El gobierno de Tailandia, desesperado por lograr divisas y sacar al país del caos económico, recurre a la promoción del turismo, mientras críticos temen efectos que destruyan el medio ambiente y las culturas indígenas.
La campaña "Tailandia Sorprendente", lanzada a comienzos de este año, podría dañar lo que aún queda de atención al patrimonio ecológico y cultural del país, saturado de turistas, alertan ambientalistas.
Para 1998 se planifican ventas con grandes descuentos a turistas, festivales de música, danza y alimentación y otras concesiones.
Tailandia gana más de 5.000 millones de dólares al año del turismo, divisas que necesita más que nunca debido al colapso de su economía en los últimos seis meses. El país también espera que el turismo absorba un alto número de personas que podrían quedar desempleadas en los próximos meses.
"Cada ex empleado de las compañías financieras que cerraron tendrá la oportunidad de reiniciar el comercio del turismo. La mayoría de ellos tiene el potencial para ajustarse al sector", dijo Jurin Laksanavisit, director de la Autoridad Tailandesa de Turismo (ATT).
El gobierno de Tailandia planifica tomar un préstamo de 300 millones de dólares del Banco Mundial para gastar en proyectos que creen empleo y mejoren los sitios turísticos.
Aunque un importante punto de venta para "Tailandia sorprendente" es el hecho de que el dólar estadounidense vale ahora el doble del baht en relación a hace seis meses, no todos están seguros de que el turismo registrará un alto saldo debido a la moneda local más barata.
Tailandia ya está saturada de turistas y es poco posible que su número aumente sustancialmente. Cifras de la ATT indican que las llegadas de turistas a Tailandia el año pasado fueron 7,26 millones, sólo 0,99 por ciento por encima de 1996.
Además, se espera una importante caída de las llegadas de Asia, afectada por la turbulencia monetaria.
La drástica reducción de los costos del albergue y los viajes en Tailandia podría no prolongarse, y ya se oye un clamor por el aumento de los precios. Hoteles y operadores aéreos amenazan con hacer cobros en dólares, lo cual neutralizaría cualquier ventaja derivada de la caída del baht.
"El turismo es una industria de servicios y no una mercancía de salida rápida que pueda sacar al país de su crisis", adviritó un editorial en el diario en inglés The Nation.
El editorial urgió a los tailandeses a aprender de la campaña turística de 1987 durante la cual "la agresiva promoción turística condujo a sobreinversiones en hoteles y excesiva comercialización de las culturas indígenas y sitios vírgenes".
Para activistas defensores del medio ambiente y los derechos humanos, la perspectiva más alarmante en nombre de la promoción del turismo es el retiro de las medidas del gobierno que en los últimos años previnieron la degradación de la ecología y la cultura.
Grandes extensiones de costas verdes, colinas y montañas, parques nacionales y otros puntos atractivos han sido saqueadas durante la última década por los promotores del turismo.
La promoción de la industira también condujo al florecimiento de sitios de comercio sexual y un creciente tráfico de mujeres desde tribus en las colinas y países vecinos.
Muchas tribus del norte se convirtieron en atracción de turistas por su cultura "exótica" y los activistas afirman que la comercialización de sus vidas erosionó las tradiciones de los indígenas y los hizo más vulnerables a los vicios modernos.
Según críticos, la estrategia del gobierno de utilizar el turismo para rescatar la economía no funcionará si la crisis desata más tensiones sociales debido al creciente desempleo, subas de precios y un creciente resentimiento contra los extranjeros.
El 21 de enero, redes internacionales de televisión mostraron escenas de la policía reprimiento una protesta en Bangkok de cientos de trabajadores a quienes se negó un bono por primera vez en años.
Con algunos incidentes más de este tipo, el gobierno tailandés podría encontrar difícil mantener a su propia gente feliz, y mucho menos disponer del tiempo y la energía para desenrollar la alfombra roja para los extranjeros. (FIN/IPS/tra-en/ss/js/lp/if en pr/98