AMBIENTE: Comisión Mundial sobre Represas entra en funciones

La Comisión Mundial sobre Represas finalmente comenzará a trabajar este lunes tras una acalorada discusión de tres meses entre funcionarios de gobierno de diversos países y organizaciones no gubernamentales (ONG).

La Comisión tendrá por cometido realizar un estudio del impacto producido por las grandes represas sobre distintas comunidades, en base al cual se elaborarán una serie de normas para futuras construcciones de diques.

El lanzamiento previsto para noviembre de 1997 fue cancelado a último momento debido a quejas porque la Comisión no incluía entre sus miembros representantes de las comunidades afectadas por proyectos controvertidos.

Sin embargo, tras una reunión celebrada en enero en Ciudad del Cabo, se llegó a un acuerdo sobre la composición de la Comisión, que ahora incluye tanto partidarios como opositores de grandes represas. Un negociador declaró que la "misión imposible" tuvo éxito.

Los partidarios incluyen gobiernos que procuran promover el crecimiento industrial y grandes empresas que pretenden obtener contratos de construcción de empresas sin ser blanco de la ira de los ambientalistas ni de agrupaciones indígenas, que están del lado opuesto.

La Comisión está encabezada por Kader Asmal, Ministro de Bosques y Recursos Hídricos de Sudáfrica.

Un asesor de la Comisión elogió la "gran diversidad" del órgano de 12 miembros y anticipó un debate agudo y productivo para los próximos dos años.

Sin embargo, grupos de activistas prometieron vigilar de cerca la Comisión y recaudar dinero para una red de ONG con el fin de ayudar a comunidades afectadas por represas a recoger datos y preparar alegatos ante el organismo mundial.

El objetivo consiste en garantizar que el informe final de la Comisión "refleje la situación y promueva las metas de las personas afectadas por represas", explicó Patrick McCully, director de campañas de la Red Internacional para los Ríos.

Se prevé que el trabajo de la Comisión comenzará en mayo, un mes antes de lo previsto, y que su informe final se publicará en junio del año 2000.

En base al estudio del impacto de las grandes represas sobre el desarrollo de los pueblos se elaborará una serie de normas para futuras construcciones de represas, explicaron funcionarios del Banco Mundial, que patrocina la Comisión junto con la Unión Mundial por la Conservación.

La prioridad inmediata del grupo consistirá en la recaudación de fondos. Hasta ahora, la Comisión reunió unos tres millones de dólares, pero el objetivo asciende a 8,4 millones, según fuentes no gubernamentales.

El dinero procede de gobiernos, agencias internacionales, corporaciones y fundaciones.

Así mismo, los miembros de la Comisión deberán establecer su plan de trabajo, que incluirá una lista de las represas y los ríos a estudiar.

La Comisión estudiará en detalle cerca de 45 casos, y su tarea podría incluir la celebración de audiencias públicas, dijeron fuentes del organismo. (FIN/IPS/tra-en/aa/mk/ml/en/98

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