/AMBIENTE/ PERU: Todavía falta lo peor de El Niño

Dos organizaciones estatales especializados de Perú dieron una mala noticia. La masa de agua fría que se desplaza por el Pacífico hacia la costa del país no es una señal del fin del fenómeno climático del Niño y es probable que aún falte lo peor.

"La masa de agua fría detectada desde los satélites de observación metereológica significa solo una atenuación temporal del fenómeno", expresó el sábado Marco Antonio Espino, director científico del Instituto del Mar de Perú.

"Las anomalías climatológicas ocasionadas por el fenómeno de Niño ocurrirán con más intensidad en febrero", anunció, también el sábado, Amelia Díaz, funcionaria del Servicio Nacional de Metereología e Hidrología.

"Los vientos que proceden del oeste y forman las ondas Kelvin de aguas calientes se han intensificado. Las aguas frías avistadas desde el satélite siempre han existido en el sur del Pacífico, pero su efecto es mínimo en comparación con la masa de agua cálida del Niño. No hay que bajar la guardia", dijo Diaz.

Las autoridades siguieron este sábado exhortando a la población y a los gobiernos municipales a adoptar medidas de prevención adecuadas para enfrentar el riesgo de catástrofe climatólogica propio del fenómeno.

El fenómeno del Niño es una masa de agua caliente que circula de oeste a este en el oceano Pacífico, provoca un trastorno climático caracterizado por una tropicalización temporal que origina inundaciones y vientos huracanados en diversas partes del mundo.

En Ecuador, país latinoamericano que recibió el primer impacto de la masa de agua cálida procedente de las costas asiáticas y australianas, el fenómeno originó muertes y pérdidas materiales cuantiosas. Tambien se produjeron efectos negativos en Brasil, Argentina y Chile y en algunos países de Norte y Centro América.

Si bien las obras preventivas en Perú han atenuado el impacto, hasta este sábado se hubo 30 muertes, dos ciudades inundadas, carreteras destruidas, cosechas perdidas y peligrosos rebrotes de diversas epidemias, como la de cólera, por el colapso de las instalaciones sanitarias de las ciudades en áreas afectadas.

En réplica al optimismo de emisoras de televisión por cable sobre el aparente fin del fenómeno, Luis Icochea, decano de la Facultad de Pesquería de la Universidad Agraria La Molina, anotó que la versión se originó posiblemente en una lectura errónea de las imágenes recogidas del satélite.

"Las imágenes fueron captadas por el satélite de la National Oceanographic Atmosferic Administration de Estados Unidos (NOAA), cuya información se recibe de boyas colocadas en el Pacífico Norte", comentó Icochea.

En El Callao, puerto situado frente a Lima y que debería estar recibiendo los beneficios de la masa de agua fría presuntamente avistada vía satélite, la temperatura alcanzó el viernes un nivel sin precedentes de 33,5 grados centígrados, cinco puntos más que el promedio en esta epoca del año.

Defensa Civil, organismo creado por el gobierno central peruano para actuar en situaciones de emergencia y catástrofe, informó este sábado que el fenómeno del Niño ha causado hasta el momento 30 muertes, 11 desapariciones y 200 casos de malaria.

Las inundaciones y aludes han destruido 652 viviendas y dañado otras mil. Los deslizamientos y desbordes han bloqueado 28 kilómetros de carreteras y destruido 3.145 hectáreas de cultivos diversos.

El presidente Alberto Fujimori, criticado por la oposición por su excesivo protagonismo en obras preventivas y de emergencia, anunció el viernes que destinó 120 millones de dólares para conjurar los riesgos del fenómeno climático.

"De no haber iniciado en agosto y setiembre las obras preventivas en la zona de la costa norte, que fue la primera impactada por el fenómeno, estaríamos ahora lamentando pérdidas superiores a los 1.000 millones" de dólares, afirmo Fujimori.

La oficina de Defensa Civil de la Municipalidad de Lima dijo haber organizado 8.000 "brigadistas" que recorrerán "casa por casa" los barrios tugurizados y las zonas urbanas marginales, donde las viviendas son más vulnerables, para informar a la población cómo comportarse ante la emergencia previsible.

"La población debe saber que una lluvia torrencial en zonas donde nunca llueve habitualmente puede no solo provocar derrumbes de casas sino destruir el sistema de alcantarillado, originar incendios, epidemias, etcétera", señaló Juan Aranda, director de Defensa Civil de la municipalidad capitalina.

Anunció tambien que "quienes no acaten las medidas preventivas dispuestas por los brigadistas serán multados y hasta podrían ser enjuiciados penalmente por el delito de atentar contra la vida de sus vecinos". (FIN/IPS/al/mj/en/97

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