Los candidatos sin partido tienen hasta ahora en Perú mejores posibilidades que la oposición organizada para derrotar la aspiración del presidente Alberto Fujimori de lograr un tercer mandato consecutivo, de acuerdo con las encuestas y la magnitud de los actos públicos realizados.
El alcalde de Lima Metropolitana, Alberto Andrade, probable candidato presidencial independiente en el 2000, demostró el viernes un importante poder de convocatoria en una concentración pública que tuvo siste veces más participantes que la manifestación organizada el mismo día por el socialdemócrata partido Apra.
Andrade no fue invitado a las conversaciones que la mayoría de los partidos tradicionales realizaron en marzo, sin resultado, para intentar la creación de un frente amplio de fuerzas políticas opositoras. La oposición reprocha tibieza al alcalde de Lima ante el gobierno de Fujimori.
Andrade decidió entonces radicalizar su posición y, con la consigna de "Basta ya" y el llamado a defender la democracia, invitó a todas las organizaciones partidarias al acto público del viernes.
Ningún partido aceptó la invitación, yal vez para calibrar el real poder de convocatoria del alcalde limeño.
El Apra, que se propone encabezar la oposición a Fujimori en términos ideológicos, contra la linea económica liberal del régimen, organizó otro mitin, en desafío a Andrade.
Aunque es difícil precisar con exactitud la asistencia real a cada una de las concentraciones, realizadas a escasos 500 metros de distancia entre sí, la prensa calculó que Andrade pudo reunir entre 7.000 y 10.000 personas, frente a menos de mil en la manifestación del Apra.
Los dirigentes apristas ordenaron a sus militantes marchar hacia la Plaza Mayor de la ciudad, donde se encuentra el Palacio de Gobierno, y al hacerlo pasaron frente al mitin "andradista."
Salvo esporádicos gritos hostiles surgidos de ambos bandos, no se produjo ningún incidente cuando los dos grupos se encontraron frente a frente.
Días atrás, el Apra y los partidos Popular Cristiano y Acción Popular se rehusaron aceptar la exhortación de Andrade a participar de su mitín, en tanto otras organizaciones callaron ante la invitación o dejaron librada la respuesta a la decisión de sus partidarios.
La organización socialdemócrata fue la única que explico su rechazo en términos ideológicos, al expresar su dirigente Luis Alva que
Andrade no se ha enfrentado a "la política neoliberal del gobierno", y "pretende encarnar un fujimorismo sin Fujimori", argumentó el Apra.
La candidatura de Andrade es respaldada por quienes aprueban la línea económica de Fujimori pero rechazan su intención de lograr un tercer mandato consecutivo y su estilo autoritario de gobierno. Esos sectores también responsabilizan a los servicios de inteligencia de ataques contra los derechos humanos y civiles.
Luis Alva, principal dirigente del Apra y derrotado por Gujimori en las elecciones de 1990, declaró este sábado que "la verdadera oposición a Fujimori debe enfrentar también su línea económica. Sin ese ingrediente definitorio, es sólo oportunismo".
La atomizada izquierda legal, dividida después de su severa derrota electoral de 1995, se muestra confundida frente a la disyuntiva que le proponen el Apra y Andrade.
El marxista Alfonso Barrantes, ex alcalde de Lima y ex dirigente de Izquierda Unida, vencido en los comicios de 1985 por el aprista Alan Garcia y en 1990 por Fujimori, coincide con sus ex adversarios socialdemócratas en desarrollar una campaña electoral basada en términos ideológicos.
"Es más importante derrotar al liberalismo salvaje, culpable del desempleo, los bajos salarios y la irrupción de las transnacionales, que limitarse a luchar contra Fujimori para poner en el gobierno a otro igual que él", dice Barrantes.
Por su parte, otro ex dirigente de Izquierda Unida, Javier Diez Canseco, quien era considerado el líder marxista más radical, considera que lo más importante en este momento es derrotar el proyecto civico-militar que encarna Fujimori.
"Es una modalidad de gobierno de apariencia democrática, surgida de una alianza entre el presidente y fuerzas militares y represivas que actúan criminalmente desde las sombras para imponer el modelo económico", dijo el diputado Diez Canseco.
"Primero cerremos el paso a las intenciones de Fujimori y sus socios de la cúpula militar y de los servicios de inteligencia. No debemos dispersar nuestras fuerzas", advirtió.
Similar opinión expresaron este sábado otros asistentes al mitin de Andrade, entre los que se cuentan dirigentes de los partidos Unión Por el Perú, de Javier Pérez de Cuéllar, ex secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, del Frente Independiente Moralizador y del Partido Popular Cristiano.
Esos dirigentes, que acompañaron a Andrade en el estrado de su acto público, explicaron que sólo asistieron al acto a título personal, porque sus partidos "no han definido aún una posición respecto de las características del frente amplio antifujimorista"
Fujimori, cuya candidatura no ha sido todavía formalizada, logró 28 por ciento de la intención global de voto recogida en marzo por el instituto privado Datum, y en segundo lugar se situó Andrade, con 27 por ciento.
Detrás de Andrade figuran otras tres personalidades ajenas a los partidos tradicionales: Pérez de Cuéllar (10 por ciento) Luis Castañeda (siete por ciento) y Francisco Tudela, ex canciller de Fujimori (seis por ciento).
Los analistas creen que Fujimori debe su favoritismo a su ayuda a los damnificados por los catastróficos aludes e inundaciones causados por el fenómeno climático de El Niño.
Tambien destacan que Fujimori sólo tiene la opción de la primera vuelta electoral, donde debe superar 50 por ciento del total de votos para lograr el triunfo.
En caso de no superar ese listón, el Presidente sería derrotado en la segunda ronda, pues quien sea adversario recibiría el respaldo de todos los candidatos eliminados. (FIN/IPS/al/ff/ip/98