El secretario general de la ONU, Kofi Annan, confirmó que el foro mundial ya no puede investigar supuestas masacres cometidas en la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire), pero prometió continuar el trabajo fuera del país africano.
Se prevé que Annan declarará formalmente el retiro de un grupo de 26 expertos de la RDC en los próximos días, tras meses de demoras y obstrucciones en el trabajo de los investigadores por parte del gobierno del presidente Laurent Kabila.
Sin embargo, "tendremos que pensar creativamente en otras formas de obtener información" ahora que los esfuerzos por inspeccionar los supuestos sitios de las masacres fracasaron, dijo Annan el jueves.
Por meses, expertos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) se vieron imposibilitados de investigar las áreas donde habría fosas comunes con miles de cadáveres de refugiados hutus de Ruanda.
Investigadores de la ONU en Mbandaka debieron suspender su trabajo en marzo cuando un grupo de manifestantes los acusaron de profanar tumbas, y la semana pasada un miembro canadiense del equipo, Christopher Harland, fue detenido por corto tiempo, y sus archivos, que incluían nombres de testigos, fueron robados.
"Hay una situación difícil en Congo, pero se precisan dos para bailar el tango", manifestó Annan. "Cuando no existe la voluntad necesaria, no hay mucho que pueda hacerse", agregó.
Al confirmar que el equipo no completará su tarea, Annan admitió que el gobierno del Kabila, quien llegó al poder en mayo pasado tras derrocar al dictador Mobutu Sese Seko, no desea que la investigación tenga éxito.
"No cooperaron plenamente con nosotros, y de hecho obstruyeron" el trabajo del equipo, sostuvo el secretario general.
Por esa razón, varios grupos de derechos humanos urgieron a Annan a retirar el grupo y continuar reuniendo pruebas sobre las masacres fuera del país, con la ayuda de testigos.
Amnistía Internacional declaró que el trabajo entorpecido de los investigadores en la RDC es "una farsa" y agregó que "la comunidad internacional debe garantizar que quienes cometieron violaciones a los derechos humanos en ese país sean juzgados, cualquiera sea el país al que pertenecen".
"Estamos plenamente convencidos de que el gobierno congoleño no actúa de buena fe", manifestó este jueves a IPS Peter Takirambudde, director ejecutivo de la organización Human Rights Watch/Africa.
La tarea de los investigadores "se estaba transformando en un esfuerzo enteramente improductivo. Para nosotros, se estaba convirtiendo en un circo", concluyó.
Según la ONU, unos 250.000 hutus que vivían en campamentos de refugiados en el este de Zaire desde 1994 desaparecieron desde que la alianza rebelde liderada por Kabila inició su campaña para derrocar a Mobutu. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/ml/hd/98