ARGENTINA: Cosecha récord, pero malas señales de Asia y EE.UU.

La crisis financiera en Asia y el escándalo sexual que rodea al presidente estadounidense Bill Clinton podrían neutralizar los inmejorables resultados de la cosecha de granos de este año en Argentina, que será al parecer la mayor del siglo.

Factores aparentemente distantes entre sí se conjugan para preocupar a los agricultores argentinos, que temen una caída de precios por exceso de oferta y dificultades financieras de los compradores -básicamente Brasil y Asia- y creen ver un riesgo adicional en la crisis política en Washington.

Alejandro Ramírez, analista agropecuario, explicó a IPS que los productores están preocupados ante la eventualidad de la renuncia de Clinton, a quien consideran garante del flujo crediticio a Asia para las abultadas compras de cereales de esa región, que ayudan a mantener los precios estables.

"La crisis financiera en Asia es preocupante no porque esos países no vayan a comprar, sino porque no se sabe si podrán pagar lo que compren", advirtió Ramírez. En cuuanto a Brasil, el principal cliente de Argentina "está jugando muy bien el partido", comprando con cuentagotas.

El escándalo surgido en Washington en los últimos días, que ya repercutió en las bolsas de valores, es ahora un factor casi tan importante como el climático para determinar la evolución de precios de los productos agrícolas.

Si Clinton aabandonara el poder, podría haber "un cambio de rumbo", dijo Ramírez.

El gobierno argentino anunció que la cosecha aún en curso alcanzará un récord histórico: 61 millones de toneladas entre trigo, maíz, soja, girasol, sorgo, arroz, avena y cebada, entre otros granos.

Se trata de un volumen 13 por ciento mayor al del año anterior, que fue de 54 millones de toneladas. Pero también supera los 45 millones de 1995 y ya duplicó los 28 millones de toneladas de comienzos de la década. Las exportaciones agrícolas dejarán este año más de 8.000 millones de dólares.

El aumento se logró pese a la reducción del área sembrada de 26,7 a 25,3 millones de hectáreas, lo que implica un incremento de la eficiencia, para conseguir más volumen en menos espacio.

"Los mayores rindes (rendimientos) se obtuvieron a base de fertilizantes, tecnología, agroquímicos y semillas mejoradas mediante la biotecnología", informó Ramirez. Se sumó una gran cantidad de híbridos de excelente rendimiento, el desarrollo de variedades resistentes a plagas y mejor control de malezas.

Sin embargo, el analista puntualizó que sólo hay certeza del rendimiento récord en el caso del trigo, porque los otros granos aún no se cosecharon. "El gobierno hace estimaciones que luego pueden corregirse a la baja, en el primer semestre del año", aclaró.

Las lluvias podrían complicar parcialmente las cosechas de oleaginosas, como el girasol y la soja. Pero Ramírez reconoció que esta vez, los factores climáticos son menos determinantes que en otros años.

Los productores de trigo ya comienzan a enfrentar las primeras dificultades, que son ajenas al clima. Por el freno en la demanda hay demoras para embarcar el grano y falta lugar para acopiar una cantidad sin precedentes.

Con casi 15 millones de toneladas, el trigo sobrepas la capacidad de almacenamiento y se amontona en el suelo. El gobierno anunció que financiará obras de infraestructura para solucionar el problema.

Las exportaciones de trigo se redujeron a la mitad, en comparación con las primeras semanas de enero de 1997. Apenas se colocaron tres millones de toneladas y Brasil, que adquirió 1,8 millones en 1997, este año sólo lleva compradas 900.000 toneladas.

"Los molineros brasileños no tienen prisa", señaló otro analista agropecuario, Héctor Muller. "Siguen los precios del mercado, porque saben que hoy, el juego de la oferta y la demanda se inclina claramente a favor del comprador", explicó.

Pero parte de la experiencia adquirida por los agricultores en los últimos años consiste en saber cuándo conviene esperar para vender. Muchos están ahora contratando créditos contra cereal cosechado a la espera de que los precios evolucionen favorablemente.

La crisis de Asia también influye en la colocación. Sesenta por ciento de la producción mundial de maíz es absorbida por ese continente. Es decir, unos 40 millones de toneladas. Argentina le envía 40 por ciento de su excedente: unos cuatro millones de toneladas.

En cualquier caso, el factor clave reside en las compras de Asia en Estados Unidos. "Si Asia compra en el mercado estadounidense, a los productores argentinos les conviene, porque sube el precio del cereal", destacó Ramírez.

Una buena noticia para el país, como es la cosecha récord y los mejores rendimientos por hectárea, contrasta con la evolución negativa de los precios y la crisis en Asia y en Brasil, resumió Muller.

Con un ojo en la Casa Blanca, los acopiadores de granos intentan concentrarse en la elaboración de una estrategia que les permita "cosechar" ganancias en un mercado de compras que se mueve muy lentamente, creando un cuello de botella en el umbral de las exportaciones. (FIN/IPS/mv/ff/if/98

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