/AMBIENTE/CARIBE: Greenpeace alerta por embarque nuclear

Grupos ambientalistas manifestaron su alarma por el próximo embarque de residuos de alta radiactividad planificado por empresas británicas, francesas y japonesas a través del mar Caribe y el canal de Panamá en próximas semanas.

Documentos confidenciales obtenidos por las organizaciones Greenpeace Internacional e Instituto de Control Nuclear (NCI) revelan detalles de los embarques. Los grupos reclamaron a los gobiernos del Caribe, Gran Bretaña, Francia, Japón y Estados Unidos que prohíban su pasaje a través del canal de Panamá.

"El plutonio pone en riesgo la vida y los modos de vida de los pueblos del Caribe y podría generar una catástrofe ambiental", alertó Tom Clements, director de campañas de la oficina de Greenpeace en Washington.

"Un accidente que involucre el embarque podría devastar la industria turística y de viajes de la región, así como la pesca comercial y la industria naviera, que debería cerrar", agregó Clements.

Algunos gobiernos, como el de República Dominicana, protestaron por el viaje, pero otros no manifestaron preocupación.

Sesenta "troncos" cristalizados de residuos nucleares de alto poder revestidos de acero, zarparán el día 23 del puerto francés de Cherbourg, donde fueron reprocesados, hacia Japón a bordo del barco británico Pacific Swan, según los ambientalistas.

El transporte de este material, un subproducto del reprocesamiento de combustible nuclear usado en reactores japoneses, será el tercero de los registrados con regularidad.

Las empresas a cargo del procesamiento y el embarque (Pacific Nuclear Transport, subsidiaria de British Nuclear Fuels Ltd., Japan Nuclear Fuels Ltd. y la francesa COGEMA) afirman que este tráfico es perfectamente seguro de acuerdo con los criterios internacionales.

"Hemos embarcado con seguridad materiales nucleares los últimos 30 años", dijo a IPS el coordinador de transportes internacionales de British Nuclear Fuels Ltd., Gavin Carter.

"La posibilidad de un accidente es cercana a cero", agregó Jean-Claude Guais, de Cogema. Las dosis de radiación que alcanzarían a seres humanos serían pequeñas si este accidente ocurriera, según un estudio efectuado en 1996 por el Instituto Central de Investigaciones de la Energía Eléctica en Japón.

Edwin Lyman, director científico de NCI, replicó que, si uno de esos accidentes ocurriera en aguas costeras o se debiera a un ataque terrorista, generaría una amenaza de largo plazo a la salud de la vida marina y de las personas que viven en el área.

Los bloques de plutonio cristalizado figuran entre las sustancias más radiactivas jamás producidas. "Si este material se vertiera en el océano, contaminaría toda la cadena alimentaria del ecosistema marino y aumentaría el riesgo de cáncer de todas las especies vivientes en el área", según Lyman.

Paul Leventhal, presidente de NCI, explicó que el canal de Panamá es una ruta en particular riesgosa pues, además de estar muy cerca de la costa y de las poblaciones del área, su estrechez no deja mucho espacio para maniobras.

El barco MSC Carla, que cargaba cápsulas de cesio contenido en equipo médico transportado de Francia a Estados Unidos, sufrió una avería a comienzos de diciembre y perdió toda su carga radiactiva. Las autoridades de seguridad nuclear de Francia anunciaron que no tenían intención de recuperarla.

"Ese hecho sugiere que otras pérdidas de carga radiactiva serían tratadas de la misma manera, a menos que se contraigan acuerdos internacionales legalmente vinculantes", dijo Clements.

Las empresas involucradas no han revelado la ruta de la embarcación, ni tampoco los gobiernos de los que dependen, pero tanto Greenpeace como NCI citaron fuentes gubernamentales para asegurar que será a través del pasaje Windward, entre Haití y Cuba, y el pasaje Anegada, entre las islas Vírgenes.

Todos los barcos del mundo tienen libertad de navegación y derecho de pasaje más allá de las 12 millas marinas de la costa de los países, de acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre la Ley del Mar.

Estados Unidos tiene autoridad para bloquear cualquier embarque de plutonio para armamento a través del canal, pero no los de residuos nucleares. El Departamento de Estado (cancillería) no dio ninguna instrucción para obstaculizar el viaje.

Funcionarios de República Dominicana reiteraron su desaprobación del transporte de residuos a través del Caribe. Un accidente tendría efectos desastrosos sobre el ambiente y la salud, y en especial sobre el turismo, dijeron.

Este embarque es parte del comercio mundial de plutonio, según Clements. Ningún país ha pergeñado hasta ahora un método eficaz para la deposición final de combustible nuclear usado, y varios optaron por el reprocesamiento del plutonio como solución parcial.

Como consecuencia, los embarques de plutonio y materiales similares amenazan con ser más comunes, agregó Clements. Si este viaje es exitoso, habrá docenas cada año, cada uno con unos 150 tanques radiactivos, lo que aumentaría la posibilidad de accidentes, alertó. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/mj/en/98

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