El gobierno, los empresarios y los sindicatos de Italia se comprometieron a luchar dentro y fuera de fronteras contra el trabajo infantil, que afecta a 250 millones de niños y niñas en todo el mundo.
La ministra italiana de Solidaridad Social, Livia Turco, firmó en nombre del gobierno "Carta de compromisos" contra la explotación de menores junto con representantes de trabajadores y el sector privado.
La firma del documento se efectuó el jueves, cuando se cumplió el tercer aniversario de la muerte de Iqbal Masih, asesinado a los 12 años por la mafia de las alfombras de Pakistán y considerado en todo el mundo símbolo de los niños esclavizados.
El gobierno, los sindicalistas y los empresarios italianos se comprometieron en la Carta a erradicar la explotación de los niños y a combatirla incluso en el extranjero.
Las partes acordaron desarrollar medidas de represión y prevención, sobre todo para evitar el abandono de la escuela. "Debe quedar claro que esto no es un libro de los sueños, sino un programa concreto", expresó Turco.
Los acuerdos internacionales establecen que la edad mínima para trabajar es de 15 años, pero en los países en desarrollo se apela con frecuencia a la mano de obra infantil.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó que 250 millones de niños entre cinco y 14 años de edad explotados en haciendas y fábricas de todo el mundo. En América Latina se calcula que son 17,5 millones, en Africa, 80 millones y en Asia, 153 millones.
En Italia hay entre 250.000 y 300.000 menores trabajadores.
"Haremos respetar esta Carta por amor o por la fuerza, porque el trabajo de los menores debe ser erradicado de Italia y del extranjero", dijo el jefe del gobierno de centroizquierda del país europeo, Romano Prodi.
El gobierno bloqueará todo incentivo a empresas italianas que fuera de fronteras hagan caso omiso de las normas sobre la explotación de niños y niñas. Prodi informó que el primer balance se efectuará dentro de un año.
El gobierno, los sindicatos y los empresarios se propusierpn en la Carta combatir el turismo sexual, para lo que crearon una lista de las agencias de viajes que se adhieran a la campaña.
Además, acordaron favorecer el regreso a la escuela de aquellos niños y niñas que abandonaron sus estudios, sostener económicamente a las familias necesitadas e incrementar los controles preventivos y represivo del trabajo infantil.
Marida Bolognesi, presidente de la Comisión de Asuntos Sociales de la Cámara de Diputados, recordó que los instrumentos jurídicos para implementar la Carta ya existen en Italia.
Además, existen los fondos necesarios para desarrollar la campaña, 500 millones de dólares provistos en la última ley de presupuesto, expresó Bolognesi.
Con esta Carta, Italia se coloca a la vanguardia de la lucha contra el trabajo infantil, dijo el secretario de la Confederación General del Trabajo (CGIL), Sergio Cofferati.
El sindicalista recordó que esta es la primera vez que las tres confederaciones sindicales y la central patronal Confindustria suscriben un compromiso formal para combatir el trabajo de los menores.
Cofferati lanzó en enero, en un viaje a India, una dura acusación contra la explotación de los niños del mundo en desarrollo. Las empresas italianas que invierten en esos países reciben, por lo general, ayuda del gobierno, advirtió.
Los empresarios deben saber que "el trabajo de los menores no es solamente una violación de los derechos fundamentales, sino que constituye una alteración en el juego de la competencia", agregó.
"Ninguna razón económica o productiva puede justificar la explotación del trabajo de los menores", declaró, por su parte, el presidente de la Confindustria, Giorgio Fossa.
El portavoz de los Verdes, Luigi Manconi, invitó al jugador brasileño de fútbol Ronaldo a unirse a la campaña contra la explotación de menores.
Ronaldo aceptó, a pesar de que tiene un contrato con la empresa Nike, una multinacional estadounidense acusada de explotación de niños y niñas en sus fábricas de pelotas de Indonesia.
El partido Refundación Comunista, que apoya al gobierno de centroizquierda, sostuvo que la selección italiana de fútbol no debería aceptar indumentaria de Nike.
"En el Mundial serán utilizadas pelotas y zapatos producidos también con el trabajo de los niños esclavos del sudeste asiático", dijo Manconi.
Ronaldo aceptó la invitación y se declaró dispuesto a participar en la campaña "para dar a todos los niños del mundo la posibilidad de jugar también su partido". (FIN/IPS/jp/mj/hd/98