CUBA: El Papa llama a los obispos a reconstruir su Iglesia

La Iglesia Católica de Cuba quedó con el camino abierto para su propia reconstrucción tras el impulso recibido con la visita del papa Juan Pablo II, los gestos de tolerancia del gobierno y el apoyo de sus fieles.

La presencia del pontífice en el país caribeño fortaleció a la jerarquía católica pero, al mismo tiempo, le dejó planteados serios desafíos. El mayor de ellos parece contenido en un mensaje reiterado por Juan Pablo II y que tiene implicaciones tanto para la población cubana como para la propia Iglesia Católica.

"Ustedes son y deben ser los protagonistas de su propia historia personal y nacional", dijo el Papa en su primera intervención en La Habana, minutos después de iniciar su visita pastoral el miércoles 21.

"Quiera Dios que esta visita que ahora comienza sirva para animarlos a todos en el espeño de poner su propio esfuerzo" para alcanzar sus "aspiraciones y legítimos deseos", expresó a los miembros de la Iglesia local.

El pontífice regresará a Roma este domingo, una vez que haya cumplido su agenda de cuatro misas en plazas públicas, una conversación privada con el presidente Fidel Castro y encuentros con intelectuales, enfermos y religiosos.

En la última jornada, Juan Pablo II oficiará la más importante de todas sus misas en la isla, en la Plaza de la Revolución José Martí, de La Habana, donde los organizadores esperan congregar a cerca de un millón de personas.

El Papa se reunirá ese día con representantes de las iglesias evangélicas y de la colectividad judía, cita que debe abrirle a la Iglesia Católica cubana el camino hacia un diálogo ecuménico aún inexistente.

También sostendrá un encuentro con la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, en la sede del Arzobispado, y una celebración litúrgica con sacerdotes, diáconos, seminaristas y laicos en la Catedral de La Habana.

Se espera que el Papa reitere su apoyo a la Conferemcia Episcopal, presidida por el cardenal Jaime Ortega, tras una visita que, partiendo de lo universal, ha ratificado los planteamientos que desde principios de esta década viene formulando la Iglesia Católica en Cuba.

Al mismo tiempo, colocará en la manos de los obispos cubanos y de la comunidad religiosa en general la misión de ampliar su papel institucional en la sociedad cubana y ocupar cada vez mayores espacios.

"La Iglesia en su nación tiene la voluntad de estar al servicio no sólo de los católicos sino de todos los cubanos", afirmó el Papa en un mensaje escrito "a los jóvenes cubanos".

"Para poder servir mejor (la Iglesia) tiene necesidad urgente de sacerdotes salidos de entre los hijos de este pueblo" y también de hombres y mujeres que "se dediquen generosamente al servicio de la caridad", añadió.

La exhortación es de algún modo la respuesta a una antigua demanda de la jerarquía católica cubana, según la cual la negativa del gobierno a la entrada de sacerdotes extranjeros ha limitado el trabajo pastoral en la isla.

Este tema fue uno de los que trataron Castro y Juan Pablo II en su primer encuentro, en noviembre de 1996 en el Vaticano.

Fuentes de la Iglesia Católica cubana indican que de los 383 sacerdotes que hay en la isla, 145 son cubanos. En el país hay 688 templos católicos en activo.

El Papa deja también abierto el camino a una de las más antiguas aspiraciones de la Iglesia en Cuba: la posibilidad de abrir escuelas, demanda en la que hasta ahora habían hecho poco énfasis las autoridades eclesiásticas locales.

El tema quedó planteado el jueves en la ciudad de Santa Clara, en la primera misa dedicada a la familia. Los padres "deben poder escoger para sus hijos el estilo pedagógico, los contenidos éticos y cívicos y la inspiración religiosa en los que desean formarlos integralmente", señaló Juan Pablo II.

En la segunda misa, celebrada el viernes en Camagüey, abundó sobre este tema.

"La Iglesia tiene el deber de dar una formación moral, civil y religiosa, que ayude a los jóvenes cubanos a crecer en los valores humanos y cristianos, sin miedo y con la perseverancia de una obra educativa que necesita el tiempo, los medios y las instituciones que son propios de esa siembra de virtud", afirmó.

Expertos en Cuba estiman que éste puede ser uno de los temas más conflictivos de los que dejó planteados el Papa a la Iglesia local para un futuro diálogo con el gobierno de Castro.

En Cuba la educación es gratuita y universal desde principios de la década del 60 y, según altos funcionarios del gobierno, la satisfacción de esta demanda significaría la creación un sector privilegiado dentro de un sistema igualitario.

Al mismo tiempo, aseguran que de aprobarse la apertura de escuelas católicas se le estaría dando a esta Iglesia un derecho que podrían exigir después todas las comunidades religiosas en la isla. (FIN/IPS/da/ag/ip-cr/98

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