GUATEMALA: Cultura forestal para las comunidades indígenas

Las comunidades rurales del altiplano de Guatemala, en su mayoría indígenas tradicionalmente olvidados en su pobreza, se han visto estimuladas por el Programa Extensión Forestal en la Cuenca Alta del río Chixoy.

El manejo y conservación de esta cuenca, en la zona central de Guatemala, es de suma importancia ya que en ella se ubica la central hidroeléctrica de Chixoy, la principal fuente de energía de este tipo del país.

El Programa se propone incorporar a 3.100 familias de la cuenca alta del río Chixoy en actividades de extensión forestal, como viveros forestales, parcelas demostrativas agroforestales y silvopastoriles, plantaciones forestales y producción y distribución de cocinas que ahorran leña.

La Unidad Ejecutora del Proyecto Chixoy, del Ministerio de Agricultura, adjudicó al Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) la ejecución del subcomponente de Extensión Forestal, en licitación pública internacional.

La cuenca alta del río Chixoy es un área de 5.500 kilómetros cuadrados, que cubre 32 municipios en seis departamentos.

El 88 por ciento de la población de la zona son indígenas de origen maya, 93 por ciento de los cuales habla el idioma quiché. Prevalece el minifundio, la agricultura tradicionalista de autoconsumo y de subsistencia, y los pobladores sobreviven en condiciones de pobreza y extrema pobreza.

Lorenza Cifuentes, una campesina de 34 años de la comunidad Los Alisos del noroccidental departamento de Huehuetenango, dijo a IPS que le gusta trabajar en el proyecto porque siembran árboles en su terreno y, además, tiene la esperanza de conseguir una cocina.

Anacleta Cuyux, que se desempeña como promotora forestal en el municipio de Momostenango, explicó que trabaja en el vivero, donde preparan el semillero, trasplantan, embolsan la tierra y cuando ya están grandes las reparten a los asociados.

"Los alisos son para agroforestal, van entre la milpa (maíz) o en las terrazas, el pino y el ciprés en cambio son para reforestación", porque de lo contrario perjudica los cultivos, añadió.

Uno de los principales atractivos del Proyecto para los campesinos son las cocinas, que ahorran hasta 40 por ciento de leña, poseen una chimenea que saca el humo hacia el exterior, reducen el riesgo de quemaduras y son limpias.

"Otro beneficio para nosotras las mujeres son las estufas (cocinas), porque ya no nos afecta el humo, ya no nos quemamos, en cambio cuando hacíamos fuego en el piso se levantaba la ceniza y los niños se quemaban, aparte de que se ahorra mucha leña", afirmó Cuyux.

"Cuando se hizo esta estufa ya nos gustó estar aquí porque hay calorcito y no hay humo", dijo León Xiloj, un campesino de 40 años. "Ahora voy a agrandar la cocina porque todos queremos estar aquí, nos sentamos a comer y también nos reunimos a platicar".

También señaló que el Proyecto les ha brindado ayuda para reforestar y proteger los suelos.

"La reforestación es importante porque podemos sembrar 20 árboles y botamos (tiramos) uno, pero si sólo vamos a botar y botar entonces no nos queda nada y eso es lo que le dejaríamos a nuestros hijos… nada pues", reflexionó Xiloj.

La asistencia técnica aportada por el Subcomponente de Extensión Forestal en el Proyecto Chixoy se sustenta en un equipo de profesionales en Ciencias Agrícolas y Forestales asesorados y supervisados por el CATIE, institución con una amplia experiencia internacional en recursos naturales renovables.

El ingeniero agrónomo Julio Carpio, experto en recursos forestales, dijo a IPS que dentro de las alternativas del proyecto Chixoy está la producción de árboles de crecimiento rápido, asociados a los cultivos, así como el establecimiento de plantaciones forestales y frutales.

También contempla la introducción de formas de cocción de alimentos que consumen menos leña y la promoción de sistemas agroforestales, contando con participación de grupos organizados de agricultores.

Estas opciones, dijo Carpio, son la base fundamental del desarrollo forestal comunitario, los que garantizan la sostenibilidad de los recursos naturales renovables de la Cuenca Alta del Río Chixoy.

"El valor económico, ecológico y cultural que posee la conservación y manejo de cuencas es incalculable, en vista que en este proceso interviene el uso de los recursos naturales", dijo el ingeniero Francisco Moscoso, coordinador del Proyecto CATIE- Chixoy.

"De su buen manejo y aprovechamiento depende la calidad del ambiente y el bienestar del hombre", añadió.

Por otra parte, la participación de niños y niñas del área rural en el proceso de conservación y protección del bosque, en especial en agroforestería y reforestación, ha permitido continuar a nivel familiar la tradición de labrar la tierra y de aprovechar el bosque.

La recuperación de los recursos naturales renovables es compromiso de todos, para poder así legar a las nuevas generaciones la tierra que ellos se merecen, concluyeron. (FIN/IPS/cz/ag/dv-en/98

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