La explotación sexual comercial de niños y niñas, la violencia intrafamiliar y el papel de las legisladoras en los medios de comunicación serán asuntos que abordará en futuros debates la Comisión de la Mujer del Parlamento Latinoamericano (Parlatino).
El acuerdo adoptado en la primera reunión anual de esta Comisión celebrada en la capital de Cuba incluye también la formación de una red internacional contra la violencia, a propuesta de legisladoras mexicanas.
Las parlamentarias se reunieron en La Habana el lunes 13 antes de incorporarse al Encuentro Internacional de Solidaridad entre Mujeres que sesionó en esta capital hasta el jueves con la participación de más de 2.000 delegadas de unos 75 países.
Otro de los acuerdos consistie en fomentar un frente regional contra la explotación de niños y niñas a manos de redes de proxenetas, fenónemo considerad "problema mundial" por el informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) de 1997.
"Hay decenas de millones de niños en el mercado del sexo y cada año dos millones de niñas, entre 5 y 15 años de edad, se incorporan a dicho mercado", aseguró el documento.
Encabezadas por la parlamentaria panameña Balbina Herrera, presidenta de la Comisión, las legisladoras latinoamericanas denunciaron las políticas neoliberales entre los factores que más han afectado a las mujeres de la región.
También aprobaron una resolución de condena al bloqueo impuesto durante más de 37 años por Estados Unidos contra Cuba y demandaron al Congreso de ese país la derogación de la Ley Helms-Burton.
El asunto central del Encuentro Internacional de Solidaridad entre Mujeres que se realizó esta semana en La Habana fue el acceso de la mujer al poder y la equidad de géneros.
El Parlatino calculó que en América Latina la mujer sólo ocupa 13 por ciento de los escaños legislativos y que en la mayoría de las naciones ese porcentaje apenas llega a 10 por ciento.
La excepción es Cuba, cuyo parlamento cuenta con una presencia femenina de 27 por ciento.
"Hay que ver el poder como posibilidad y no como forma de opresión", afirmó la diputada Daisy Tourné, del Partido Socialista de Ururguay.
Para Luz Salgado, de Perú, lo más importante es "animar a la mujer a trabajar en política", mientras que la mexicana María Guadalupe Tapia consideró que "el neoliberalismo dificulta el acceso del pueblo y de las mujeres a instancias superiores".
En el mundo de los negocios son muy pocas las mujeres que ocupan cargos superiores y solo 24 han sido elegidas jefas de Estado o de Gobierno, la mitad de ellas a partir de 1990, se informó en la sesión.
Todavía existen países donde las mujeres no tienen derecho al voto, como Kuwait y Emiratos Arabes Unidos, mientras que en otros de América Latina y el Caribe no se les permite el aborto si es necesario para salvar sus vidas.
Por otro lado, las mujeres representan casi 34 por ciento de la fuerza laboral remunerada del mundo y trabajan en condiciones más difíciles que los hombres.
"Laboran doble y triple jornadas por la tradicional división sexista del trabajo y reciben entre 65 y 75 por ciento de los salarios que los hombres reciben", señalan documentos de la conferencia.
Las mujeres también representan dos tercios de los analfabetos del mundo, una de cada tres padeció abuso sexual durante la infancia y la adolescencia, y un tercio son víctimas de la violencia doméstica.
"La publicidad sacó a las mujeres de la cocina para meternos en la cama y convertirnos en objetos sexuales", dijo una delegada canadiense.
De acuerdo con la cubana Miriam Aliño, más de 500.000 mujeres perece cada año en el planeta antes, durante y después del parto por falta de atención médica. "En Cuba, felizmente, esa situación no existe", dijo.
Informes de la delegación cubana aseguraron que las mujeres constituyen 65,5 por ciento de la fuerza técnica y científica de la isla, y 42 por ciento de la laboral, con igualdad de salarios y condiciones que los hombres.
"En Cuba, el tratamiento del tema femenino es directamente proporcional a las transformaciones estructurales que ha vivido nuestro país en los años de revolución, donde el papel de la mujer ha sido decisivo y prioritario", dijo una delegada local.
Para lograr cambios sustanciales en el protagonismo de la mujer dentro de sus países, las participantes abogaron por fomentar la solidaridad entre las mujeres del mundo y por pasar definitivamente del discurso a la práctica.
"Los avances hasta ahora son importantes pero no suficientes", dijo una delegada argentina. "Hemos avanzado pidiendo permiso y ha llegado el momento de hacerlo porque queremos, porque podemos y no porque se nos autoriza". (FIN/IPS/da/mj/pr/98