Los presidentes Armando Calderón Sol, de El Salvador, y Carlos Reina, de Honduras, suscribieron el lunes 19 en esta capital un Protocolo que pondrá fin a los problemas fronterizos suscitados a raíz de un fallo limítrofe de 1992.
El documento, firmado por los mandatarios tras la inauguración de la sede del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en Tegucigalpa, consta de 22 artículos en los que se comprometen a garantizar los derechos humanos y sociales a las personas afectadas por el fallo.
La firma del Protocolo fue avalada en calidad de testigos de honor por los presidentes José María Figueres, de Costa Rica, Alvaro Arzú, de Guatemala, y Arnoldo Alemán, de Nicaragua.
"Se está concretando la unidad centroamericana y finalizando el conflicto bélico que a fines de los años sesenta enfrentó a dos pueblos hermanos como son Honduras y El Salvador", dijo Alemán.
Calderón Sol y Reina expresaron en el Comunicado de Tegucigalpa que la firma del Protocolo se basa en el espíritu integracionista que une al istmo y las bases de la sentencia internacional que puso fin al diferendo limítrofe.
Honduras y El Salvador sostuvieron una guerra de 100 horas en 1969 por problemas fronterizos que fue solucionado mediante un fallo emitido por la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, el 11 de septiembre de 1992.
La sentencia del tribunal otorgó a Tegucigalpa dos de los tres tercios de los territorios en disputa, así como varias islas e islotes que garantizaron la salida del país al oceáno Pacífico.
La decisión de la Corte Internacional de Justicia causó una serie de problemas sociales a los poblados ubicados en la zona fronteriza, que tuvo durante más de tres años en jaque a las diplomacias de Honduras y El Salvador.
Desde hace dos años los gobiernos vienen negociando un Protocolo que en sus partes centrales garantiza a los ciudadanos de ambos países respeto de los derechos humanos, sus bienes y la opción de adoptar la nacionalidad que deseen.
No obstante, descarta la doble nacionalidad, como reclamaban los ciudadanos salvadoreños que quedaron en Honduras.
En el Protocolo suscrito este lunes por Honduras y El Salvador se garantiza derecho a la vida, seguridad personal, libertad, nacionalidad, propiedad, tenencia de la tierra, libre circulación de personas y de bienes, e integridad familiar.
El Protocolo suscrito por los presidentes de los dos países centroamericanos requiere de la aprobación de los parlamentos respectivos para entrar en vigencia este año.
Además del Protocolo, Calderón Sol y Reina firmaron también un calendario para demarcar la frontera en un plazo de un año, mediante un moderno sistema satelital que permitirá dar por cumplida y finalizada en todas sus partes la sentencia de la Corte Internacional de Justicia. (FIN/IPS/tm/ag/ip/98