La prosperidad permitió a Asia-Pacífico derrotar enfermedades que la asolaban en el pasado, pero ahora la región enfrenta males típicos del desarrollo, mientras en los bolsones de pobreza el progreso es imperceptible.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que celebra este martes el Día Mundial de la Salud, destacó que esta región logró un avance notable en la lucha contra enfermedades infecciosas y en el desarrollo de infraestructura para atender a sus enfermos.
Pero al mismo tiempo recordó que en los bolsones de pobreza, donde viven más de 1.100 millones de personas, aún deben combatirse problemas esenciales de la salud, comenzando por la mortalidad materna.
El Día Mundial de la Salud de este año fue dedicado, precisamente, al tema de "maternidad saludable".
Por otra parte, los habitantes de Asia-Pacífico deben considerar el aumento de enfermedades relacionadas con el nuevo estilo de vida, como el cáncer o las afecciones cardiovasculares, añadió la organización.
Aunque este panorama configura un desafío con miras al siglo XXI, el director de la OMS para el Pacífico oeste, S.T. Han, hizo notar que "en estos últimos 50 años hemos avanzado mucho".
"Desaparecieron enfermedades infecciosas y se desarrolló infraestructura", dijo Han, y declaró que "las enfermedades contagiosas dejaron de ser la preocupación principal de la OMS, mientras esperamos que algunas de ellas, como la polio, estén erradicadas en el futuro cercano".
La OMS espera anunciar la erradicación de la poliomielitis en el oeste de Asia antes del año 2000. El último caso documentado de polio en la región se produjo en marzo de 1997 y afectó a un niño de 15 meses en Camboya.
La oficina de la OMS para el Pacífico oeste, con sede en Manila, agrupa a 37 países, desde China hacia Singapur y más al sur, pero excluye a naciones como India, Tailandia e Indonesia, que son consideradas parte de la región del sudeste asiático.
La lepra aún está presente en esta zona, pero se espera que esté eliminada para el 2000. Las dos terceras partes de los países ya lo han logrado, lo que significa que la prevalencia del mal es de una persona por cada 10.000 habitantes.
Pero estas enfermedades que pertenecen al pasado dejan paso a nuevas dolencias asociadas a la mayor capacidad de consumo y a la longevidad de la población. En general, las nuevas dolencias están relacionadas con el consumo de alcohol, cigarrillos y alimentos procesados.
"En el siglo XXI habrá menos enfermedades infecciosas, pero enfrentaremos aquellas relacionadas con el modo de vida de las personas, que son crónicas, no contagiosas", dijo Han.
"Es lo que denominamos 'enfermedades hechas por el humano'," añadió, al hacer referencia al cáncer provocado por el hábito de fumar o las enfermedades cardiovasculares estimuladas por el alto consumo de sodio en los alimentos.
El cigarrillo es casi una epidemia en Asia. Se estima que en países como China, Japón, Tailandia o Vietnam, 60 por ciento de los hombres adultos tienen el hábito de fumar. Han dijo que las tabacaleras esperan aumentar en 33 por ciento sus ventas a la región antes del 2000.
Pero mientras la región se prepara para enfrentar estos nuevos desafíos tras haber logrado un progreso notable frente a muchos problemas de salud, aún está pendiente lograr triunfos contundentes contra la mortalidad materna y otras enfermedades asociadas a la maternidad.
"Debido a nuestro fracaso colectivo en la lucha contra este problema, la tragedia de la mortalidad materna representa una fuente importante de sufrimiento e injusticia en nuestras sociedades", dijo la OMS en un comunicado emitido este martes.
Una de cada 65 mujeres de esta zona de Asia corre el riesgo de morir por complicaciones asociadas al embarazo, apenas por encima de la tasa otros países del mundo en desarrollo, de una por cada 48.
La OMS advirtió que la reducción de la mortalidad materna es uno de los logros más rentables para los sistemas públicos de salud, por lo cual es indispensable que las mujeres reciban atención durante todas las etapas de su embarazo.
Han reconoció que el éxito en el combate a las enfermedades infecciosas también beneficia la salud materna. Pero se trata de un problema que va más allá de lo físico, pues las mujeres de esta área están afectadas también por otros factores, sociales y culturales.
"Debemos educar a las mujeres para que vengan a la clínica en el momento oportuno, hay muchas que no logran llegar a tiempo", añadió el médico de la OMS.
En esta zona del Pacífico oeste, Japón es el país con la mortalidad materna más baja, de cinco por cada 100.000 nacimientos. En el otro extremo se sitúa Papúa-Nueva Guinea, con 900 muertes por cada 100.000 nacimientos.
Han comentó que la crisis asiática no tendrá un impacto tan fuerte en esta área del Pacífico oeste como el que se ha registrado en naciones del sudeste asiático, por ejemplo en Indonesia, donde los cortes presupuestarios podrían alcanzar al sector salud.
Pero aún si se sienten sus efectos, "la crisis nos daría la oportunidad de determinar cuáles son las áreas prioritarias y cuáles no, con el fin de pautar nuestros programas de salud de mejor manera". (FIN/IPS/tra-en/js/ral/lc-ml/he/98