AMERICA LATINA: FAO llama a proteger la producción agrícola

El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, advirtió hoy que América Latina debe proteger su producción agrícola, para mejorar la alimentación en la región.

Diouf dijo en su último día de visita a Venezuela que los países de la región deben aprender a utilizar las herrarmientas de protección que brinda la Organización Mundial de Comercio (OMC), en cuyo marco hay sistemas de subsidio prohibidos, pero no se excluyen otras medidas de ayuda al sector.

El director de la FAO realiza una gira por Brasil, Cuba, Honduras y Venezuela, donde llegó la noche del domingo, para promover acciones en favor de la seguridad alimentaria, y en especial la meta de bajar a la mitad el numero de hambrientos en el mundo en el 2015.

Diouf, ciudadano senegalés, dijo que, si los países industrializados protegen su sector agropecuario, "no veo por qué los países en desarrollo no pueden" hacerlo, y recordó que lo que prohibe la OMC son medidas como el subsidio a las exportaciones.

El apoyo al sector productivo debe poner enfasis en la protección a los más pobres y pequeños, al igual que en la defensa del ambiente, porque, según Diouf, la eficiencia alimentaria tiene su base en tres prioridades: "agua, agua y agua".

Diouf enfrentó con sus argumentos en una rueda de prensa la tesis de los fundamentalistas del libre mercado de que debe cesar el apoyo a la agricultura, pero también criticó a quienes "confunden seguridad alimentaria con autarquía alimentaria (y) premio a la ineficiencia".

Además, negó que la seguridad alimentaria sea amenazada por el éxodo masivo del campo a las ciudades, un fenómeno con especial incidencia en América Latina, donde en 1995 la población urbana representaba 77 por ciento del total y se calcula que en el 2005 la proporción aumente a 82 por ciento.

Para Diouf, tres por ciento de la población de un país puede producir los alimentos necesarios, porque la eficiencia es un valor superior al volumen de personas ocupadas en la tarea.

A su juicio, el traslado de la población a los sectores secundario y terciario de la economía "forma parte del proceso natural de desarrollo". Pero lo grave de la migración a las ciudades es que no hay empleo urbano para absorber ese tránsito, aumentando la pobreza y subalimentación.

Diouf dijo que "es posible" que el mundo pueda alcanzar la meta de reducir a 400 millones el número de hambrientos en el 2015, frente a los 800 millones que existían cuando se adquirió ese compromiso, en la cumbre mundial sobre alimentación, realizada en noviembre de 1996 en Roma.

En la actualidad, la población mundial está calculada en 5.900 millones de personas, que en el 2030 serán más de 8.000 millones.

Pero recordó que para lograr la meta pactada en Roma se requiere una inversión anual de 300.000 millones de dólares y planes a nivel nacional, regional y mundial, además de la activa participación del sector privado en la batalla contra el hambre.

Diouf llamó especialmente a canalizar los planes de seguridad alimentaria hacia las mujeres campesinas, porque ellas producen más de la mitad de los alimentos del mundo y en algunas áreas como el Caribe, ese nivel se eleva a 80 por ciento.

Además, la mujer es la que más gasta de sus ingresos en alimentos para la familia, en una proporción muy superior al hombre, y es esencial en la preparación de esos alimentos.

Pero el número de mujeres pobres aumentó mucho más que el de hombres en igual condición desde los años 70, y en la actualidad son mujeres 70 por ciento de los 1.300 millones de pobres a nivel mundial.

Diouf se excusó de brindar cifras sobre la situación particular de América Latina, más allá de indicar que nueve países de la región se cuentan entre los 86 que tienen bajos ingresos y sufren en mayor medida los rigores del déficit de alimentos.

Se trata de Bolivia, Cuba, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Suriname.

De ellos, Bolivia ya participa en el llamado Programa Especial para la Seguridad Alimentaria y Cuba empezará a hacerlo ahora.

En general, informes de la FAO indican que América Latina tiene un nivel de consumo alimentario por habitante superior al promedio mundial, después de una una caída importante a comienzos de la década.

El consumo regional por habitante está en promedio en 2.700 calorias y se espera que alcance las 3.200 calorias en 10 años más. También es la región del Sur en desarrollo que mayores inversiones brutas realiza en la agricultura, calculadas en más de 60.000 millones por año.

El venezolano Luis Arias, secretario pro tempore del Foro de Ministros de Agricultura de Iberoamérica, precisó que la cantidad de personas que sufren hambre en América Latina está en torno de 10 por ciento del total mundial.

Añadió que la meta latinoamericana es lograr erradicar totalmente el hambre en la región para el 2015, según un compromiso adquirido en una reunión ministerial realizada en Venezuela en agosto de 1977. (FIN/IPS/eg/ff/dv/98

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