El cambio de mando en Fiat, el mayor grupo industrial italiano, fue interpretado hoy como una decisión orientada a nuevas alianzas internacionales en el globalizado mercado del automóvil.
Políticos, economistas y periodistas consideran un cambio histórico la dimisión Cesare Romiti a la presidencia de Fiat después de casi un cuarto de siglo en la cúpula de la empresa, que tiene su cuartel general en la norteña ciudad de Turín.
Romiti dejará el cargo en junio, y en octubre o noviembre, la presidencia será ocupada por Paolo Fresco, un abogado de 64 años que se desempeña ahora como vicepresidente ejecutivo de la multinacional estadounidense General Electric, según se anunció esta semana.
Fresco, que percibe en General Electric un salario anual de tres millones de dólares, tendrá la difícil tarea de llevar a Fiat a nuevas e imprescindibles alianzas internacionales, advirtieron los expertos.
La superproducción de automóviles y la aguardada invasión en Europa de vehículos fabricados en Asia, de costo reducido a causa de la cadena de devaluaciones de los "Tigres" asiáticos, perfilan un difícil escenario para Fresco, señaló el diario La República.
La globalización determina una fuerte competencia comercial, que se libra tanto en materia de precios y calidad como de servicios y modelos de organización.
Todos los fabricantes apuntan a los mercados emergentes de América Latina, Europa oriental, China e India, mientras ni los europeos ni los norteamericanos han logrado hasta ahora consolidar presencia importante en Japón, advirtió el diario económico Il Sole 24 ore.
Corriere della Sera sostiene que la designación de Fresco parece facilitar a Fiat las alianzas internacionales. El primer ministro Romano Prodi declaró a ese periódico que "ahora se inicia para la Fiat una ulterior fase del proceso de globalización".
El mismo Fresco, considerado el empresario italiano de mayor éxito en Estados Unidos, se definió este viernes como un "globalizador".
Según el director general de Fiat, Paolo Cantarella, el nombramiento del nuevo presidente evidencia la decisión del grupo de acentuar su proyección mundial.
Mientras, Giovanni Agnelli, presidente honorario de la compañía, afirmó en Il Sole 24 ore que "Fresco es el hombre indicado para dirigir Fiat".
"Es un italiano que conoce bien nuestro país, pero que ha trabajado durante mucho tiempo en Estados Unidos, absorbiendo una cultural empresarial sinónimo del éxito", señaló Agnelli, jefe de la familia con mayor poder en el grupo industrial.
El mundo político y empresarial aprobó la elección de sucesor para Romiti, quien debe renunciar al cumplir 75 años, la edad tope para los miembros del cuerpo ejecutivo de Fiat.
El líder sindical Sergio Coferatti sostuvo que se trata de "un empresario de gran capacidad" e Innocenzo Cipolletta, presidente de Cofindustria, la asociación de los empresarios italianos, opinó que Fresco "está a la altura de su tarea".
Fiat aumentó 15 por ciento su facturación en 1997, hasta 90.800 millones de dólares, y sus utilidades crecieron 13 por ciento, para ubicarse en 8.200 millones.
La multinacional vendió el último año 2,8 millones de automóviles en Italia, ante 1,3 millones en 1996. La producción en el exterior fue de 820.000 unidades, de las cuales 512.000 se produjeron en Brasil.
Es el fabricante líder en Polonia, Brasil y Argentina y está presente también en Australia, China, España, Etiopía, Gran Bretaña, Rusia, Sudáfrica y Ucrania.
Con 244.000 trabajadores, es la empresa mas grande de Italia y una de las principales de Europa. (FIN/IPS/jp/ff/if/98