ZIMBABWE: Parlamento amenaza derechos fundamentales de la mujer

Parlamentarios de Zimbabwe causaron conmoción al solicitar la derogación de una ley que consagra derechos fundamentales de la mujer como el de celebrar contratos sin la autorización de un familiar o tutor.

La Ley de Mayoría de Edad de 1982, que considera mayor a toda persona de 18 años o más, fue una de las primeras leyes aprobadas en Zimbabwe luego de su independencia, en 1980, en favor de los derechos de la mujer.

Aunque la norma se aplica por igual a ambos géneros, mejoró notablemente la situación de la mujer al cambiar su condición de menor de edad por la de mayor con plena capacidad para celebrar contratos por su sola voluntad.

A partir de la entrada en vigencia de la ley, las mujeres son capaces de abrir una cuenta bancaria, poseer una empresa, acceder a créditos, adquirir un pasaporte a nombre propio, tener la guarda de sus hijos si son solteras, separadas o viudas, y contraer matrimonio sin permiso de un familiar o tutor.

Además, la norma otorgó a las mujeres de Zimbabwe el derecho al voto.

"La Ley de Mayoría de Edad es la más progresista aprobada en Zimbabwe hacia la emancipación de la mujer y la eliminación de toda forma de discriminación contra ella", declaró un colectivo de organizaciones de la mujer en una declaración presentada al parlamento el martes.

Para indignación de los grupos defensores de los derechos de la mujer de este país sudafricano, el parlamento está revisando varias cláusulas de la norma, y algunos legisladores desean derogarla por completo.

La manzana de la discordia es la cláusula que otorga a los mayores de 18 la capacidad de contraer matrimonio sin el consentimiento de familiares o tutores.

El parlamentario Livingstone Manhombo dijo a la cámara baja que los negros de Zimbabwe consideran que sus hijos son niños aun a los 18 años.

"Lo que es bueno en Gran Bretaña y Estados Unidos no necesariamente tiene que ser igual en Zimbabwe", declaró Manhombo, citado por el periódico oficial Herald.

"La ley causó demasiado sufrimiento innecesario. El Poder Ejecutivo debe entender claramente que, más allá de votaciones, esta cámara es contraria a la Ley de Mayoría de Edad", agregó.

Otro parlamentario, John Tsimba, aseguró que ciertas disposiciones de la ley causaron muchos enfrentamientos entre familias.

Por otra parte, mujeres activistas sostienen que los parlamentarios no comprenden las implicaciones de sus esfuerzos por derogar la ley.

"Al concentrarse únicamente en el matrimonio, los legisladores no consideran los otros aspectos de la ley", señaló Rudo Kwaramba, del Proyecto Musasa sobre Violencia contra la Mujer.

"Si las mujeres podemos dar nuestro voto a alguien para que tome decisiones por el país, ¿por qué no podemos decidir sobre nuestra propia vida? No podemos ser adultas en un aspecto y menores en otro", manifestó Kwaramba, y advirtió que la derogación perjudicará mucho más a las mujeres que a los hombres.

"Zimbabwe presentó recientemente un florido informe al comité internacional de la CEDAW (Convención para la Eliminación de Toda Forma de Discriminación contra la Mujer) en Nueva York, pero de regreso a casa quiere despojar a las mujeres de sus derechos", acusó la activista.

El gobierno ratificó la convención en 1991, pero demoró varios años en producir su primer informe alegando problemas de índole financiera y administrativa.

"Los gobiernos tienen a quitar con una mano lo que dan con la otra, y para evitarlo debe haber gente que se ocupe de hacerlos responsables", dijo Rumbidzai Nhundu, del Grupo de Acción de la Mujer.

"Como organizaciones no gubernamentales, tenemos que asegurarnos de que las promesas del gobierno se vuelvan realidad", exhortó Nhundu. (FIN/IPS/tra-en/nm/pm/ml/pr-hd/98

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