BRASIL: Discriminación europea al café soluble va a la OMC

Brasil decidió llevar a la Organización Mundial de Comercio (OMC) su disputa con la Unión Europea (UE) a causa de un arancel que considera discriminatorio contra su café soluble.

El producto brasileño es gravado en 10,1 por ciento en el mercado comunitario europeo, que concede exención a otros países para apoyar la lucha contra el narcotráfico. La queja brasileña se intensificó porque la UE elevó el gravamen de nueve a 10,1 por ciento desde enero del año pasado.

Desde 1992, las exportaciones brasileñas a la UE cayeron a menos de la mitad, de 12.000 toneladas a 5.800 toneladas el año pasado, según Roberto Ferreira Paulo, presidente en ejercicio de la Asociación Brasileña de la Industria de Café Soluble (ABICS).

El año pasado el café en grano alcanzó ingresos récord, de 2.750 millones de dólares, en sus exportaciones favorecidas por los altos precios internacionales. Pero el café soluble, al revés, sufrió una caída de 400 millones de dólares en 1996 a 370 millones en 1997, lamentó Ferreira.

Además de la barrera europea, los problemas de la industria se agravaron por el encarecimiento de la materia prima en Brasil. El saco de 60 kilogramos de café en grano cuesta entre 140 y 150 dólares, mientras los competidores lo obtienen a cien dólares, según el empresario.

Fuertes heladas en 1994 redujeron la producción cafetera brasileña. La escasez se agravó el año pasado y debe persistir hasta la entrada de la nueva cosecha en el mercado, a partir de julio o agosto.

La discriminación responde en realidad al "proteccionismo" de la UE, interesada en defender su propia industria contra Brasil, que tiene "la mayor capacidad instalada" para producción de café soluble y por eso puede atender la demanda "con rapidez y calidad", acusó Ferreira.

La medida contribuyó, asimismo, para que Colombia pudiera duplicar su capacidad industrial en esta década, pasando incluso a producir el café liofilizado, de mayor valor agregado, observó. Otros competidores, como Ecuador, también ampliaron su participación en el mercado europeo.

La ABICS espera que el gobierno brasileño se decida pronto a pedir un panel, mecanismo de solución de diferencias en la OMC. Esto debe estar precedido de un pedido de consulta formal, para que la UE presente sus explicaciones y se intente una negociación, proceso que puede durar dos meses.

Las negociaciones bilaterales se agotaron el mes pasado, en "un último intento" de acuerdo, vía diálogo informal, en Bruselas, según el embajador José Botafogo Gonzalves, jefe del Departamento Económico de la cancillería brasileña.

La acción ante la OMC sólo depende de comprobación formal de que la pérdida de exportaciones se debe al tratamiento discriminatorio de la UE.

Si la UE quiere efectivamente ayudar los países andinos y centroamericanos a sustituir la producción de cocaína, dispone de muchas otras formas mejores de apoyo, sin perjudicar a una industria en Brasil, país que también sufre el problema del narcotráfico, argumentó Ferreira.

El impuesto diferenciado se aplica desde 1991 y se calcula sobre el precio CIF, es decir el de la entrega en Europa que incorpora los costos de transporte, elevando el gravamen, añadió.

El mercado mundial del café es singular, porque se trata de un producto destinado a la exportación, comentó Oswaldo Aranha, presidente de la Federación Brasileña de Exportadores de Café, en un seminario el 10 de febrero en Río de Janeiro.

"En términos globales, el café tiene 80 por ciento de su producción dirigida al consumo de países no productores", determinando un alto grado de dependencia del mercado mundial, recordó.

En ese comercio de sentido único, barreras arancelarias y no arancelarias componen "un muro de aislamiento a productos industrializados".

Por eso en "un mercado global de 50.000 millones de dólares, los países productores de café están limitados a disputar una franja de 10.000 millones, suma de las exportaciones de caf en grano", destacó.

Brasil presenta un consumo interno relativamente elevado. Además de principal productor y exportador mundial de café, es el segundo mayor consumidor mundial, absorbiendo entre 30 y 50 por ciento de su cosecha anual, cerca de 13 millones de sacos actualmente.

Pero con el café soluble es distinto, porque el brasileño no tiene el hábito de consumirlo y el país exporta el 95 por ciento de su producción. Por este motivo, barreras externas tienen un impacto devastador para esa industria. (FIN/IPS/mo/ag/if/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe