El ska, una música bailable y explosiva que surgió en Jamaica en los años 60, resucitó una vez más en Estados Unidos, donde algunas bandas lo mezclan con las turbulencias del punk y sonidos con aire de hip hop.
El resultado de la nueva mezcla musical ya recibió el nombre de "skacore".
La interpretación del ska por grupos como Skatalites, Prince Buster y King Tubby representa una nueva reaparición de un género que en su época de gloria de los años 70 funcionaba como la banda de sonido oficial de la vida urbana en Gran Bretaña.
El skacore está en un momento explosivo, ya que los principales exponentes de este sonido realizan una gira por todo Estados Unidos que se inició en marzo y concluye el 10 de mayo, con el objeto de recaudar fondos para agrupaciones que combaten el racismo.
En el programa de la gira llamada "El ska contra el racismo" figuran por cierto los Skatalites, quienes se atribuyen la invención del skacore, aunque se trata de una afirmación un tanto cuestionada.
Los últimos meses fueron testigos de la creciente visibilidad del skacore, pero también es cierto que algunos músicos lo practican desde hace años. Es el caso de los Toasters de Nueva York, que se formaron en 1983, o de los Mighty Might Bosstones de Boston, que existen desde 1985.
Hace un año, los Bosstones lograron su primer éxito a nivel nacional, con una canción intensa aliñada por el sonido de los bronces que se llama "The impression that I get".
La letra reflexiona sobre el esfuerzo por entender la tragedia que afecta a un amigo, antes de concluir con un mensaje que denota una esperanza: "no soy un cobarde, es sólo que nunca me he hecho el examen / me gusta pensar que si lo hiciera, lograría pasarlo".
Desde el año pasado, varias bandas lograron éxito con canciones que se inscriben en el mundo del ska, desde "Walking in the sun" de los Smash Mouth hasta "Fly", una alegre melodía basada en las guitarras que lanzó Sugar Fly con la cooperación de la estrella de reggae jamaiquino Super Cat.
Los grupos de skacore suelen hacerse cargo de la aceleración y el enojo político característico del punk rock, como es el caso de la banda Rancid and Sublime. Pero hay otros como No Doubt de California, sin duda el más exitoso en términos comerciales, que prefieren mezclar el ska con el pop convencional.
Lo que tienen en común todos estos grupos es la característica del sonido del ska: una guitarra muy expresiva, casada con una potente combinación de bajo y batería que recuerda el sonido de algunos grupos de soul de los 60.
En Estados Unidos, los grupos de ska también tienen otra característica: están más orientados hacia la fiesta, y el mensaje político es suave. Prefieren utilizar formas sutiles para enviar sus mensajes de solidaridad racial o de protesta obrera, a diferencia de las bandas británicas, que suelen ser más francas.
Los Bosstones lograron un buen efecto con una combinación de música festiva y mensajes contra el racismo en su último disco "Let's face it", de la compañía Mercury/Polygram, donde también hay canciones que critican el uso de drogas y la intolerancia.
No Doubt, liderada por Gwen Stefani, una de las pocas mujeres que protagonizan la escena del skacore, saltó a la fama con la canción "Just a girl", en la cual atacan las actitudes de condescendencia sexista.
Pero también es cierto que gran cantidad de grupos de skacore de Estados Unidos tienden a enarbolar la ética de moda entre algunos sectores de las nuevas generaciones, que se burlan de la idea de tener éxito en la vida, como si nada les preocupara.
En general todos los grupos atacan el racismo, y su integración es diversa. Los de skacore suelen estar formados por blancos, aunque algunos de los más exitosos, como No Doubt y los Bosstones, son más mezclados, con negros, latinos y hasta asiáticos en sus filas.
De esa forma, el skacore aparece como un producto novedoso en la escena de la música que oyen los jóvenes de Estados Unidos, hasta ahora dividida en dos bandos predominantes, los del rock de los blancos y el rap de los negros. (FIN/IPS/tra-en/fah/lc-ml/cr/98