La delegación de Estados Unidos manifestó hoy satisfacción por los resultados de la II Cumbre de las Américas, pero no dio señales de transar en temas fundamentales para sus socios, como el combate al tráfico de drogas, Cuba y el libre comercio.
"La certificación es una ley pasada por nuestro país", advirtió el embajador especial de Estados Unidos para América Latina, Thomas McLarty, al referirse a la polémica estrategia de sancionar unilateralmente a naciones que en opinión de su gobierno no logran avances contra el tráfico de drogas.
Este fue uno de los temas sensibles de la Cumbre, donde los latinoamericanos presionaron para reemplazar ese mecanismo unilateral por una fórmula multilateral, en el marco de una actitud de cooperación que fue anunciada por la declaración de la II Cumbre, suscrita este domingo en Santiago.
Pero McLarty fue terminante al referirse a la posición de su país: "la apoyamos (la certificación) mientras sea una ley de nuestro país", con lo cual queda desactivada la posibilidad de eliminar ese mecanismo unilateral como resultado concreto de las negociaciones en Chile.
Cuba fue otro de los temas comentados por los delegados de Estados Unidos, que este domingo analizaron los resultados de la Cumbre.
"Hay algunos desacuerdos", admitió McLarty, quien dijo que el tema de Cuba fue tratado por los presidentes "un par de veces", y que tal vez sería abordado nuevamente este domingo en los últimos encuentros.
La mayor parte de los presidentes y ministros latinoamericanos consultados manifestaron su rechazo al bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba y reiteraron su interés por encontrar vías para la participación de ese país.
Pero al mismo tiempo coincidieron en su interés porque en ese país haya un gobierno democrático. McLarty comentó que en torno a este tema "hay acuerdo y esperanzas".
Cuba no participa en la Organización de Estados Americanos (OEA), de donde fue marginada en 1962, ni en ningún otro mecanismo interamericano, que constituyen la base de la Cumbre de las Américas.
El secretario de Estado adjunto para asuntos latinoamericanos de Estados Unidos, Jerry Davidow, dijo que los presidentes de la región entendieron la forma en que el tema cubano afecta a Washington.
Consultado si recursos generados por compromisos de la Cumbre podrían reorientarse hacia Cuba en medio de una difícil situación económica, Davidow fue irónico: "nos encantaría ayudar a la restructuración económica de la Cuba democrática".
Otro de los temás polémicos es el del comercio, en particular porque el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, llegó a la Cumbre sin facultades para que sea viable una negociación, mientras se acumulan los reclamos por actitudes proteccionistas de su país.
Clinton se comprometió en Santiago a conseguir la "vía rápida" del Congreso, que le permitiría concluir con éxito la negociación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), lanzada este domingo en Chile.
En tanto, productos como el salmón chileno o el azúcar brasileña enfrentan medidas proteccionistas.
"Creo que tenemos un mercado grande y abierto", se defendió Davidow, advirtiendo que los problemas planteados por el comercio con Estados Unidos son menores que los generados por el intercambio con otras regiones, como Europa o Asia.
Davidow también lamentó que haya una percepción diferente "originada en productos específicos", mientras reiteraba el compromiso con el ALCA y advertía que su país puede negociar sin necesidad de vía rápida.
Consultado sobre el caso de Chile, al que la administración Clinton invitó a negociar un acuerdo de libre comercio hace cuatro años sin que se concretara ningún avance tras el rechazo de la "vía rápida", Davidow descartó que el retraso sea culpa de su país.
"Nosotros estamos listos para iniciar negociaciones esta tarde, fue el gobierno chileno el que no quiso dar comienzo a este proceso ante la ausencia de la vía rápida", dijo el funcionario estadounidense.
Las autoridades económicas chilenas consideraron que realizar estas negociaciones sin que Clinton tuviera las atribuciones del Congreso para concretar acuerdos sin consultar a los legisladores, sería un ejercicio condenado al fracaso.
Ante las reiteradas preguntas de los periodistas sobre el compromiso de Washington ante el ALCA, Davidow subrayó que "no es Estados Unidos el que creará el ALCA, son los 34 países".
La II Cumbre de las Américas se realizó este fin de semana en Santiago de Chile, y concluyó con la firma de una declaración presidencial y un plan de acción continental. (FIN/IPS/lc/ag/98