MEXICO: Asfixiados entre automóviles

Todo desplazamiento en la capital de México llevará entre seis y ocho minutos adicionales antes de finalizar el año y aumentará la ya alta contaminación, debido al ingreso de 160.000 nuevos automóviles a la sobrecargada y caótica red vial de la ciudad.

El pronóstico fue realizado por la Sociedad Mundial del Futuro, y difundido este viernes por la radioemisora Red. El grupo no gubernamental sostiene que el incremento descontrolado de la cantidad de vehículos es uno de los principales problemas del área metropolitana de México.

En la capital y la zona urbana que la rodea, donde residen en total 20 millones de personas, hay actualmente 4,3 millones de automóviles que no sólo provocan problemas de tránsito, sino que afectan el ambiente y el equilibrio psicológico de muchos habitantes de la ciudad.

La cantidad de vehículos en el área metropolitana creció cinco veces en los últimos 27 años, y la consiguiente presión obligó a extender a más de 17.000 kilómetros la red de calles, ejes viales y avenidas.

El explosivo aumento se debió al retraso o fracaso del desarrollo de planes de transporte alternativo y eficiente, más rápido y menos contaminante, reconocen la autoridades.

La calidad del aire en ciudad de México, deteriorada por la emisión de gases y partículas contaminantes. sólo es satisfactoria en la quinta parte del año.

Los habitantes emplean en promedio entre 45 minutos y un hora para desplazarse dentro de la ciudad, el mismo tiempo que hace dos décadas hubiese sido suficiente para abandonar la zona urbana.

Para fines de año, los capitalinos deberán salir seis u ocho minutos más temprano de su hogar si desean llegar con puntualidad a su lugar de trabajo o estudio, pues el tráfico será mayor y tomará más tiempo trasladarse.

El portavoz del grupo Greenpeace en México, Alejandro Calvillo, sostiene que la falta de transporte público eficiente contribuyó a transformar el vehículo privado en símbolo de condición social y en la meta de miles de personas.

El sociólogo José Luis Lezama, del Colegio de México, piensa distinto. El automovil ya no es emblema de ascenso social, sino un "medio para sobrevivir en una ciudad donde el transporte público es un peligro".

Cualquiera sea la interpretación, la consecuencia del crecimiento del parque de automóviles es mayor una exposición de la población a la contaminación, la destrucción de zonas verdes y el aislamiento y agresividad de los conductores y peatones.

Cincuenta y cinco por ciento de los habitantes de la capital se desplazan en autobús, 16 por ciento en automóvil particular, y el resto, en el tren subterráneo, en taxi, en bicicleta o a pie.

Así mismo, dos millones de personas padecen neurosis en un grado que requiere atención médica, según informes especializados.

Un estudio de Greenpeace afirma que las concentración más alta de contaminantes no se produce en las calles, sino en el interior de los vehículos privados y públicos.

"Los pasajeros que viajan 45 minutos o más en minibús, o 40 minutos en automóvil particular, se exponen a concentraciones de monóxido de carbono por encima de las normas de la calidad del aire", de acuerdo con Greenpeace.

Cerca de 70 por ciento de los vehículos que circulan por la capital y zonas aledañas son modelos anteriores a 1991, que no cuentan con convertidor catalítico, un mecanismo que filtra la emisión de contaminantes.

Cada día se consumen en la capital más de 44 millones de litros de combustible.

Expertos urbanistas advierten que si las autoridades no concretan su promesa de mejoramiento del transporte público y no desalientan el uso del automóvil, el paisaje futuro de la ciudad de México será el de una gran avenida atorada de vehículos. (FIN/IPS/dc/ff/en tr/98

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