Los ricos aún se benefician más que los pobres de los servicios sociales de Sudáfrica, de acuerdo con un informe publicado hoy en esta capital y elaborado por encargo del PNUD y UNICEF.
Sudáfrica invierte cerca de 22,5 por ciento de su presupuesto en bienestar social, por encima del 20 por ciento acordado en la Cumbre Mundial de Desarrollo Social celebrada en Copenhague en 1995, destaca el informe, titulado "Gasto Público en Servicios Sociales Básicos en Sudáfrica".
Sin embargo, persiste la necesidad de una mayor eficiencia y redistribución de la riqueza desde áreas de abundancia hacia zonas de carencia, señaló Murphy Morobe, presidente de la Comisión Financiera y Fiscal de Sudáfrica.
Por ejemplo, el sistema de educación se caracterizó por un alto nivel de gasto en los años 80 y 90, pero al igual que en otros sectores sociales, el gasto estaba inclinado en favor de la minoría blanca.
Uno de los principales desafíos del gobierno del presidente Nelson Mandela consiste en desviar el gasto de los ricos hacia los pobres pese a las fuertes protestas de los partidos blancos de oposición.
"El actual gobierno se enfrenta a hechos. Las cifras reflejan las injusticias del pasado", señaló David Whaley, representante residente del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo). "Este informe constituye una base para que se corrijan los desequilibrios", añadió.
Julia de Bruyn, de la Comisión Fiscal, sostuvo que "hay fondos suficientes, pero no son redirigidos".
"Tenemos que sacarle a ciertos sectores para darle a otros. No podemos permitir que numerosos niños continúen recibiendo clases bajo un árbol mientras otros lo hacen en confortables aulas llenas de computadoras", agregó De Bruyn.
Los pobres de Sudáfrica reciben cerca de 40 por ciento de los recursos educativos, aunque constituyen 53 por ciento de la población. En contraste, los ricos, que representan 12,5 por ciento de la población, reciben 24 por ciento de los recursos de la educación pública.
"No es que no haya suficientes maestros. Los hay, pero en lugares equivocados", afirmó Morobe.
Sudáfrica está muy retrasado con respecto a otros países de medianos ingresos en cuanto a indicadores básicos de desarrollo humano, como el índice de alfabetización, la expectativa de vida y el grado de pobreza.
Aunque el producto nacional bruto (PNB) de Sudáfrica, de 3.160 dólares por habitante, lo coloca a la altura de países de medianos ingresos como Brasil, Malasia y Hungría, su índice de desarrollo humano lo sitúa a la par de naciones como Sri Lanka, que no llega a un tercio de su PNB.
El informe recomienda que los recursos de Sudáfrica para servicios sociales sean invertidos más eficientemente para satisfacer las necesidades de los sectores más pobres de la sociedad.
"Para mejorar los resultados no es necesario invertir más, sino mejorar la eficiencia en todos los aspectos del gasto en servicios sociales básicos", explica el informe.
Por ejemplo, la mayoría del gasto en salud pública (68 por ciento) se destina a costos de personal. Además, la mayoría de los médicos se dedican a la práctica privada, al igual que los odontólogos (93 por ciento) y los farmacéuticos (89 por ciento). (FIN/IPS/tra-en/gm/pm/ml/dv/98