CUBA: Alta participación electoral, otra victoria de Fidel Castro

Con 71 años y casi la mitad de su vida en el poder, el presidente de Cuba, Fidel Castro, obtuvo una nueva victoria en unas elecciones que parecen revelar el apoyo masivo al socialismo y a la Revolución en este país caribeño.

El 98,35 por ciento de las personas empadronadas acudieron a las urnas el domingo pasado, según datos oficiales. El 95 por ciento de los votos fueron válidos y el 94,39 apoyó el llamado oficial de votar por todos los candidatos.

El diario Granma, órgano del Partido Comunista de Cuba, informó este martes que Castro y el primer vicepresidente y ministro de defensa, Raúl Castro, fueron ratificados con más del 99 por ciento de los votos.

"Colosal victoria del pueblo", fue el titular de Granma desplegado a toda primera plana.

"Si (la participación) es del 80 por ciento será algo extraordinario, si se toman en cuenta los cinco años tan difíciles por los que hemos atravesado, y la lucha en que nos desenvolvemos. Si pasa del 90, más extraordinario", había respondido Castro sobre sus pronósticos de la votación.

Para las autoridades, los electores dieron un voto de confianza al sistema político y a su máximo líder y, al mismo tiempo, mostraron su apoyo a las medidas gubernamentales para frenar la crisis económica de los últimos ocho años.

La Comisión Electoral Nacional aseguró que 7.931.229 de electores fueron a las urnas para elegir a los 601 diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) y a los 1.192 delegados de los órganos provinciales de gobierno.

El presidente del parlamento, Ricardo Alarcón, interpretó los comicios como el apoyo de la inmensa mayoría de la población cubana a un sistema que "conoce y respalda".

"Las elecciones son una confirmación masiva y maciza del respaldo de la inmensa mayoría de nuestro pueblo para nuestro sistema político", afirmó Alarcón, quien se encuentra también entre los parlamentarios reelectos.

Muy criticada fuera de Cuba, la llamada "democracia a la cubana" excluye la competencia entre partidos políticos y cierra toda posibilidad de postularse a posibles representantes de los grupos opositores ilegales.

Fuentes de la oposición alegan que la mayoría de las personas con derecho al voto en la isla se sienten impulsados a asistir a las urnas y lo hacen más bien por "cubrir las formas" y "no señalarse como opositor".

Pero los electores inscritos podían presentarse en las elecciones y manifestar su oposición al sistema socialista imperante en Cuba, y al propio Castro, anulando las boletas o dejándolas en blanco.

"Yo fui y una vez que tenía la boleta en la mano podía hacer cualquier cosa: desde votar por todos hasta poner un no de cualquier tamaño", dijo un maestro de secundaria básica, de 38 años, que se definió como "un defensor-crítico de la Revolución".

El maestro, que no quiso revelar su nombre, fue una de las 423.218 personas que optaron por votar por sólo algunos de los candidatos y no por todos como exhortó una fuerte campaña oficial.

El 5,62 por ciento del total de votos válidos entró en la categoría de "selectivo", índice que según analistas expresa apoyo pero también cuestiona determinados principios del sistema.

Participantes en las elecciones aseguran que no existió la posibilidad de que una boleta pudiera ser identificada con la persona que ejercía el voto, por lo cual estaba garantizado el derecho del voto secreto, según las leyes cubanas.

Las urnas fueron custodiadas por menores, vestidos de uniforme escolar, que se limitaron a informar cómo colocar las boletas correctamente en las urnas, y a visitar a enfermos, electores muy mayores o impedidos físicos para que votaran.

Aun así, sólo resultaron anuladas 130.227 boletas (1,64 por ciento) y fueron dejadas en blanco 266.369 (3,36 por ciento), según el último comunicado de la Comisión Electoral Nacional.

Los votos anulados se ubicaron en 5,01 por ciento, contra 7,03 por ciento reportado en las anteriores elecciones, realizadas en 1993.

Observadores locales consideran relevante la disminución del número de votos no válidos teniendo en cuenta que el ritmo de recuperación económica es aún insuficiente luego de una caída de 34,8 por ciento del producto interno bruto.

Expertos estiman que tendrán deberán pasar unos diez años para que la población de Cuba, de unos 11 millones de habitantes, recupere los niveles de vida de 1989.

En ese contexto, la televisión estatal divulgó una encuesta que asegura que 92 por ciento de la población adulta apoya el sistema de partido único y 95 por ciento reconoce al Partido Comunista como representante de los intereses del pueblo.

Una encuesta realizada a fines de 1994 por la filial costarricense de la empresa Gallup a 1.002 personas, arrojó que 48 por ciento se describió como revolucionario, 11 por ciento dijo ser comunista y 10 por ciento socialista. El 24 por ciento de los encuestados dijo no estar "integrados" a la revolución.

El sondeo de Gallup, el único estudio de su tipo independiente realizado en la isla, concluyó que la mayoría de la población "cree que la revolución ha tenido más logros que fracasos". (FIN/IPS/da/ag/ip/98

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