pesar del rechazo generalizado de la población y las protestas de varias asambleas legistativas estaduales.
La medida, que permite ahorrar energía y dinero equivalente a menos de un día de exportación petrolera (dos millones de barriles), obliga a la población a adelantar el reloj una hora a partir de este domingo.
La propaganda oficial en los medios de comunicación sobre los beneficios del cambio de horario, que se aplicará hasta octubre, no parece dar resultado.
Encuestas realizadas las últimas dos semanas por radioemisoras y periódicos indican que
Más de 70 por ciento de los entrevistados en las últimas dos semanas por radioemisoras y periódicos consideran absurda la decisión.
Padres de familia señalan que que sus hijos son obligados a salir hacia la escuela cuando aún esta oscuro, lo que afecta su rendimiento y los expone a la delincuencia. Igual argumento utilizan personas que por sus trabajo deben levantarse temprano.
Según el gobierno, el cambio de horario, medida que se aplica regularmente en 73 países, permite no sólo ahorrar energía y aprovechar la luz de la tarde, sino que también alienta los negocios con Estados Unidos, pues iguala el horario de apertura y cierre de las Bolsas de Valores de los dos países.
El cambio de horario no tiene grandes efectos, pues en México, a diferencia de países ubicados en los extremos norte y sur de la Tierra, las horas de amanecer y atardecer no sufren variaciones marcadas en el año, puntualizaron algunos expertos.
Las asambleas legislativas de los estados de Coahuila, Durango y Baja California pidieron al gobierno central la suspensión de la medida, y en otros estados se registraron marchas y el bloqueo de algunas carreteras en protesta contra la decisión oficial.
A pesar de las manifestaciones de rechazo, similares a las registradas en los dos últimos años, las autoridades advirtieron que el adelanto de la hora se realizará, pues todo ahorro de gastos, por mínimo que sea, beneficia la economía.
La lógica del ahorro "es un engaño", pues si fuera cierto, el gobierno no gastaría como lo hace en ceremonias oficiales y no abusaría de los recursos humanos que son afectados con el cambio de horario, señaló el analista Ramón Pieza.
Para decenas de padres de familia que llamaron en los últimos días a radioemisoras, el gobierno de Ernesto Zedillo actúa de forma arbitraria.
"Primero nos cargan el peso de la crisis (económica) y luego, sin ninguna consideración, toman medidas como el cambio de horario. Como siempre, demuestran que el pueblo no les importa", dijo Manuel Carrillo, un trabajador de la construcción.
Según portavoces oficiales, las molestias que produce el adelanto de una hora en los relojes es temporal. En menos de un mes la población ya estará acostumbrada, aseguran. (FIN/IPS/dc/ff/ip/98