 11.000 personas al noroeste, en su mayoría de los campamentos de Hartishek, en Etiopía. Este año, el organismo ayudó a volver a 8.000 refugiados más.

El organismo espera que este año retornen al noroeste 60.000 somalíes desde Etiopía y 16.500 más de otros países.

"En algunas zonas de Somalia la situación es muy alentadora. Es por ello que la gente se está inscribiendo para volver. Cuando la gente solicita la repatriación, le brindamos pleno apoyo", añadió Peters.

El pedido de 24 millones de dólares fue anunciado este viernes mientras más de 700 somalíes retornaban a su país después de siete años de exilio en Kenia.

El primer grupo de 121 refugiados se trasladó el 28 de marzo a la ciudad portuaria de Bossasso, en el noroeste de Somalia, en un avión contratado por ACNUR. Los otros fueron repatriados en un lapso de cinco días desde los campamentos de Daadab, en Kenia, a la frontera con Somalia.

Más de 115.000 refugiados somalíes fueron repatriados de Kenia desde 1992, según los últimos datos proporcionados por ACNUR. Aún permanecen unos 178.000 refugiados en territorio keniano, frente a los 420.000 que había hace seis años.

Kenia también acogió a refugiados de Burundi, República Democrática de Congo (ex Zaire), Etiopía, Ruanda y Sudán.

Kenia ya cerró 10 de sus campamentos de refugiados y sólo quedan tres. Uno de ellos se encuentra cerca de Dadaab, en la provincia del Nordeste, otro en Kakuma, al sur de la frontera con Sudán, y el tercero cerca del puerto de Mombasa, unos 500 kilómetros al sudeste de Nairobi.

El campamento de Mombasa será clausurado en abril, después de la repatriación de sus 1.400 refugiados a la isla somalí de Bajunis, explicó ACNUR.

Pero Peters expresó que otras partes de Somalia, sobre todo en el sur, aún no están preparadas para las repatriaciones.

"Las posibilidades de la vuelta de refugiados de Kenia al sur de Somalia disminuyeron luego de las fuertes lluvias y las inundaciones que afectan a la zona desde octubre. Los combates también se renovaron en Kismayo", señaló el representante de ACNUR.

La misma inquietud expresó esta semana el representante de la ONU en Somalia, Dominique Langenbacher, quien sostuvo que los enfrentamientos armados entre clanes de la ciudad portuaria de Kismayo, al sur del país, y el incremento de la delincuencia en Mogadiscio, sólo agravarán el sufrimiento del pueblo.

Trabajadores humanitarios que operan en Kismayo, ciudad portuaria próxima a la frontera con Kenia, confirmaron que 33 personas murieron y más de 100 resultaron heridas esta semana por los feroces combates entre clanes rivales, con ametralladoras y cohetes antitanques.

Langenbacher solicitó a los líderes de la región que resuelvan sus diferencias por medios pacíficos. De otra manera, "las hostilidades y el robo de provisiones humanitarias pondrán en peligro la salud y vida de civiles inocentes e impedirá que la ONU ayude a quienes corren mayor riesgo", dijo. (FIN/IPS/tra-en/mn/kb/aq-ml/pr/98

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