COSTA RICA: Privatizaciones, la mayor diferencia entre partidos

La venta de activos del Estado parece ser la principal diferencia entre los dos partidos políticos que se alternan en el poder en Costa Rica y que se enfrentarán en las elecciones generales del 1 de febrero.

Los dos principales candidatos a la Presidencia aseguran que tienen propuestas opuestas, pero después de meses de campaña la población las percibe como muy similares.

La campaña de Miguel Angel Rodríguez, candidato del opositor Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), quien lleva 10 puntos de ventaja en las encuestas, ha girado en torno a la reactivación y despegue de la economía, prometiendo más y mejores empleos, estabilidad en el costo de la vida y mejores salarios.

En Costa Rica, la situación laboral se ha deteriorado por tercer año consecutivo. Los indicadores más recientes muestran mayor desempleo abierto, así como una peor calidad del empleo y una reducción de los salarios.

En 1996 se perdieron 23.000 puestos de trabajo. La tasa de subutilización de la fuerza de trabajo alcanzó el 14 por ciento y el desempleo abierto aumentó por segundo año consecutivo, situándose en 6,2 por ciento, la tasa más alta de esta década, lo significa casi 76.000 desempleados, 12.000 más que en 1995.

Sin embargo, se espera que el panorama mejore este año, ya que luego de dos años de recesión la economía creció en 1997 alrededor de 3,5 por ciento.

El programa de gobierno de la oposición, titulado "Soluciones para el futuro: nuestros compromisos con el desarrollo humano 1998- 2002", subraya que la recuperación económica se logrará pasando por un "círculo virtuoso".

"La estabilidad de la economía arrancará con la confianza de los inversionistas, que a su vez generará mayores oportunidades de trabajo y mejores salarios", asegura.

Aunque evita mencionarlo en la campaña, el programa de Rodríguez también propone la venta de activos del Estado, como el monopolio de seguros y el de bebidas alcohólicas, y uno de los cuatro bancos estatales.

Asimismo, pretende desarrollar sociedades públicas con participación de capital privado en los sectores de energía y telecomunicaciones, hasta ahora monopolio estatal.

Por su parte, el candidato del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), José Miguel Corrales, no sólo se opone a la venta de activos del Estado, sino que en las últimas semanas de campaña ha convertido a este tema en uno de sus gritos de batalla.

En su programa de gobierno, titulado "Nuestro compromiso con Costa Rica", Corrales critica al neoliberalismo y la competencia salvaje, al tiempo que reivindica el pensamiento socialdemócrata como opción de desarrollo nacional, haciendo énfasis en la solidaridad y una mejor distribución de la riqueza.

Analistas locales subrayan que aunque la mayoría de los costarricenses se ha pronunciado en el pasado contra la venta de activos públicos, la división y falta de organización dentro del PLN ha impedido que el mensaje de Corrales llegue a los votantes.

Por el contrario, el PUSC ha logrado presentarse en la campaña como el poseedor de las "soluciones para el futuro", con medidas de apertura, liberalización y privatización, según su Jefe de Proyección, Luis Fishman.

"Tenemos una carta ideológica renovada, aprobada en 1996, y tenemos un programa de gobierno coherente con nuestro ideario ideológico", aseguró Fishman. "En cambio el PLN tiene un pensamiento agotado y desde hace unos 15 años viene con problemas de vigencia ideológica que no ha logrado superar".

El PLN coincide con los socialcristianos en que se requiere un nuevo modelo de Estado, más ágil y funcional, rector y no administrador.

Sin embargo, Luis París, miembro de la Comisión de Imagen y Proyección Política del PLN, dijo que la diferencia reside en que mientras el PUSC quiere reducir el Estado, su partido "llamará a una Asamblea Constituyente para hacer las reformas necesarias con base en un amplio debate nacional".

"El país debe insertarse en la economía globalizada en calidad de socio y no de peón", dijo París, marcando otra diferencia con los socialcristianos.

Los dos candidatos mayoritarios proponen mejorar la infraestructura del país con proyectos de construcción bajo el esquema de concesión de obra pública a empresas privadas, abriendo así la participación del sector privado en carreteras, puertos y aeropuertos.

También proponen descentralizar el Estado, transfiriendo recursos y competencias a las municipalidades para fortalecer las economías locales, y fortalecer los programas de salud, educación, protección al ambiente y vivienda.

"Sin embargo, sabemos que esto es algo que los neoliberales dicen en el papel más nunca cumplen", afirmó París. "Todos los gobiernos del PUSC han desprotegido lo social en el pasado y la inversión en campos como salud, educación y vivienda ha sido mucho menor que en los gobiernos liberacionistas".

La actual campaña presidencial en Costa Rica se ha caracterizado por la apatía de los votantes, que afirman que los dos partidos mayoritarios "son la misma cosa". En diciembre, el 19,7 por ciento de los electores afirmaba que no votaría, mientras que 21,5 por ciento no estaba seguro de hacerlo. (FIN/IPS/cc/ag/ip/98

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