MEDIO ORIENTE: EE.UU. no logra acuerdo entre Arafat y Netanyahu

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton,dio un paso más hacia otro repliegue de fuerzas israelíes de Cisjordania en las reuniones que mantuvo esta semana con los líderes de Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), pero aún está muy lejos de lograr un acuerdo definitivo.

Clinton autorizó a la secretaria de Estado Madeleine Albright a organizar el próximo mes una reunión tripartita con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el presidente de la ANP, Yasser Arafat, en Europa.

Pero este encuentro sucedería sólo si Washington consigue que ambas partes acepten una serie de puntos que posibilite el retiro de los soldados israelíes. "Esto no será fácil", reconoció un funcionario de Washington, quien solicitó reserva sobre su identidad.

Incluso si Albright logra que Netanyahu y Arafat se pongan de acuerdo sobre las condiciones de lo que, seguramente, será un retiro muy limitado, aún quedarán problemas más grandes por resolver, como el estatuto de Jerusalén, el estado palestino y las fronteras de su territorio, antes de alcanzar el acuerdo.

"Los encuentros de esta semana no fueron una pérdida de tiempo, pero, no nos engañemos, queda mucho camino por recorrer", advirtió Mark Rosenblum, presidente de la organización Estadounidenses por la Paz Ya y enérgico partidario de los acuerdos preliminares de paz firmados en 1993.

Luego de que el proceso de paz se interrumpiera el pasado enero y tras la absoluta pérdida de confianza entre Arafat y Netanyahu, las autoridades de Washington concluyeron en diciembre que Clinton debía reunirse en persona con ambos líderes para evitar el colapso total de los acuerdos negociados en Oslo.

La participación de Clinton en los encuentros de esta semana tiene el fin de demostrar la seriedad de Estados Unidos. "Ambas partes reconocen la importancia que supone la intensa participación del presidente", declaró Albright el jueves.

La secretaria añadió que fue la "primera vez" que Clinton manifestó sus propios puntos de vista a ambos líderes.

Clinton se reunió con Netanyahu en dos ocasiones el martes y con Arafat el jueves, también dos veces, en visitas que evidentemente fueron más que protocolares.

En el curso de estos contactos, el presidente estadounidense propuso "ideas" sobre la forma de poner de acuerdo a ambas partes sobre cuestiones que aplazaron el retiro de los soldados israelíes de Cisjordania, en principio previsto para marzo y octubre del año pasado.

Los funcionarios de Washington no quisieron hablar sobre estas ideas, pero se trataría de intentos por llegar a un compromiso entre Arafat y Netanyahu sobre la magnitud del retiro israelí y el grado de acatamiento que el líder palestino deberá mostrar hacia las exigencias de seguridad de Israel.

Los acuerdos de Oslo y los pactos posteriores requieren que Israel realice tres repliegues del territorio de Cisjordania luego de entregar el control de sus principales centros urbanos, lo cual se concretó el pasado enero.

Pero, a menos de seis meses de la fecha límite para el último retiro, ninguno de ellos se llevó a cabo.

Antes de los encuentros de esta semana, el gobierno de Clinton presionó con vigor a Israel para que realizara un retiro "importante y creíble", entre 10 y 12 por ciento del territorio ocupado, en el lapso más breve posible.

Washington también exigió que Netanyahu detenga la construcción o expansión de asentamientos israelíes en Cisjordania.

En sus conversaciones con Clinton, Netanyahu habría ofrecido retirar sus soldados del seis por ciento del territorio de Cisjordania, siempre que Arafat cumpla con una serie de severas condiciones.

Arafat, quien este viernes descartó la oferta territorial de Netanyahu por ser "insignificante", exigió el retiro del 30 por ciento del territorio cisjordano.

Clinton habría manifestado a ambos líderes que él está a favor del retiro de los soldados de al menos 10 por ciento del territorio y de que el repliegue comience por el Sector C, la parte de Cisjordania que se encuentra exclusivamente bajo control israelí.

Así mismo, Clinton se habría declarado partidario de realizar el retiro en un lapso de varias semanas, en lugar de los meses que pretende Netanyahu, y de que haya dos etapas para garantizar el cumplimiento del acuerdo por ambas partes antes de completar la partida de los soldados.

Los funcionarios de Washington no dijeron mucho sobre la posición de Clinton con respecto a la seguridad y otras condiciones que exige Netanyahu.

Israel exigió varias medidas de largo alcance, como la extradición a su territorio de palestinos sospechosos de actividades terroristas y la detención inmediata de 30 supuestos terroristas.

El gobierno israelí también pretende tener poder de veto sobre la puesta en libertad de palestinos sospechosos de actos de terrorismo y exigió la restricción del acceso de líderes del partido fundamentalista islámico Hamas a escuelas y mezquitas.

En diciembre, funcionarios de seguridad de Israel y la ANP llegaron a un acuerdo que cubre algunos de estos puntos en un proceso supervisado y negociado por la CIA (Agencia Central de Inteligencia). Pero el radical gabinete de Netanyahu rechazó el pacto.

El director de la CIA, George Tenet, se reunió con Arafat el jueves.

Algunos funcionarios aseguraron que Washington espera poder incluir cronogramas específicos para el retiro de los soldados israelíes como parte del acuerdo, con la esperanza de que Netanyahu acceda.

Estos funcionarios también creen, y así se lo habrían hecho saber a Netanyahu, que algunas de las condiciones del jefe de gobierno israelí, como la extradición de palestinos sospechosos, no son viables.

Washington parece estar de parte de Arafat sobre otra exigencia de Netanyahu, la de que el Consejo Nacional Palestino, órgano legislativo que incluye a exiliados opuestos a la paz con Israel, se reúna formalmente para repudiar la mayor parte de la Carta Nacional Palestina.

Arafat llevó consigo a Washington una misiva en la que identifica con precisión las cláusulas de la Carta, aquellas que piden la recuperación del territorio de Israel, que fueron anuladas. En una conferencia de prensa el jueves, Albright indicó que su gobierno estaba conforme con el documento.

Luego de los encuentros, Washington se prepara para las difíciles conversaciones con el fin de elaborar un paquete de propuestas final que habilite a Albright a reunir a Netanyahu y Arafat para sellar el acuerdo el próximo mes.

Pero, incluso si se llega a un acuerdo, los negociadores estadounidenses aún se enfrentan a una serie de difíciles obstáculos, como el de persuadir a ambas partes de evitar los actos de provocación. (FIN/IPS/tra-en/jl/aq-ml/ip/98

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