Los gobiernos de Chile y Estados Unidos decidieron aprovechar la II Cumbre de las Américas para revisar sus relaciones bilaterales, un proceso que se inicia este jueves con la llegada del presidente Bill Clinton a Santiago.
"Se preparó una detallada agenda", advirtió este miércoles el ministro de Relaciones Exteriores chileno, José Miguel Insulza.
Clinton es el primero de los 33 presidentes convocados a la Cumbre que llega a Chile. Pero sus primeras 48 horas en este país serán dedicadas a una visita oficial bilateral que incluye reiteradas y muy privadas reuniones con el anfitrión Eduardo Frei.
La II Cumbre de las Américas con 34 mandatarios incluyendo el de Chile, se realiza los días sábado y domingo.
Los temas entre Chile y Estados Unidos abundan, desde el narcotráfico hasta los "cielos abiertos", de los cazabombarderos a los champiñones, del comercio a la educación. Y, por cierto, también afinarán detalles sobre el temario de la Cumbre.
El tema comercial es sin duda uno de los más importantes, e Insulza dijo que se reactivará un Consejo de Comercio e Inversiones de carácter bilateral, negociado por primera vez en 1991.
Las negociaciones para este Consejo fueron desactivadas cuando se abrieron las puertas políticas para la incorporación de Chile al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), conocido por su sigla en inglés como Nafta.
Desde entonces este país sudamericano logró acuerdos bilaterales con México y Canadé, pero se empantanó su acercamiento a Estados Unidos, el tercer socio del TLC, dado que Clinton no logró el "fast track" o vía rápida, necesaria para negociar acuerdos comerciales.
El Consejo ahora cumpliría con la tarea de facilitar el comercio y resolver los conflictos que pudieran plantearse en este campo.
Los conflictos existen y forman parte de la agenda. Productos chilenos como el salmón, la madera y los champiñones enfrentan en Estados Unidos una serie de demandas que podrían menoscabar sus posibilidades de acceso a ese mercado.
"Todos estos conflictos pueden solucionarse mucho más rápidamente si hay una conversación directa entre ambos mandatarios", advirtió el embajador chileno en Washington, John Biehl.
"De 100 temas que manejamos con Estados Unidos, tenemos unos cinco conflictos", añadió el diplomático.
Las autoridades chilenas, que en un principio lamentaron la ausencia del "fast track" como un gesto negativo para el libre comercio, ahora obvían ese factor y están concentradas en lograr que la Cumbre de Santiago impulse el Area de Libre Comercio de las Américas o ALCA.
"El 'fast track' es una obsesión chilena", aseguró Biehl. El ALCA se negociará hasta el 2005, y se espera que cuando llegue el momento de las aprobaciones el mandatario de Estados Unidos, sea quien sea, cuente con la atribución de la vía rápida.
Los dos países llegan a esta revisión bilateral con una balanza comercial que superó los 7.000 millones de dólares en 1997, favorables a Estados Unidos que compra a Chile productos por 2.674 millones.
Más allá del intercambio, está previsto que los dos mandatarios conversen sobre el tema del narcotráfico, uno de los asuntos a debatirse en la Cumbre, en especial en el caso de la "certificación" de países, practicada hasta ahora por Estados Unidos.
El canciller chileno dijo que este país preferiría un método de certificación multilateral "centrado en la Organización de Estados Americanos" y en su Comisión Interamericana para el Control y Abuso de Drogas.
También está previsto abordar la propuesta para abrir una oficina de la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA, en el norte de Chile, una zona de intenso tránsito de estupefacientes. Insulza dijo que su instalación es factible, pero sólo para información, sin atribuciones operativas.
En el campo de la aviación debería abordarse la perspectiva de aprobar dentro de poco tiempo un acuerdo de "cielos abiertos" para liberar el tráfico aéreo entre empresas de los dos países. Pero no será la única conversación sobre aviones…
Se espera que los presidentes hablen de una compra de aviones cazabombarderos anunciada por Chile y se supone que Clinton abogará por los F-16, fabricados por una compañía estadounidense.
La educación es uno de los temas más destacados por los dos gobiernos, y se presume que abarcará parte de la declaración conjunta prevista para el mismo jueves, antes de ser abordado con otros socios americanos en la cumbre.
Clinton y Frei no tenían una reunión oficial desde febrero de 1997, cuando el mandatario chileno estuvo de visita en Washington. "Ellos se entienden muy bien y hablan con mucha franqueza de todo", aseguró Biehl.
Para Chile, se trata de la tercera visita oficial de un presidente de Estados Unidos, y con sus 48 horas de duración también es la más larga. Dwight Eisenhower estuvo en Santiago en 1960, y George Bush lo hizo en 1990.
Durante el día jueves los dos mandatarios estarán en Santiago, y el viernes se dirigirán a Valparaíso, a 120 kilómetros al oeste de la capital, para que Clinton hable ante el Congreso chileno, que tiene su sede en esa ciudad portuaria.
En el Congreso harß una alabanza al proceso democrático chileno, que atraviesa por un largo permodo de transición. Uno de los espectadores del discurso de Clinton podría ser el ex dictador Augusto Pinochet (1973-90), el primer senador vitalicio de esta nación.
Visitas a una barriada marginal, a una localidad rural, a un colegio, son mencionadas como parte de la agenda del presidente visitante.
Pero los chilenos están más cautivados por las medidas de seguridad de Clinton en medio de anuncios de que la agenda es sólo tentativa hasta última hora, para evitar la planificación de conspiraciones.
Este miércoles llegó a una base aérea cerca de Santiago un inmenso avión Galaxy cargado con cuatro limosinas blindadas, camionetas de escoltas e incluso algunos helicópteros.
Un matutino de la capital, entretanto, publicó enormes titulares anunciando un "memorándum secreto" con todas las medidas de seguridad previstas en un lujoso hotel de la capital donde se alojarán Clinton y su comitiva de más de 800 personas, entre ellas su esposa Hillary.
Una vez concluida la visita bilateral, Clinton participará en la cumbre de 34 mandatarios, así que en total estará cuatro días en Chile. (FIN/IPS/lc/ggr/ip/98