Un organismo especializado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) elogió la política de asilo a los inmigrantes kurdos adoptada por el gobierno italiano a pesar de las críticas de Alemania y Turquía.
La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) aplaudió la decisión de Roma de permitir que ejerzan su derecho de petición de asilo los inmigrantes arribados a las costas meridionales de la península en las últimas semanas
Los desembarcos desestabilizaron los acuerdos de Schengen, que favorecen la libre circulación paulatina de personas en varios países de la Unión Europea, y enturbiaron las relaciones ya difíciles de Turquía con el bloque comunitario.
Alemania, uno de los firmantes de Schengen, atribuyó a Italia una tolerancia desmedida ante los inmigrantes kurdos y reclamó a las autoridades peninsulares que controlen los pasos fronterizos para evitar que la oleada migratoria llegue al resto de Europa.
A su vez, Turquía, que alberga una numerosa minoría kurda, acusó a Italia de alentar la emigración clandestina con su decisión de guiarse por estrictos criterios humanitarios para enfocar la cuestión de las poblaciones kurdas.
Las autoridades italianas, que hace pocas semanas negaron el ingreso a miles de albaneses y los enviaron de regreso a su país, prometieron conceder asilo político a los kurdos que lo soliciten y que reúnan los requisitos legales para obtenerlo.
Pam O'Toole, portavoz del ACNUR en Ginebra, anunció que representantes de esa organización participarán de las sesiones del comité de evaluación de las solicitudes de asilo, que se reunirá esta semana en Roma.
De las 839 personas que desembarcaron el 26 de diciembre en el sur de Italia, alrededor de 400 iniciaron el trámite de petición de asilo político.
La funcionaria precisó que el ACNUR favorece que toda persona tenga acceso a la gestión del asilo. "La actitud y las medidas del gobierno italiano han sido hasta ahora ejemplares", subrayó.
El ACNUR, que en la actualidad atiende en todo el mundo a unos 22 millones de refugiados, se declaró preocupado por el número creciente de inmigrantes y de solicitantes de asilo, en su mayoría kurdos procedentes de Turquía o de Iraq, que llegan a Italia.
Muchas de esas personas, advirtió la agencia de la ONU, son víctimas de traficantes inescrupulosos que les exigen elevadas sumas de dinero y los obligan a vender sus bienes, incluidas sus viviendas, para pagar el viaje.
La declaración del ACNUR recordó las condiciones a menudo lastimosas en que se realizan esas travesías, que muchas veces terminan con el hundimiento de naves precarias repletas de pasajeros o con el abandono de los inmigrantes en las costas de Italia o de Grecia.
Desde julio llegaron a puertos italianos de manera ilegal más de 3.000 personas. En los dos últimos desembarcos, incluidos los 386 inmigrantes arribados el 1 de enero, había una mayoría de kurdos de Turquía e Iraq, pero también pasajeros procedentes de Egipto, Bangladesh, Sri Lanka y Argelia.
El ACNUR coincidió con las autoridades turcas en que no todos son refugiados y algunos se identifican como "migrantes económicos".
Pero, debido a la continuación de los conflictos y a las denuncias de violaciones de los derechos humanos en áreas del norte de Iraq y del sureste de Turquía, "algunos pueden ser refugiados genuinos", dijo O'Toole.
Con esa declaración, el ACNUR coincidió con el criterio de las autoridades italianas, que atribuyen el flujo de kurdos a la represión que ese pueblo soporta en Iraq y en Turquía.
La situación de los derechos humanos en Turquía, en especial en relación con los 10 millones de kurdos establecidos en ese territorio, fue una de las razones que obstruyeron el ingreso solicitado de Turquía a la Unión Europea.
La población de nacionalidad kurda, unos 20 millones, se distribuye también entre Irán, donde se cuentan seis millones, Iraq, otros seis millones, Siria, unos 80.000, y Armenia, unos pocos miles.
La potavoz del ACNUR dijo que resulta difícil establecer el número de kurdos entre los solicitantes de asilo procedentes de Turquía e Iraq, porque los países de Europa por lo general no llevan estadísticas por origen étnico.
Sin embargo, afirmó, casi todos los turcos peticionantes de asilo en Europa son kurdos, como también un elevado número de los de origen iraquí.
Durante 1996 se presentaron en la Unión Europea un total de 224.000 solicitudes de asilo político, de las cuales alrededor de la mitad, 116.000, se tramitaron en Alemania.
Del total europeo, unas 22.000 solicitudes, casi 10 por ciento del total, pertenecían a iraquíes. De esta cifra, la mitad pidió asilo en Alemania.
O'Toole indicó que aún no están listas las estadísticas correspondientes a 1997, pero adelantó que las cifras preliminares sugieren que el número de solicitantes de asilo ha sido similar al de 1996.
Sin embargo, destacó, la cantidad de iraquíes aumentó de manera significativa en 1997.
En Alemania, 10.842 iraquíes pidieron asilo en 1996 y la cantidad aumentó a 14.000 en 1997, según una estimación. Las autoridades alemanas descubrieron que la mitad de los solicitantes de asilo ingresaron al país a través de organizaciones de traficantes, después de pagar sumas elevadas.
En Holanda, el número de iraquíes peticionantes de asilo ascendió a 4.378 en 1996. En los primeros 10 meses de 1997, ya se elevaba a más de 6.000. (FIN/IPS/pc/ff/pr hd/98