El presidente de Cuba, Fidel Castro, se sumó a una polémica sobre la libertad de prensa en este país socialista generada por la negativa de visa a tres periodistas argentinos que debían cubrir la visita del papa Juan Pablo II.
Castro calificó a esos profesionales de "mercenarios".
Los periodistas viajaron a Cuba "como turistas, pero no eran turistas, no cumplieron las leyes e hicieron reportajes clandestinos", sobre lo cual se ha levantado un gran escándalo, afirmó el mandatario en su primer discurso de este año.
Castro dedicó especial atención al papel de la prensa durante una intervención de varias horas, la noche del viernes, que fue transmitida a toda la isla por los dos canales de televisión de Cuba.
El presidente clausuró una reunión de evaluación de los preparativos para los comicios generales de este domingo, en los que se elegirá a los miembros de los órganos provinciales de gobierno y del parlamento.
Cuba recibió el viernes una fuerte crítica del gobierno de Argentina y de la Asociación de Corresponsales Extranjeros de ese país por lo que fue considerado una decisión "injusta" que restringe "la libertad de expresión".
Las autoridades de la isla negaron la visa a los periodistas Mario Pérez Colman, del diario La Nación, Matilde Sánchez, del diario Clarín, y Rodolfo Pouzá, de Canal 2 de Buenos Aires, a quienes consideró "inaceptables".
En el primero de los casos, el argumento no apunta a Pérez Colman sino a La Nación, diario acusado de enviar reporteros y como turistas para que escriban crónicas sobre la isla.
Sánchez, por su parte, "escribió artículos irrespetuosos e hirientes para los sentimientos del pueblo cubano" en ocasión del traslado de los restos de Ernesto "Che" Guevara a la isla en julio, según el diplomático cubano Manuel Guillot.
En el caso de Pouzá, la negativa se debe a que los informes que realizó hace un mes desde la isla no conformaron al gobierno cubano, según le fue advertido.
El canal, en repudio a la negativa, anticipó que pondrá al aire de nuevo y en su totalidad la serie de informes de Pouzá y no reclamará visa para otro periodista de la emisora, dejando sin cobertura la visita de Juan Pablo II.
Se espera que entre 2.000 y 3.000 periodistas viajen a Cuba para informar sobre la visita del papa Juan Pablo II, entre los días 21 y 25, éstas son las primeras negativas de visa que se conocen en torno al acontecimiento.
Aunque todavía hay casos en proceso, la mayoría de las agencias, revistas, diarios y cadenas de televisión que iniciaron sus gestiones temprano el año pasado ya obtuvieron respuesta. Los enviados especiales ya empiezan a llegar a la isla.
Un reglamento para "el ejercicio de la prensa extranjera en Cuba" divulgado el año pasado dispone que que el Centro de Prensa Internacional, subordinado al Ministerio de Relaciones Exteriores, está a cargo de conceder la visa periodística D-6 para los extranjeros que quieran ejercer la profesión allí.
Los profesionales de la prensa "que viajen al país amparados con tarjetas turísticas, convenios de libre visado u otro tipo de visa diferente a la D-6 deben abstenerse de ejercer el periodismo, a menos que cambien su clasificación migratoria".
"El incumplimiento de las regulaciones antes mencionadas será objeto de medidas previsas en las disposiciones migratorias y administrativas en vigor", agrega el reglamento que, en su momento, fue cuestionado por una representación de la prensa extranjera acreditada en la isla.
La acreditación periodística a un corresponsal extranjero implica ejercer el periodismo "de acuerdo con las normas y regulaciones establecidas en el país, incluyendo las restricciones que en algún caso se aplique para el acceso de la prensa nacional o extranjera".
"Nadie debe olvidarse que este país sabe decir que no", dijo Castro en medio de una fuerte crítica a las informaciones "tendenciosas" que divulgan en el mundo agencias y medios de prensa y que calificó como "publicidad sucia y en ocasiones infame".
El mandatario mencionó, como ejemplo, la forma en que en diciembre la prensa vinculó la explosión de un fuego de artificio festivo frente a una iglesia a la visita del Papa a la isla y se le ortorgó connotaciones políticas.
Añadió que, sin embargo, cuando este país logra "la proeza", en medio de una crisis economica, de reducir la mortalidad infantil a 7,2 por cada 1.000 nacidos vivos, merece apenas uno o dos cables.
Castro criticó también la forma en que la prensa extranjera destacó un brote de dengue detectado en la isla el año pasado, pero apenas hizo referencia a que el sistema sanitario de este país "ha sido capaz de eliminar el dengue tres o cuatro veces".
Para las autoridades de la isla la libertad de expresión y de prensa tiene sus límites en cualquier país y aseguran que las informaciones que se publican de Cuba en el exterior por lo general son solo una verdad a medias o tergiversada. (FIN/IPS/da/mj/hd cr ip/97