CROACIA: Serbios temen reintegración de Eslavonia Oriental

El enclave de Eslavonia Oriental fue devuelto a Croacia casi siete años después de su invasión por fõàÍÍòÉëÑàÍò¹Õ¹àÍò¹ìѱ±àìòÉòµ½¹ÑàÁÉòÍò¹ìÑà‘àÁ½Éà±Ñ½ÍÖÕ¹ìѽ¹àÉѽ͑ò± à=9UìɽàÑàÍåÍòÉëѽÍa solemne e histórica ceremonia se celebró el jueves en una pequeña sala de cine de Borojo Naselje, un suburbio de la ciudad croata de Vukovar, devastada por la guerra.

En mayo de 1991, parte de la población serbia de Eslavonia Oriental se rebeló contra el intento de independencia de Croacia, actitud que anunció el comienzo de la cruenta desintegración de Yugoslavia, la guerra en la zona austral croata de Krajina y, en definitiva, la carnicería en Bosnia-Herzegovina.

Ahora, al menos, la guerra se detuvo. Durante dos años, la ONU (Organización de las Naciones Unidas) estuvo a cargo de la administración de la zona e intentó reintegrar de forma pacífica a Eslavonia Oriental y su población serbia con Croacia.

Para el foro mundial, la ceremonia del jueves puso fin a su mandato y fue la culminación de su exitosa tarea.

Para el gobierno croata en Zagreb, la ceremonia puso fin a un problema. "Es una victoria incruenta para Croacia, que por fin tiene control sobre todo su territorio", declaró en la ocasión Hrvoje Sarinic, director de la oficina del presidente croata Franco Tudjman.

El enviado especial de Estados Unidos Robert Gelbard saludó el final del mandato de la ONU y exhortó a Zagreb a respetar los derechos humanos y continuar con el proceso de repatración de los refugiados.

"Esperamos que Croacia cumpla con sus responsabilidades de garantizar la igualdad de tratamiento y la protección absoluta de los derechos de todos los ciudadanos de su territorio. La paz no será completa hasta que toda la población de Croacia pueda volver a sus hogares", declaró.

"Hicimos todo lo posible", manifestó el portavoz de la ONU Philip Arnold antes de la ceremonia de entrega de la administración de Eslavonia Oriental.

La mayoría de los serbios en la región afirman que deben quedarse en ella, pues no tienen dónde ir.

"No participé en la guerra. Este es mi hogar. Pero tengo miedo. Podría haber problemas cuando los croatas vuelvan. Es probable que muchos quieran vengarse de los serbios", señaló a IPS Bojana Milosavljevic, de 49 años y residente de Vukovar.

Para la población serbia, la ceremonia significó el fin de su participación en la trágica estrategia del hombre fuerte de Belgrado, Slobodan Milosevic, quien le apoyó en su intento de tomar el control de sus zonas de residencia en Croacia, en 1991.

Los subsiguientes combates provocaron la destrucción masiva y, al final, la zona se convirtió en parte de Croacia, algo contra lo que los serbios habían luchado.

Belgrado no realizó comentarios oficiales sobre la devolución de Eslavonia Oriental y los medios de comunicación oficiales la describieron como el "fin del mandato de la ONU".

Desde el acuerdo de Erdut, en noviembre de 1995, y el comienzo del mandato de la ONU en enero de 1996, los medios de comunicación controlados por el Estado evitaron mencionar el hecho embarazoso en lo político de que la región volvería a Croacia.

Además, ocultaron el hecho de que los habitantes serbios de Eslavonia Oriental, por los cuales Belgrado fue a la guerra en 1991, deberán portar pasaportes y visas croatas para visitar Serbia.

Vojislav Stanimirovic, líder de la comunidad de Eslavonia Oriental que tuvo un papel fundamental en los dos años de preparación antes de la reincorporación, sostuvo que se avecina una "época de incertidumbre".

La región ahora cuenta con una fuerza policial compuesta en partes iguales por croatas y serbios. Cuarenta por ciento de los jueces de la zona serán serbios. El canal de televisión serbio, Danube TV, ex herramienta de propaganda de Belgrado, ahora es parte de la red de televisión y radio croata HRT.

Pero Stanimirovic declaró a la agencia independiente de noticias FoNet, en Belgrado, que la región aun podría sumirse en el caos. "El público croata cree que todo terminó ahora y que el retorno de la gente podrá comenzar el día después de la ceremonia", o sea, este viernes.

"Si alguien le dice a esa gente que pueden volver ya, se desatará el caos. Sería trágico que hubiera víctimas días después de que la ONU abandone la zona", advirtió. Cerca de 100.000 refugiados partieron del lugar en 1991.

Las fértiles llanuras de Eslavonia Oriental y su población de serbios, croatas y húngaros fueron elegidos por Serbia como el lugar de partida de su campaña contra la independencia croata, debido a su proximidad al territorio serbio. Solo 150 kilómetros separan a Vukovar de Belgrado.

Los aliados de Milosevic revivieron los viejos temores del régimen títere de los nazis en Croacia durante la segunda guerra mundial, que ejecutó a decenas de miles de serbios, judíos y gitanos.

Los partidarios de Milosevic alentaron la rebelión serbia contra el nuevo estado croata y enviaron al ex ejército yugoslavo dominado por los serbios a apoyar el levantamiento en Croacia.

El 18 de noviembre de 1991, luego de un asedio de tres meses, Vukovar cayó y las fuerzas serbias cometieron atrocidades en la ciudad. La zona se convirtió en un campo de entrenamiento para los criminales de guerra de conflictos posteriores, sobre todo para el líder serbio Zeljko "Arkan" Raznjatovic.

Raznjatovic dirigió un campo de entrenamiento para voluntarios serbios en el pueblo de Erdut, un canal de televisión y una estación de radio. Se convirtió en millonario durante la guerra, explotando los ricos campos petroleros cercanos. Se retiró en silencio cuando el mandato de la ONU comenzó en enero de 1996.

Zagreb recapturó a los demás enclaves en poder de los serbios de Croacia en dos rápidas ofensivas en 1995, pero no recuperó Eslavonia Oriental.

Unos 105.000 serbios de las zonas recapturadas se dirigieron a Eslavonia Oriental. Hasta el momento, sólo algunos de los 100.000 croatas que huyeron en 1991 volvieron a sus hogares.

Hasta ahora, el intento de Zagreb de reiniciar su administración en la zona concitó la crítica internacional. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, acusó al gobierno croata en noviembre de no haber hecho nada para fomentar la reconciliación nacional.

Unos 180 policías civiles de la ONU permanecerán en Eslavonia Oriental hasta nueve meses más y una misión supervisora de la Organización de la Seguridad y la Cooperación en Europa también operará en Croacia con un personal de hasta 250 funcionarios internacionales hasta fines de este año. (FIN/IPS/tra- en/vpz/rj/aq/hd ip/98

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