El espectacular crecimiento del comercio de Uruguay deberá robustecerse aún más como resultado del acuerdo de complementación que el Mercosur firmará el día 16 con la Comunidad Andina (CA).
Aunque el acuerdo marco entre los dos bloques sudamericanos, que se firmará en Buenos Aires, no tendrá efecto inmediato en el comercio, "es el primer paso" para consolidar el libre comercio en el continente a partir del 1 de enero del año 2000, dijeron a IPS fuentes del gobierno uruguayo.
Los analistas basan su pronóstico en el resultado que el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) tuvo para el comercio exterior uruguayo, pese a las dificultosas negociaciones con la CA (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela).
Bolivia tiene un acuerdo de desgravación con el Mercosur, por lo que tendrá un papel de observador, mientras que Chile, que no integra ninguno de los dos bloques, tiene un acuerdo de libre comercio con el Mercosur y regula su comercio con la CA mediante convenios bilaterales.
Desde su gestación, el 26 de marzo de 1991, el Mercosur se convirtió en la cuarta potencia comercial del mundo, detrás de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón.
Con una población de unos 200 millones de habitantes y una superficie de 12 millones de kilómetros cuadrados, el Mercosur tiene hoy un producto interno bruto (PIB) que es el 80 por ciento de América del Sur.
La CA tiene 104 millones de habitantes, cuatro millones de kilómetros cudrados y un PIB de 248 millones de dólares.
Para el gobierno uruguayo, el Mercosur "es el proyecto político más importante" desde su independencia y "se extenderá" mediante los acuerdos con la CA y con la Unión Europea, que abarca los terrenos culturales, educativos, ambientales y laborales.
Hasta mediados de la década del 70, el mercado interno era el factor decisivo para la producción uruguaya, pero la situación comenzó a revertirse a partir de 1991 y hoy el principal cliente de la producción uruguaya es el Mercosur.
En 1991, a los socios del bloque se destinaba el 36,2 por ciento de las exportaciones y a fines de 1998 le comprarán a Uruguay el 49 por ciento de su producción, estiman expertos. Durante 1997, sólo Brasil compró el 35 por ciento de la producción uruguaya.
Esta situación de dependencia del Mercosur, sujeta a los avatares económicos de los dos socios mayores, Argentina y Brasil, es una de las principales preocupaciones del gobierno uruguayo, que busca aumentar la presencia comercial en mercados de ultramar.
Por otro lado, se observa con tranquilidad que la relación entre Argentina y Brasil, que generaba incertidumbre por su histórica confrontación, se transformó en complementaria, aunque aún se producen sacudones por decisiones arancelarias unilaterales.
Un informe realizado con el respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) al que tuvo acceso IPS destaca como otro de los factores favorables para Uruguay la inversión privada.
Esa inversión en el socio más pequeño del Mercosur, de 45 millones de dólares en 1984, se había multiplicado casi por 14 en 1996, cuando trepó a 625 millones de dólares.
El informe señaló que el Mercosur también habilitó un aumento de las inversiones en infraestructura en la región, en base a redes viales y la intereconexión energética.
Las primera será canalizada a través del eje vial San Pablo- Buenos Aires y Valparaiso (Chile), que tendrá como complemento el puente que unirá Buenos Aires con la ciudad uruguaya de Colonia sobre el Río de la Plata, de 45 kilómetros, el más largo de América Latina.
El otro proyecto es la hidrovía, que uniría los ríos de los países del Mercosur y daría salida al mar a Bolivia, pero está sujeto a la decisión de Brasil, que se resiste al actual trazado porque tendrá impactos negativos en el Pantanal, el mayor humedal del mundo.
Las obras de dragado para la hidrovía realizadas hasta el momento y los estudios de impacto ambiental han implicado un "compromiso de inversión" de mil millones de dólares, según el informe financiado por el BID y el PNUD.
En materia de interconexión eléctrica y de gas natural, realizadas o programadas en un plazo inmediatao, las inversiones han superado los 500 millones de dólares.
El informe también destaca como un logro del Mercosur la "cláusula democrática", firmada por los presidentes en junio de 1996 tras "acontecimientos de desestabilización política" en Paraguay, con el frustrado de golpe de Estado protagonizado en abril de ese año por el general Lino Oviedo.
Esta cláusula implica que no podrá integrar el bloque ningún país cuyo régimen no sea democrático.
La cuestión cobró actualidad por primera vez desde 1996, nuevamente como resultado de acontecimientos políticos en Paraguay que pudieran determinar una intervención militar para impedir la postulación de Oviedo como candidato presidencial del gobernante Partido Colorado. (FIN/IPS/rr/ag/ip/98