/BOLETIN-DD HH/ CAMBOYA: La última muerte de Pol Pot

Pol Pot, ex líder del Jemer Rojo de Camboya, proyecta una sombra perturbadora aún después del fin de su existencia: el mundo exigió ver su cadáver, no para llorarlo, sino para asegurarse de que realmente estuviera muerto.

Las informaciones del jueves no fueron las primeras sobre la muerte del una vez poderoso líder del genocida Jemer Rojo, cuyo reinado entre 1975 y 1979 causó la muerte por tortura, malas condiciones de vida y hambre de más de un millón de camboyanos.

En la tarde del jueves, una fotografía del cuerpo de Pol Pot fue presentada a periodistas reunidos en la base militar de Suranaree, en el provincia de Surin, al norte de Tailandia y cerca de la frontera con Camboya, en una supuesta confirmación de su muerte, informada unas horas antes.

La fotografía lo mostró con una camisa blanca, en una cama con una manta, los ojos estaban semicerrados y la cara sin expresión de sufrimiento. Para muchos, es altamente posible que realmente haya muerto a causa de un ataque cardíaco en las últimas horas del miércoles, como se aseguró.

La televisión mostró a fotógrafos y camarógrafos al pie de la cama registrando la imagen. Periodistas que lo vieron el año pasado dijeron estar seguros de que se trataba del cuerpo de Pol Pot, quien tendría unos 73 años de edad.

La información de inteligencia recogida por el ejército tailandés aseguró que Pol Pot murió de un ataque cardíaco alrededor de las 23 horas del miércoles, en una choza donde estaba bajo arresto domiciliario impuesto por una facción del Jemer Rojo, cerca de la villa de Anlong Veng, en el lado camboyano.

El comandante en jefe del ejército tailandés, Chetta Thanajaro, dijo que la muerte de Pol Pot, cuyo nombre real era Saloth Sar, fue confirmada por su "fuente" en la frontera.

Thanajaro aventuró la opinión de que la muerte pondría fin a parte del conflicto que aún afecta a Camboya, donde hay grupos remanentes del Jemer Rojo que luchan contra el gobierno.

La noticia de su muerte llegó casi un año después de la información de su arresto por una facción del Jemer Rojo en junio, mientras las luchas internas y las deserciones al gobierno desarticularon al antes poderoso grupo. Las facciones se dividieron entre partidarios y opositores de continuar con la lucha.

Su muerte se produjo casi 23 años después que el grupo de inspiración maoísta entrara victorioso a Phnom Penh y comenzara a convertir Camboya en un enorme campo de trabajo forzado en la agricultura.

Pero el Jemer Rojo y Pol Pot no fueron sometidos a juicio por su campaña genocida, aunque sus excesos se consideran una de las peores violaciones a la dignidad humana en el siglo XX.

Poco después de que Pol Pot fuera capturado en junio, en el norte de Camboya, Phnom Penh y la comunidad internacional señalaron la intención de formar un tribunal internacional para llevarlo a juicio. Pero el líder no fue entregado al gobierno.

Ahora, la noticia de su muerte truncó el debate sobre la forma de llevarlo a juicio, aunque probablemente alivie a las familias de millones de víctimas del Jemer Rojo.

El vicecanciller de Tailandia, Sukumbhand Baripatra, declaró que la muerte de Pol Pot disminuirá el peso del Jemer Rojo en la política camboyana.

Pero Baripatra añadió que el acontecimiento no traerá grandes cambios en el Jemer Rojo, que ya había removido a Pol Pot de su cargo y lo sometió a un simulacro de juicio el año pasado.

La muerte "debilitará la fuerza militar del Jemer Rojo, pero no creo que ayude al grupo a mejorar su imagen frente a la comunidad internacional. La razón es que Pol Pot no fue el único de sus integrantes que participó en ese horrible capítulo de la historia de Camboya", dijo.

Baripatra sostuvo que el segundo primer ministro Hun Sen será el más beneficiado con la muerte de Pol Pot, ya que debilitará a su rival, el primer primer ministro príncipe Norodom Ranarridh, aliado con guerrilleros del Jemer Rojo.

Pero aun cuando la televisión reiteró imágenes del supuesto cadáver de Pol Pot, varios gobiernos reaccionaron con cautela ante la noticia. Los rumores abundan, por ejemplo, sobre si el líder murió de muerte natural o si guerrilleros amotinados podrían haberlo asesinado.

Poco después de que se divulgó la noticia, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, llamó al primer ministro tailandés Chuan Leekpai para pedirle la confirmación de la muerte.

Washington había intensificado sus gestiones para crear el tribunal internacional que juzgaría a Pol Pot, mientras surgían informes sobre la desintegración de las restantes fuerzas del Jemer Rojo.

Pero, en los años 80, el gobierno de Estados Unidos, como el de China, respaldó al Jemer Rojo en su campaña junto con fuerzas monárquicas para expulsar a los ocupantes vietnamitas de Camboya.

El Jemer Rojo planea cremar el cadáver de Pol Pot este jueves, pero funcionarios tailandeses se oponen a la medida ya que los restos son la única evidencia de su muerte.

Otros sugieren que un equipo independiente se traslade a Tailandia para confirmar el deceso.

Queda claro que los millones de víctimas del Jemer Rojo no recibieron justicia, dos décadas después de terminado su cruento gobierno.

Las respuestas a las múltiples interrogantes que penden sobre Pol Pot, y sobre el régimen del terror del Jemer Rojo, quizá hayan muerto junto con el líder. (FIN/IPS/tra-en/pd/js/lp-aq/ip/98

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