MEXICO: Desconfiados, los zapatistas cierran puertas al gobierno

La guerrilla zapatista de México tiene razones suficientes para cerrar las puertas del diálogo al gobierno mientras no se cumplan ciertas condiciones, señalaron hoy políticos de oposición y agrupaciones humanitarias.

La comandancia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) rechazó el fin de semana una propuesta del gobierno de Ernesto Zedilllo para concertar una cita secreta. La oferta llegó a través de una carta que no tenía firma de remitente ni nombre de destinatario.

No hay ningún acercamiento con el gobierno, pues nada ha cambiado, alertó la guerrilla. Continúan las incursiones militares en las comunidades indígenas, no cesa la mentira, ningún preso zapatista ha sido liberado, los grupos paramilitares siguen operando y continúan los asesinatos, agregó.

El EZLN tiene razones fundadas para dudar, pues el gobierno actúa con "doble discurso", opinó el diputado opositor Gilberto López, miembro de una comisión mediadora para el conflicto de Chiapas.

Por un lado, el gobierno habla de paz y pide reuniones, mientras por otro sigue la militarización y el apoyo a grupos antizapatistas, advirtió López.

Según la Secretaría (Ministerio) de Gobernación (Interior), el gobierno no ha propuesto "nada ilegítimo, secreto o siquiera confidencial" al EZLN. Por el contrario, en la carta, enviada a través de mediadores que informaron a la guerrilla quién la remitía, sugirió caminos viables para avanzar hacia la paz.

Las autoridades informaron que en la misiva, considerada por el EZLN irrelevante por carecer de firma, se pidió una reunión para encontrar caminos hacia la paz y buscar fórmulas hacia la concreción de los acuerdos sobre derechos y cultura indígena, firmados en febrero de 1996.

Si el presidente Zedillo no acepta su responsabilidad en la crisis que se vive en Chiapas y admite haber financiado grupos paramilitares, engañado al EZLN y desarrollado una guerrra de baja intensidad, no habrá paz, alertó el no gubernamental Centro de Derechos Fray Francisco de Vitoria.

Hace tres años, cuando la guerrilla se preparaba para su segunda reunión con el secretario de Gobernación, el gobierno ordenó una ofensiva militar en Chiapas y la detención de los líderes del EZLN con el argumento de que preparaban varios atentados.

En aquella ocasión, Zedillo reveló la supuesta identidad del subcomandante Marcos y de varios otros jefes de la guerrilla.

Hoy, casi todos los acusados por el gobierno están libres por falta de pruebas, el EZLN permanece aislado en lo más inhóspito de la selva, grupos paramilitares actúan protegidos por autoridades y la violencia sigue imparable.

La guerrilla sostiene que el gobierno acostumbra a traicionar y a desacatar sus propios compromisos.

En febrero de 1996, luego de dialogar durante varios meses con delegados del grupo armado, el gobierno firmó el acuerdo sobre derecho y cultura indígena. Cuando los mediadores del Congreso lo transformaron en ley, el EZLN lo aceptó, pero el gobierno no.

El gobierno se arrepintió de haber firmado el acuerdo sobre derechos indígenas, pues otorga a las comunidades derechos a la autonomía que considera excesivos. Ahora, aunque lo niegan, las autoridades pretenden renegociar el documento, afirman políticos de oposición.

La postura oficial siempre ha sido prometer de paz, pero preparar la guerra, sostiene el EZLN.

La semana pasada, a un mes de la matanza de 45 indígenas, otros cuatro, al parecer simpatizantes de la guerrilla, murieron en hechos no aclarados. Ni la vigilancia militar, ni las exhaustivas investigaciones para identificar a los promotores de la violencia pudieron frenar los últimos asesinatos.

Zedillo sostiene que la violencia en Chiapas es producto de los enfrentamientos entre el EZLN y "otros grupos" de ese estado. Hoy como antes, el interés del gobierno es lograr una solución negociada al conflicto, asegura.

El gobierno indicó en la carta que envió a la guerrilla que desea encontrar un fórmula jurídica satisfactoria para las partes que dé forma a los acuerdos sobre derechos y cultura indígena. Además, manifiesta tener interés en un diálogo "con signos de distensión bilaterales".

Mientras no se concrete una reubicación de soldados en Chiapas ya ofrecida por el gobierno, se desmantele a los grupos paramilitares y se reconozca a pleno los acuerdos sobre derechos indígenas, no habrá diálogo, repondió el EZLN.

"No estamos exigiendo nada que el gobierno no haya firmado", señaló el grupo.

Por ahora, las únicas instancias con la que el EZLN conversa son la Comisión de Intermediación que preside el obispo de Chiapas, Samuel Ruiz, y a la Comisión de Conconcordia y Pacificación del Congreso, a la que pide honrar su palabra y mantener su proyecto original sobre derecho y cultura indígena. (FIN/IPS/dc/mj/ip/98

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