Febrero se transformó los tres últimos años en un mes emblemático para la economía de México y el conflicto del estado de Chiapas. Aniversario de negociaciones y sorpresas en los dos temas, febrero se proyecta otra vez como una etapa de importantes cambios.
Según las previsiones de gobierno, políticos y analistas, en Chiapas se darán este febrero pasos inéditos para retomar el suspendido diálogo de paz y bajar la tensión militar en la zona, mientras que en el plano económico se resentirán las consecuencias de la crisis en los países asiáticos.
Los tres febreros que encaró como presidente Ernesto Zedillo, quien asumió en diciembre de 1994, marcan en gran parte la marcha de dos frentes que generan periódicas tensiones en México y que tienen eco en el extranjero, sostiene el columnista del diario Reforma Miguel Granados.
En febrero de 1995, el presidente Ernesto Zedillo ordenó una ofensiva militar contra la guerrilla zapatista, argumentando que el grupo planeaba ataques.
El mismo mes de 1996 firmó con los insurgentes el acuerdo sobre derecho y cultura indígena y en febrero de 1997 rechazó el proyecto de ley que interpretaba ese acuerdo.
Ahora, las autoridades afirman que están dipuestas a reposicionar al ejército en Chiapas -una de las viejas demandas de la guerrilla- afirman que respetarán los acuerdos suscritos, que terminarán con la violencia y que liberarán a cerca de 300 indígenas prozapatistas que permanecen presos.
Las perspectivas de la paz vuelven a ser buenas y en febrero se esperan avances definitivos, señaló el obispo de Chiapas, Samuel Ruiz, uno de los mediadores en el diálogo de paz entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el gobierno.
Los pasos que anuncian las autoridades para Chiapas y que no han sido aún comentados por la guerrilla no tienen precedentes en la historia del conflicto, iniciado en enero de 1994, cuando el EZLN irrumpió en escena tomando poblados y caminos y declarando la guerra al gobierno.
La nueva estrategia se presenta luego de la matanza de 45 indígenas en diciembre por parte de grupos paramilitares contrarios a la guerrilla, hecho que despertó en México y el extranjero una ola de críticas contra el gobierno y múltiples expresiones de apoyo al EZLN y a los grupos nativos de Chiapas.
Satisfacer los reclamos indígenas es una prioridad, así como el establecimeinto de la paz, dijo Zedillo poco después de cumplirse cuatro años del levantamiento del EZLN, período en el que Chiapas se transformó en uno de los estados más violentos y militarizados de México.
Portavoces oficiales indican que será en febrero cuando se apliquen todas las estrategias necesarias para concretar el camino hacia la paz.
También será en febrero que las autoridades económicas inicien un estricto monitoreo de las importacione provenientes de Asia y apliquen medidas en el sistema monetario para evitar bruscos saltos de la cotización de la moneda.
El gobierno advierte que las perspectivas económicas del país para 1998 podrían verse alteradas por un masivo ingreso de productos asiáticos a bajos precios, fenómeno que se considera consecuencia de la crisis financiera que viven los países de esa región del mundo.
La secretaría de Hacienda ordenó a las dependencias del sector público que a partir de febrero ajusten sus presupuestos anuales con una baja de 1,25 por ciento, mientras que el Banco Central anunció que intervendrá en los mercados de dinero para regular el precio del dólar.
Como viene sucediendo cada año desde 1995, febrero será nuevamente un período que marcará cambios en la economía, opinó el analista financiero Ignacio Catalán.
Hace tres años, México vivía una profunda inestabilidad económica, luego de la crisis que estalló a fines de 1994 y las consecuencias que tuvo en el mundo, fenómeno que se conoció como el "efecto tequila".
En febrero de 1996, la crisis seguía golpeando al punto que, en una actitud inédita, los sindicatos y los dirigentes del gobernante Partido Revolucionario Institucional pidieron introducir cambios radicales en el manejo de la economía y los empresarios advirtieron que había riesgos de un estallido social.
Hace un año, en febrero de 1997, la situación era radicalmente distinta. Felicitado por su partido, por los analistas financieros y los empresarios, el gobierno de Zedillo informó que en 1996 la economía había crecido 5,1 por ciento, la cifra más alta desde 1990.
Hoy, la economía sigue fuerte, pero "focos amarrillos" comienzan a prenderse por la crisis de Asia, reconoció el presidente. (FIN/IPS/dc/dg/ip-if/98