Colombia merece un 10 (máxima calificación) por su lucha contra el narcotráfico, afirmó hoy durante una visita a Venezuela el general Rosso Serrano, jefe de la policía colombiana.
"Trabajamos con seriedad y con todo el corazón, pero no para que se nos certifique o no", dijo Serrano en alusión al análisis que Estados Unidos hará antes del 1 de marzo sobre si Colombia y otros países cooperaron en la lucha antidrogas.
Esa "certificación" fue negada por Washington en 1996 -casi derribando al presidente Ernesto Samper- y en 1997, pero el "zar antidrogas" estadounidense Barry Mc Caffrey ha reconocido durante visitas a la región que el mecanismo carece de la eficacia que originalmente se le atribuyó.
Serrano viajó a Caracas invitado por el ministro de la Comisión Nacional Antidrogas Carlos Tablante para realizar un nuevo acuerdo de cooperación policial destinado a ampliar y agilizar la información de inteligencia binacional contra el narcotráfico. También brindará su experiencia en el tema.
Esa experiencia "ganada con tristeza y pagada con mucha sangre", versa sobre la destrucción de cultivos ilícitos, combate a las "mafias", represión del lavado de dinero ilícito, del tráfico de drogas y del de precursores químicos para elaborarlas, así como profilaxia ante el consumo.
También discutirá con autoridades venezolanas sobre operaciones coordinadas en uno y otro lado de la frontera y la instalación de un radar que se sume a los tres que ya funcionan en territorio colombiano.
Además, este martes se entrevistará con dirigentes de los gremios de ganaderos que operan en los 2.200 kilómetros de frontera binacional para tratar los problemas que les causan las formaciones colombianas guerrilleras, de paramilitares y del hampa común.
Los paramilitares "son tan malos como los guerrilleros. Han perdido identidad y se comportan como narcotraficantes. Primero surgieron como autodefensas, para cuidar fincas, después incursionaron en el tráfico de drogas, y últimamente ya no se sabe qué cosa son", comentó.
"Problemas como éstos los tenemos en otras fronteras, con Ecuador, Perú, Panamá y Brasil, porque en la medida en que nosotros presionemos al narcotráfico dentro de Colombia éste buscará expandirse hacia otros países, acercándose a sus mercados", dijo Serrano.
El jefe policial enumeró logros de esa lucha en Colombia el último año, comenzando por las 50.000 hectáreas de coca y amapola que han sido fumigadas.
"Nos ha beneficiado el fenómeno atmosférico del Niño, porque la mayor sequía ha favorecido nuestro trabajo", señaló.
"Fumigamos desde plantaciones a más de 3.000 metros de altitud – por eso le ofrecemos ayuda a Venezuela en la fronteriza Sierra de Perijá- hasta en las llanuras de (los ríos) Caquetá, Guaviare y Vichada, donde la guerrilla derriba helicópteros -ya van cinco abatidos- por encargo del narcotráfico", dijo.
Agregó que el último año fueron incautadas 2.800 toneladas de precursores químicos y 2.700 personas fueron detenidas en relación con el narcotráfico
Serrano explicó que Colombia ha llevado por ello a la cárcel a 27.000 individuos, destruido más de 100 pistas de aterrizaje y colocado más de 1.600 bienes en régimen de extinción de dominio.
Ese tránsito legal llevará unos 500 millones de dólares a programas de asistencia al campesinado, según Serrano. "Tenemos dificultades, como la distancia, la geografía, la dureza de la lucha, pero no falta de voluntad: por eso es que no existen ya el Cartel de Medillín o el Cartel de Cali".
"También está la extradición legal de colombianos, que se aprobó recientemente y, aunque no es retroactiva, de todas formas es un disuasivo para los narcotraficantes", señaló. En referencia a Washington remarcó que "los resultados están allí. Nadie trabaja para que le pongan cero".
Insistió en la necesidad de alerta ante la expansión del narcotráfico.
"Hay que ver la historia: primero tuvimos coca en Bolivia, luego en Perú, después en Colombia, siempre acercándose a los mercados", dijo cuando, en rueda de prensa, se le preguntó por el auge del narcotráfico en México.
Serrano apoyó además la organización en Panamá de un centro interamericano de lucha contra el narcotráfico en lo que fueron instalaciones del Comando Sur estadounidense. "Colombia participará, y esperamos un financiamiento de cinco millones de dólares para sumarnos a ese programa".
El general se ha convertido, por su popularidad y por su buena imagen ante los círculos de poder en Washington, en la persona más buscada por los aspirantes a la presidencia para completar sus fórmulas como candidato a vicepresidente de Colombia en los comicios de mayo.
"Tras muchas consultas llegué a la conclusión de que toda la gente que me quería me iba a odiar si daba el salto a la política", dijo al diario caraqueño El Nacional tras reconocer que entre quienes consultó sobre su candidatura estuvieron Mc Caffrey y el embajador estadounidense en Bogotá Myles Frechette.
En la rueda de prensa afirmó, entrando en el terreno político, que en Colombia "la guerrilla nunca llegará al poder. Tiene que ser sensata y darse cuenta de que el comunismo se acabó hace rato".
"No se cuál proyecto político tiene la guerrilla. Una guerrilla que pone 100 kilos de dinamita para matar a unos policías -hace tres días mataron a un capitán y siete agentes- es una pobre guerrilla. Colombia sin guerrilla y sin narcotráfico sería el mejor país del mundo", aseveró.
Serrano se dijo "promotor de la paz". "Me tiene cansado la guerra. Cuando llego a los entierros de víctimas no encuentro ya qué decirle a las viudas. Se me agotó el discurso. Para hacer la paz con la guerrilla me siento a hablar con quién sea, hasta con esos desalmados". (FIN/IPS/jz/dg/ip/98)
