El déficit fiscal de Honduras, estimado en 190,8 millones de dólares, impide firmar una carta de intención con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pese a los esfuerzos de este país centroamericano por cumplir con los requisitos fijados por el organismo multilateral.
La ministra hondureña de Finanzas, Gabriela Núnez, dijo este martes que los técnicos del FMI se marcharon "preocupados por el alto déficit fiscal" y si bien confían en una disminución, la negociación para un acuerdo se prolongará por más tiempo".
La delegación del organismo multilateral, que dejó Honduras el lunes pasado, reconoció los esfuerzos del gobierno en materia de reducción del gasto público durante 1997, señaló Núñez, pero "la cuestión del déficit no los convence", y esto impide negociar acuerdos de corto plazo.
La misión, que debía dar el visto bueno para suscribir en los próximos dos meses una carta de intención que abriría la puerta a nuevos empréstitos internacionales y la renegociación de la deuda con el Club de París, no avaló el aumento salarial a los empleados públicos decidido por el gobierno anterior.
El gobierno del ex presidente Carlos Reina, que concluyó en enero de 1998, acordó a fines del año pasado aumentos salariales con médicos, empleados del sector salud y los maestros, que según la delegación del FMI, "dispararon" el presupuesto anual del país, estimado en un poco más de mil millones de dólares.
"Aunque estamos revisando el presupuesto para achicarlo en un 10 por ciento, el problema del gasto siempre será considerable", manifestó la ministra de Finanzas.
Honduras necesita suscribir una carta de intención con el FMI para poder accesar a nuevos préstamos, mantener la credibilidad internacional y renegociar su deuda externa de más de 750 millones de dólares con los miembros del Club de París.
En 1997, el FMI decidió suspender la firma de un acuerdo financiero con Honduras por incumplimiento en las medidas de ajuste, obligándolo a suscribir un programa monitoreado que limitó el desembolso de recursos previstos para el país.
El presidente Carlos Flores propuso, al asumir el gobierno en enero, una especie de "reingeniería" económica, pero hasta el momento no se perfila una política definida en materia fiscal, monetaria, comercial y económica.
Pero este hecho no significa que "no tengamos un programa monetario ni fiscal, sino que vamos analizando las cosas con pausa para poder hacer lo correcto", comentó la ministra de Finanzas.
"Una vez definida nuestra estrategia, las negociaciones con el FMI serán rápidas y fáciles. Sólo hay que esperar el momento", puntualizó.
No obstante, la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa publicó pronosticó recientemente un repunte inflacionario para fin de año y demanda acciones concretas en materia de política económica y fiscal.
"Debe corregirse el problema del déficit para evitar un repunte inflacionario", advirtió el presidente de la Cámara, Antonio Tavel, y añadió que el gobierno debe iniciar ya la recaudación tributaria.
Tavel reclamó la reducción de aranceles, el impuesto sobre la renta para el sector privado y las tasas de interés bancario. Si estas medidas no son tomadas a tiempo, la economía hondureña podría enfrentar un estancamiento, afirmó. (FIN/IPS/tm/ag/if/98