Aunque opacado por el tema comercial, el millonario Plan de Acción Hemisférico sobre Educación que analizan los gobernantes en Santiago se perfila como uno de los resultados más trascendentales de la II Cumbre de las Américas.
El programa destinado a la modernización y mejoramiento de la calidad de la Educación contará con recursos para su ejecución del orden de los 20.000 millones de dólares, indicó el canciller chileno José Miguel Insulza.
La importancia estratégica de esta iniciativa está refrendada por la presencia de los ministros de Educación en las delegaciones de los gobernantes que protagonizan la cita cumbre este sábado y domingo.
El titular chileno de este ramo, José Pablo Arellano, se reunió el miércoles con 14 de sus colegas del hemisferio que adelantaron su llegada a Santiago para afinar los últimos detalles del plan de acción.
Los recursos para los programas de mejoramiento de los ciclos regulares de escolaridad, como así mismo para la capacitación de adultos, serán aportados por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
El sueño de que hasta la última escuela rural del último rincón de cualquier país latinoamericano o caribeño pueda contar al menos con un computador en los primeros años del nuevo milenio es uno de los objetivos de este ambicioso plan.
El presidente de Chile Eduardo Frei, como anfitrión de la cita de gobernantes, propuso en noviembre de 1997 que este tema fuera el "eje vertebral" de la cumbre como una suerte de sustituto ante la incertidumbre que en ese entonces afectaba al comercio.
Era ya evidente que el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, llegaría a Santiago sin que el Congreso le hubiera otorgado la facultad de la vía rápida (fast track), concebida como acta de fe en el futuro del Area de Libre Comercio de América (ALCA).
Las negociaciones para crear el ALCA a partir del año 2005 serán lanzadas formalmente este domingo, aún sin el fast track, tras el consenso que alcanzaron los ministros de comercio del continente, reunidos en San José en marzo.
No obstante, la propuesta educacional tomó "vuelo propio" desde que Arellano la planteara en nombre de Frei en la reunión de ministros de Educación del hemisferio, realizada en Ciudad de México en noviembre del año pasado.
En la reunión número 11 del Grupo de Implementación de la Cumbre (GRIC), efectuada en Washington entre el 9 y el 11 de diciembre, terminó de elaborarse el programa de nueve puntos que será sometido ahora a la aprobación de los gobernantes.
La propuesta irá incorporada al Plan de Acción que será suscrito en Santiago, el cual contendrá las tareas y compromisos a impulsar hasta la tercera cumbre, prevista en principio para el año 2001 en Canadá.
El gobierno chileno recogió y sistematizó uno de los objetivos generales aprobado en la I Cumbre de las Américas, que tuvo lugar en Miami en diciembre de 1994.
Allí se planteó que para el año 2010 se debe asegurar en todo el continente el acceso y permanencia en la educación primaria del 100 por ciento de los menores y en la enseñanza media o secundaria de por lo menos 75 por ciento de los alumnos.
Se habló igualmente de una "educación de calidad", para advertir que no basta con masificar la enseñanza si no se introducen reformas que conduzcan hacia su mejoramiento y modernización.
El Plan de Acción sobre Educación apunta a enfrentar la situación de pobreza que afecta a unos 200 millones de latinoamericanos, denunciada, al menos en la retórica en la declaración política de la primera cumbre.
Para Genaro Arriagada, embajador especial chileno para la planificación de la agenda de esta segunda cumbre, educación y capacitación son también herramientas para combatir la creciente desigualdad en la distribución de los ingresos.
El plan tendrá que hacerse cargo entonces de una serie de fenómenos advertidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco) y otros organismos mundiales y regionales.
Según Unesco, si bien la cobertura de educación primaria llega prácticamente a 100 por ciento en el continente, sólo 50 por ciento de los niños que salen del sistema escolar "son capaces de comunicarse por escrito como lo requiere la sociedad contemporánea".
En el ámbito de los mayores de 15 años, la agencia de Naciones Unidas prevé que la tasa de analfabetismo absoluto en América Latina y el Caribe, de 15,2 por ciento en 1990, se reducirá a 11,4 por ciento al fin del milenio.
La Comisión Económica para América Latina (Cepal) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), advirtieron a su vez el vínculo entre universalización y mejoramiento educacional, pobreza y erradicación del trabajo infantil.
En la mayoría de las áreas urbanas de la región, tres de cada cuatro personas entre 13 y 17 años de edad que trabajan, no estudian, lo cual les significará un lastre considerable a la hora de aspirar a mejores condiciones de empleo y de vida.
Cepal y Unicef reivindican el gasto en educación como una de las inversiones más rentables, tanto por los mejoramientos en productividad, como por los ingresos adicionales que representa para los trabajadores un mayor nivel de instrucción.
Una de las grandes contradicciones entre la toma de conciencia sobre la importancia de la educación y la realidad, está en las bajas remuneraciones de los profesores, cuya profesión sigue siendo una de las de "menor status" en el continente.
El desarrollo de programas integrales de valorización y profesionalización de los docentes, con una formación continua y la incorporación de incentivos para su perfeccionamiento es una de las propuestas básicas del plan que aprobarán los presidentes. (FIN/IPS/ggr/ag/dv/98