Estados Unidos, país donde abundan los alimentos, es el mayor consumidor de píldoras para adelgazar que generan adicción, mientras Argentina, Brasil y Chile son ejemplos de regulación del consumo, según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU.
En este país se consume más de 80 por ciento de los anorécticos – o píldoras para adelgazar- creados en el mundo para inducir la pérdida del apetito, aseguró la JIFE, que está integrada por 13 miembros.
El organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en un estudio de 74 páginas, expresó preocupación por la renovada demanda de "tabletas reducidoras de peso" y supresoras del apetito "promocionados como drogas maravillosas para la pérdida instantánea del apetito".
El aumento del consumo de píldoras dietéticas, en una sociedad obsesionada en que la obesidad es considerada una aberración física se debe "al impactante aumento" de la ingesta de fenterminas.
Estas drogas "son adictivas y tienen varios efectos adversos para la salud que varían de elevada presión sanguínea a conducta violenta y paranoia", alertó la ONU.
Argentina, Brasil y Chile son mencionados en el informe como ejemplos de países que adoptaron medidas para reducir el consumo de anorécticos a nivel médico.
En Brasil y Chile, se introdujo la prohibición de venta de anorécticos sin receta especial, y está prohibida la prescripción de fórmulas que contienen más de una sustancia psicotrópica. En Chile, el consumo de anorécticos se redujo sustancialmente, según el estudio.
Políticas más estrictas de control de anorécticos fueron introducidas en algunos países europeos, en respuesta a recomendaciones adoptadas en 1996 por el Comité para la Producción Médica Patentada de la Unión Europea.
El estudio indica que, en Francia, donde en 1995 se introdujo un estricto estatuto de prescripciones de anorécticos, los nivles de consumo de esas sustancias se redujeron considerablemente en 1996.
El año pasado, la industria de la moda de Estados Unidos fue acusada de estimular a sus modelos para que adoptaran un estilo flaco y hambriento. Cuanto más delgada la modelo, más alto el pago, y mayores las posibilidades de aparecer en las portadas de revistas de moda.
En septiembre del año pasado, el gobierno de Estados Unidos solicitó a los fabricantes de flenfluramina y dexfenfluramina, ambos anorécticos fuera del control internacional, a que voluntariamente retiren esas sustancias del mercado.
"La solicitud fue impulsada por informaciones sobre los efectos adversos en la salud de esas sustancias", indicó el informe de JIFE. En varios países las píldoras hechas con esas sustancias fueron retiradas del mercado.
JIFE llamó la atención sobre el hecho de que estos anorécticos son estimulantes del tipo de las anfetaminas y tienen las mismas propiedades farmacológicas, con el mismo potencial para la adicción.
En los años 60 y 70, hubo una tendencia a prescribir anfetaminas para adelgazar y las píldoras eran comunes en los hogares.
Pero la introducción de controles eficientes, incluyendo estrictos requisitos de prescripción con la Convención de Sustancias Psicotrópicas de 1971 condujo a una caída significativa en el abuso directo de las anfetaminas, según el estudio.
La junta hizo un llamado a países que registraron altos niveles de prescripción de anoréctivos a supervisar de cerca la situación para evitar la sobreprescripción.
Además, exhortó a implementar esfuerzos adicionales a ser volcados en campañas educativas para informar a la comunidad farmacéutica y médica y al público en general sobre los peligros del uso indiscriminado de estos estimulantes. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/lp/he/98