El gobierno de Paraguay abandonó sus optimistas previsiones económicas y admitió que el aumento del producto interno bruto se ubicará en 1997 entre 2,5 y 3,0 por ciento, informó el Banco Central del país latinoamericano.
A comienzos de año, las autoridades paraguayas habían estimado que el crecimiento ascendería a cuatro por ciento.
En cuanto a la inflación, a principios de 1997 estimada en ocho por ciento, será de seis por ciento por efecto de la menor actividad económica que generó a su vez sucesivas deflaciones mensuales, informó el Banco Central.
Noviembre concluyó con una inflación de 0,1 por ciento, la primera mensual positiva después de cuatro meses consecutivos de deflación, entre julio y octubre.
Esta evolución contrasta con la situación cambiaria. El dólar alcanzó en noviembre la meta de seis por ciento de alza programada por el gobierno para todo el año. La variación de la divisa estadounidense es superior a la inflación después de varios años.
Desde principios de la década del 90, la cotización del dólar tuvo siempre un menor incremento anual con respecto a la tasa inflacionaria, lo que no ocurre en este año. El dólar en el mercado interbancario se ubicó este martes en 2.241 guaraníes a la compra y 2.243 a la venta.
Estos indicadores revelan los efectos de la crisis financiera desatada a mediados de año y la incertidumbre política en que vive el país, admitió Raúl Vera, gerente del Departamento de Estudios Económicos del Banco Central.
Vera reconoció sólo ahora se perciben con claridad las consecuencias de la menor actividad, pero otros indicadores señalan situaciones aun más graves que podrían comprometer la evolución de la economía paraguaya en los próximos meses.
Se trata del descenso continuado de las reservas de divisas internacionales del Banco Central, que cayeron a 800 millones de dólares después de haberse ubicado a principios de año en 1.100 millones de dólares.
La reducción de 300 millones de dólares revela una inusual "fuga" de capitales que podría poner en peligro la estabilidad en el frente externo de la economía, ya muy comprometido por el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, estimado en unos 700 millones de dólares para este año. (FIN/IPS/ct/mj/if/97
