La escasez de agua en la estación seca ataca todas las grandes ciudades de Asia meridional. Las sequías casi han hecho desaparecer el río Shire en Malawi. Las reservas subterráneas en Bahrain se agotaron de modo que las napas requerirán otros 1.400 años para recuperarse.
Y en el año 2025 se verá como el suministro de agua será equivalente a la demanda.
Funcionarios y expertos, muchos de los cuales están reunidos en París hasta este sábado en la Conferencia Internacional Agua y Desarrollo Sustentable, procuran una solución a la escasez. Se han considerado muchas opciones, de represas, reservorios y caros sistemas para transportar agua de una región a otra.
Con el tiempo, se acuñó el concepto de "agua virtual". Se trata de agua depositada en materias primas que consumen mucho líquido, como el trigo, disponibles para el sistema comercial mundial.
Tony Allan, del Grupo Agua de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos en Londres, elaboró un informe titulado "Agua Virtual, una solución a largo plazo para las economías escasas de agua de Medio Oriente".
"Lo que indica la escala del déficit de agua en una economía es el nivel de sus importaciones de alimentos. La razón es que el agua utilizada por el sector agrícola excede en diez veces la utilizada por los sectores industrial y municipal combinados", sostiene Allan en su informe.
El experto cree que la respuesta a la escasez no es mejorar la eficiencia técnica y productiva. La clave de la solución sería operar sobre "los sistemas económicos y no los evidentemente inadecuados sistemas hidrológicos", agregó.
El cultivo de una tonelada de cereales insume 1.000 metros cúbicos de agua. Así, importar una tonelada de cereal equivale a importar 1.000 metros cúbicos de agua. En ese sentido, "fluye" más "agua virtual" a Medio Oriente cada año que la que fluye por el río Nilo hacia Egipto.
"Por el momento, el comercio internacional de granos está muy subsidiado por Estados Unidos y la Unión Europea, y ese es un medio muy efectivo para países áridos y ricos para solucionar su escasez de agua", agregó Allan.
Esto no significa un trueque petróleo por agua. Allan cree que los países de Medio Oriente deberían industrializar sus economías ("emular a Israel", dijo) para financiar importaciones de grano, pues la industria utiliza menos agua que la agricultura.
En otras palabras, se trata de reducir la cantidad de agua empleada en agricultura a través de la importación de alimentos de modo de utilizar el agua que se ahorraría en otras actividades.
Pero es más fácil decirlo que hacerlo.
"Arabia Saudita procura la autosuficiencia cerealera porque Estados Unidos podría utilizar el alimento como arma. Por eso, extraen agua a gran costo de napas que en algún momento se agotarán", dijo Ian Robinson, director del Centro de Estudios de Zonas Aridas de la Universidad de Gales.
Robinson recordó que "el cereal es una materia prima que puede ser manejada y trasladada de un país a otro con facilidad, lo cual los convierte en un componente fundamental de la ayuda alimentaria, pero cambios climáticos como El Niño influyen en la producción en todo el mundo".
"El precio puede ser manipulado por grandes compañías y posibles cambios en el mercado mundial, como la eventualidad de que Rusia o China se conviertan en autosuficientes o compren grandes cantidades, afectará el precio", agregó.
En lugar de procurar la industrialización como salida, los países de bajo ingreso de Medio Oriente como Jordania experimentan otros mecanismos innovadores.
Al Nammari, un economista jordano, dijo que sería catastrófico depender por completo de las importaciones de cereal. Esa visión "es absurda y causa dependencia", dijo.
Pero nadie niega que Medio Oriente sufre problemas de agua crónicos, por lo que algunos analistas pronostican que la próxima guerra será provocada por el agua.
Alrededor de 65 por ciento de los ríos del mundo árabe emanan de fuera de la región, y el problema del agua está muy politizado.
La situación empeora por el crecimiento de la población. La de Jordania, por ejemplo, crece a una tasa de 3,5 por ciento anual. Se prevé que la población de la región aumentará de 260 millones en 1996 a 290 millones en el 2000.
Jamal Mathloum, analista de asuntos estratégicos de Egipto, sostuvo que los recursos de agua eran en 1994 244.600 millones de metros cúbicos, pero que en el 2000 la demanda sería de 347.500 millones, lo que ocasionaría un déficit de agua de 1.300 millones de metros cúbicos.
"Debemos vivir con nuestra escasez y adaptar nuestra producción agrícola. Debemos introducir técnicas avanzadas de irrigación. Y debemos trabajar cultivos que representen un ingreso para el país", dijo Elias Salameh, experto en hidrología de la Universidad de Jordania.
Entre los vegetales preferidos, Salameh mencionó el olivo, las frutas tropicales y verduras. "El trigo y la granja 'seca' está bien, pero no en las zonas altas, donde cuesta más producir para la población local que importar y perdemos recursos de agua no renovables", sostuvo.
El ciudadano jordano promedio consume 0,085 metros cúbicos de agua por día, mientras un israelí consume 0,3, un canadiense 0,4 y un estadounidense 0,6 metros cúbicos.
Las grandes ciudades de Emiratos Arabes Unidos son las que consumen más agua en la región, con un promedio diario por persona de 0,5 metros cúbicos. Sesenta por ciento procede de plantas desalinizadoras que procesan agua marina. ————-
(*) IPS pone a disposición de sus suscriptores este material por un acuerdo de distribución con la institución internacional de comunicaciones Panos Features, de Londres. (FIN/PANOS/ma- aw/dds/mj/en dv/98