El líder del partido de derecha religiosa hindú Bharatiya Janata (BJP), Atal Bihari Bajpayee, asumirá este jueves, por segunda vez en menos de dos años, la jefatura del gobierno de India.
Vajpayee, que se convirtió en primer ministro en mayo de 1996, fue obligado a renunciar tras apenas 13 días en el poder cuando fue evidente que su gobierno de minoría, aislado en el parlamento, sufriría un voto de censura.
El presidente indio Kocheril Raman Narayanan dijo a Vajpayee, cuando le entregó la noche del domingo la carta que lo convierte en primer ministro designado, que contaría con 10 días, hasta el día 29, para demostrar que cuenta con respaldo en el parlamento.
Como partido con más escaños parlamentarios, el BJP reivindicó su derecho a formar gobierno junto con sus 20 aliados regionales, la mayoría de los cuales adelantaron su respaldo pero sin comprometerse a integrar el gabinete, pues no comparten su intención de reforzar la "hindutva" (hegemonía hindú).
La presión de sus socios y su propia ambición obligaron al BJP a proyectar una imagen liberal durante la campaña electoral, algo que, como reconoció el propio Vajpayee, fue una tarea "difícil".
"La tarea es difícil pero tendremos éxito. Estoy comprometido en la búsqueda de consensos dentro y fuera del parlamento en todas las cuestiones sociales, políticas y nacionales", dijo.
Vajpayee, que se convertirá en el 14 primer ministro de India, dijo que es tiempo de dejar "atrás las consideraciones partidistas y perseguir las metas comunes". Ese fue el único modo en que pudo asegurarse el apoyo de sus aliados.
Este líder de 72 años, considerado el rostro más aceptable del BJP, aligeró el tono antiislámico del discurso de su partido que indujo seis años atrás a sus simpatizantes a demoler la varias veces centenaria mezquita Babri, en Uttar Pradesh, porque deseaban construir allí un templo a Rama, una deidad hindú.
Vajpayee también rebajó sus reclamos de derogar el artículo 370 de la constitución, que otorga derechos religiosos especiales a la mayoría musulmana del estado de Kashmir y otras leyes en beneficio de los 130 millones de musulmanes del país.
El futuro gobernante también pretendió barrer bajo la alfombra el deseo de fabricar armas nucleares y misiles de largo alcance.
Altos dirigentes del BJP manifestaron su apoyo al principio del "swadeshi" o autosuficiencia, que incluye un discurso de antipatía hacia las transnacionales.
Pero a pesar de que el pragmatismo obliga a Vajpayee y su partido a adoptar una posición componedora, sus allegados confirman en privado que aún mantiene la fidelidad hacia el Cuerpo Nacional de Voluntarios (RSS), una asociación masculina fundada en 1925 para proteger al hinduismo frente al Islam.
Vajpayee se unió al RSS hace 57 años, y quienes lo conocen afirman que sus ideas políticas proceden del entrenamiento ideológico que, al igual que en el plano militar, recibió para combatir "el flagelo" del Islam.
Pero en los últimos años el primer ministro designado ha sido considerado un liberal preocupado por el pluralismo de la cultura india.
En realidad, agregan, Vajpayee no se ha apartado de su posición favorable a la "hindutva" postulada por el precursor del BJP, Jana Sangh. "La única diferencia es el modo sutil con que el líder persigue sus objetivos", lejano de la "estridencia" de sus correligionarios, afirmó un analista. (FIN/IPS/rb/an/mj/ip/98