El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) demandó que el reclutamiento de niños y adolescentes para conflictos militares sea considerado como un crimen de guerra y juzgado como tal.
La directora ejecutiva de UNICEF, Carol Bellamy, dijo que la Corte Penal Internacional (CPI), cuya creación es objeto de negociaciones entre los países, deberá dar "una clara señal" indicando que las atrocidades cometidas contra los niños durante las guerras no quedarán sin castigo.
"Es inaceptable que los lugares donde los niños deberían estar seguros y protegidos sean considerados como objetivos durante los conflictos", añadió.
UNICEF dijo que la CPI debe actuar contra el reclutamiento de menores sin importar si son utilizados como combatientes en el frente o en posiciones de apoyo como mensajeros, cocineros, choferes y otros.
La creación de la Corte Penal Internacional Permanente contra los Crímenes de Guerra, el Genocidio y los Crímenes contra la Humanidad será decidida durante una reunión de un mes que se realizará en junio en Roma.
Bellamy dijo que, durante los conflictos, los niños son vulnerables a los horrores de la guerra y resultan manipulados por soldados adultos y oficiales. "Si permitimos que esta situación continúe, estaremos violando los derechos de la infancia".
La Oficina del Representante Especial de las Naciones Unidas para los Niños en los Conflictos Armados informó que, durante la década pasada, dos millones de niños fueron asesinados en acciones de guerra.
Unos 250.000 menores han sido reclutados como soldados en una treintena de conflictos alrededor del mundo, algunos de ellos de tan sólo ocho años.
Otros 12 millones de niños perdieron su hogar como resultado de los conflictos, mientras que la mitad de los 53 millones de refugiados y desplazados del mundo también son niños, y con frecuencia huérfanos.
Por otra parte, los estudios revelan que 90 por ciento de las personas afectadas por los conflictos son civiles, una cantidad muy superior al cinco por ciento de los tiempos de la primera guerra mundial.
"Somos testigos de uno de los crímenes más abominables, justo en vísperas del nuevo milenio", afirmó el Representante Especial de las Naciones Unidas, Olara Otunnu.
Otunnu planificó una visita a varios países donde se acusa a los gobiernos o a fuerzas subversivas de abusar de los niños durante la guerra. "La lista de países comprometidos es larga", comentó.
La lista incluye a Sri Lanka, Liberia, Burundi, República Democrática de Congo y Mozambique. UNICEF planteó su preocupación por los niños en al menos otros tres países: Afganistán, Uganda y Argelia.
El reclutamiento ilegal de niños está estrechamente vinculado con la edad del servicio militar. Bellamy dijo estar decepcionada porque la comunidad internacional no se moviliza para agregar un protocolo a la Convención sobre los Derechos del Niño que suba la edad mínima para el reclutamiento de los 15 a los 18 años.
"Esperamos que ese protocolo se apruebe y que el cambio se vea reflejado en el accionar de la Corte Penal", manifestó la directora ejecutiva de UNICEF.
La agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) participó en el licenciamiento de niños-soldados en Ruanda, Sierra Leona, Sudán y la República Democrática del Congo.
El Fondo solicitó que forzar a los niños a ejercer la prostitución también sea considerado un crimen de guerra, junto con la tortura, la violación, la violencia sexual y los ataques militares a escuelas.
Además, planteó que los menores de 18 años no deberían ser considerados responsables por los crímenes de guerra que caigan bajo la jurisdicción de la CPI.
"Los únicos menores que pueden resultar involucrados en crímenes de guerra son aquellos cuyas vidas han sido tan destrozadas por la violencia de los adultos que no sería posible considerarlos culpables", declaró Bellamy.
"UNICEF rechaza la idea de que los niños puedan ser llevados ante una corte por crímenes cometidos por los adultos, cuyo primer crimen es haber reclutado niños", añadió.
De la misma manera, el organismo plantea que los menores deberían ser excluidos de la aplicación de sanciones como la pena de muerte, la cadena perpetua o largos períodos de encarcelamiento.
También pidió que la Corte no cite a los niños como testigos cuando estén en juego sus propios intereses, y solicitó brindarles protección especial al momento de declarar.
El Representante Especial Otunnu dijo que, según el mandato entregado por los 185 miembros de la Asamblea General de la ONU, su oficina debe adoptar iniciativas concretas en casos particulares, sensibilizar a la opinión pública y asegurarse que se le dé prioridad al bienestar de los niños víctimas de guerras.
También se le asignó la responsabilidad de coordinar a las agencias del sistema de la ONU y a organizaciones no gubernamentales para garantizar que se responda a las necesidades de los menores víctimas.
Otunnu usa como guía un informe de 1996 titulado "Niños en Conflicto Armado", que fue preparado por la ex primera dama de Mozambique, Graça Machel.
Una de sus recomendaciones más insistentes fue que "ningún menor de 18 años debería ser reclutado jamás para integrar fuerzas armadas", y pidió que fueran desmovilizados todos los niños- soldados, tanto de ejércitos regulares como de otro tipo de grupos armados.
"Esperamos que en el año 2000 haya una fuerte oposición mundial al uso de niños como soldados, de la violación como arma de guerra y de las minas terrestres", dijo Graça Machel.
Además, le pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que considere la situación de los niños cuando envía misiones de paz. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/lc-ml/hd-pr/98